La tenista británica Emma Raducanu, campeona del US Open el 11 de septiembre de 2021 y una de las figuras emergentes del deporte, no está atravesando su mejor momento. Una serie de lesiones la marginaron del circuito WTA y desapareció de las 100 mejores del ranking por la inactividad. La presión desde aquella victoria en el Grand Slam, con apenas 18 años de edad y sin ceder un solo set, fue creciendo hasta generar un desgaste mental que la deprimió.
“Ojalá nunca hubiera ganado el US Open, desearía que no hubiera pasado”, admitió la nacida en Toronto, Canadá, en una entrevista con el diario The Times. “Cuando perdía un partido estaba realmente deprimida. Estaba bajo mucha presión para jugar, la gente no tenía idea de lo que estaba pasando y debía tener esta fachada. Soy muy joven y sigo aprendiendo y cometiendo errores. Es mucho más difícil cuando estás cometiendo errores delante de todo el mundo. La gira es completamente brutal”, reconoció la jugadora de 20 años que reside en Londres.
La británica no juega desde abril y, tras la conquista del US Open hace dos años, no volvió a disputar una final a nivel WTA. Además, por diversas operaciones en un tobillo y en la muñeca derecha, no podrá competir en Wimbledon (3 al 16 de julio). “Todo lo que me encontrara por el camino lo sortearía para poder vivir esto, porque es el mejor sentimiento del mundo. Me prometí eso aquel día. Desde entonces, he tenido muchas recaídas, una tras otra. Soy resiliente y mi tolerancia es alta, pero no es sencillo. A veces, pienso para mí misma”, agregó Raducanu.
“Hay que estar en guardia porque hay muchos tiburones por ahí. Creo que la gente de la industria, especialmente conmigo porque tenía 19 años, ahora tengo 20, me ven como una alcancía. Ha sido difícil navegar por esas aguas y me han quemado un par de veces. Pero también he aprendido. Si mantienes tu círculo lo más pequeño posible que es como mejor te irá”, reflexionó.
Por otra parte, en cuanto a la recuperación que se le viene tras la operación de su mano derecha, Raducanu señaló: “Por el momento no puedo ni abrir botellas o cosas de esas debido a mis muñecas. Estaba luchando con el dolor físico, pero el lado mental también fue muy difícil para mí”.
Si bien no tiene fecha de retorno al circuito WTA, se estima que su reaparición sea el próximo año. Por su juventud, Emma sabe que deberá lidiar con los comentarios externos y las presiones constantes que se le atravesarán en su carrera de alto rendimiento, pero confía en que podrá lidiar con ese ambiente. “Tuve que madurar muy rápido. Cuando gané fui extremadamente ingenua. Eso es algo de lo que me he dado cuenta en los últimos dos años, la gira y todo lo que conlleva, no es un espacio muy agradable, confiable y seguro”, cerró.
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