La tercera edición de la UEFA Nations League cuenta con su primer finalista. El reciente torneo del Viejo Continente, que conquistó Portugal en 2019 y Francia en 2021, tuvo una semifinal cargada de emociones en el duelo que animaron Países Bajos y Croacia en el estadio De Kuip, del Feyenoord de Rotterdam.
El espectáculo fue vibrante y cambiante. Luego de una media hora con el marcador en blanco, Donyell Malen puso en ventaja a la Orange con un violento remate que dejó sin posibilidades a Dominik Livakovic. Pero los de Zlatko Dalic nunca modificaron su esencia y continuaron apostando por la creatividad de Luka Modric, la calidad de Mario Pasalic y el equilibrio de Marcelo Brozovic. Y a los 10 minutos del complemento Andrej Kramaric festejó el 1 a 1 para imponer suspenso en la tierra neerlandesa.
El seleccionado que se quedó con la medalla de bronce en el último Mundial de Qatar expuso una gran producción y la triangulación que conformaron Ivan Perisic, Luka Ivanusec y Mario Pasalic derivó en el 2 a 1 para silenciar a un escenario que no daba crédito con la derrota local.
Todo parecía indicar que la victoria que iba a quedar para los croatas, pero cuando el árbitro István Kovács adicionó 6 minutos en el cierre se encendieron las luces de la esperanza en Países Bajos. Por lo tanto, cuando Noa Lang capturó una pelota en medio del área a falta de 120 segundos para el final, el público estalló de felicidad con el 2 a 2.
Sin embargo, cuando se reanudó el duelo en el tiempo suplementario, el equipo de Ronald Koeman estaba descompensado y Bruno Petkovic capitalizó los espacios hasta concretar el 3 a 2 con un remate inatajable desde afuera del área. Aquel héroe que había marcado contra Brasil en el país del Golfo depositó a Croacia en la final del certamen continental.
Con la Orange completamente desordenada y desesperada, Tyrell Malacia derribó dentro del área a Petkovic y la pena máxima convertida por Luka Modric le puso el punto de cierre al notable espectáculo. Los croatas buscarán una nueva hazaña el próximo domingo 18 de junio frente al ganador del choque que animarán el jueves Italia y España en el estadio De Grolsch Veste, donde habitualmente juega de local el Twente. El combinado de la Europa del este va por su primer título. Y su espíritu de lucha alimenta la ilusión.
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