Dos semanas después de la condena a dos años y un mes de prisión condicional para Sebastián Villa, el mundo del fútbol se ve otra vez sacudido por la violencia de género. En este caso la denuncia concreta es contra Lautaro Acosta, el ícono de Lanús, cuya ex pareja, Ludmila I., lo acusó de violencia física, verbal y psicológica y amenazas de muerte. Su declaración se produjo el 8 de junio pasado a las 15.40 e inmediatamente se dio intervención a la Unidad Fiscal de Instrucción Número 17 de Lomas de Zamora a cargo del doctor Juan Manuel Baloira, quien ordenó citar al futbolista por el artículo 60 del Código Penal Bonaerense, es decir para informarle que estaba imputado de la formación de una causa penal en su contra y que tenía el derecho de nombrar un abogado defensor o caso contrario sería asistido por un letrado oficial.
La situación que relató en su declaración Ludmila es que el miércoles 7 de junio a las 21 horas, a raíz de una escena de celos en el momento en que ella se estaba preparando para ir a encontrarse con sus hermanas, el delantero granate se puso violento y comenzó a agredirla verbalmente, a arrojarle las prendas de ropa al piso, a amagar con pegarle aunque esto finalmente no se concretó y que en medio de la ofuscación la amenazó con la frase siguiente: “Si hacés la denuncia, te mato”. Que ante tamaña situación ella decidió dejar la casa que cohabitan desde hace siete años y se fue para lo de su madre, de nombre Lilian, donde pasó la noche. Y que al día siguiente al regresar a su domicilio alrededor de las 11 de la mañana a sabiendas que a esa hora él no estaba, cuando quiso ingresar a las habitaciones se encontró que estaba todo cerrado con llave y que no podía entrar por lo que se retiró otra vez a lo de su progenitora, donde aseguró que vivirá hasta que se esclarezca la situación.
En su testimonio Ludmila contestó una pregunta clave. La interrogaron sobre si creía capaz a Lautaro Acosta de llevar adelante su amenaza y según el expediente que lleva la UFI 17 de Lomas de Zamora junto al Juzgado de Garantías 8 a cargo del magistrado Vitale su respuesta fue contundente: “Sí”. Cabe agregar que la pareja tiene un hijo de 4 años, por lo que además de un juzgado penal también se abrió una causa con el juzgado de familia número 10 y se pidieron por parte de la abogada de la víctima varias medidas cautelares que insólitamente recién tuvieron curso favorable dos horas después de que ella hiciera pública la situación y gracias a la intervención de la justicia penal, ya que el juzgado de familia no había resuelto nada.
Así se determinó para Acosta exclusión del hogar, restricción perimetral de 300 metros sobre la vivienda, prohibición de acercamiento en cualquier circunstancia y cese del hostigamiento tanto por vía personal como digital. También en la denuncia Ludmila admitió que no hubo testigos del suceso aunque se supone que le narró toda la secuencia de hechos a su madre y hermanas. Una de ellas ya declaró este mediodía y confirmó todo lo que Ludmila denunció, lo que le dio aún más sustento a la causa.
En sus redes sociales Ludmila hizo pública la situación esta mañana asegurando que Acosta viene ejerciendo esa violencia de género desde 2019 y que hasta ahora la Justicia no le ha dado respuestas. Es más, en su Instagram hizo relatos de golpes en distintas partes del cuerpo y amenazas con cuchillos de carnicero relatando un infierno que al instar la acción penal reiteró en Tribunales. “El día a día fue una tortura, todo lo que hacía estaba mal, no servía para nada, era poca cosa me decía, que él me salvó la vida, que me sacó del barro y que si decía lo que él me hacía me iba a matar a mí y a mi familia. Tengo miedo por mi vida y la de mi hijo. Siempre creí que iba a cambiar y me equivoqué. Y otra vez volví a vivir el infierno que no le deseo a ninguna mujer. Él está impune, sigue jugando y la gente lo quiere pese al monstruo de persona que es, violento hasta en la cancha. Por favor ayúdenme”.
El relato es de una sobreviviente. Ahora vendrá toda la etapa judicial en que ambos deberán demostrar con testigos las distintas situaciones, ya que el futbolista niega las acusaciones y envió un pedido para que ella no pueda hablar de la causa en los medios. Ella por su parte afirmó tener fotos e intercambios de WhatsApp que muestran a las claras que todo su relato es verdad. Será la UFI 17 y el Juzgado 8 los que tengan que determinar qué ocurrió y si Lautaro Acosta es pasible de ser llevado a juicio por violencia de género, un mal que se extiende sobre la sociedad en general y en el mundo futbolístico en particular. Por lo pronto, el delantero que estuvo en el partido del sábado pasado frente a Boca y entró en el segundo tiempo, está citado mañana a las 9.30 por la Justicia para tener una entrevista con los profesionales técnicos que llevan habitualmente las causas de violencia de género donde se hará un abordaje integral de su personalidad y si mientras tramita el proceso debe o no hacer el tratamiento que corresponda. Por ahora Acosta está convocado para jugar el próximo sábado en Santa Fe, cuando Lanús enfrente a Unión por el partido postergado de la fecha 14 de la Liga Profesional. Pero la denuncia es concreta. Y su situación, a partir de ahora, incierta. Absolutamente incierta.
Seguir leyendo: