Julián Álvarez no tuvo minutos en la final de la Champions League en Turquía, pero eso no quita el gran aporte que realizó para el equipo a lo largo de los 13 encuentros que afrontó el Manchester City para alzar por primera vez la corona más preciada de Europa. El argentino finalizó como el segundo máximo artillero de su equipo en esta competencia y celebró en el campo de juego con su pareja, Emilia Ferrero.
El delantero de 23 años, que sumó el 13° título de su carrera, no escondió la alegría que lo acompañó tras esta conquista ante Inter: se fotografió con su pareja sosteniendo el trofeo, saludó a los fanáticos que se trasladaron hasta Estambul y luego habló sobre lo sucedido.
“Es muy poco tiempo el que llevo acá, pero la verdad que fue una temporada magnífica, increíble, en lo personal no sólo por la victoria, sino porque crecí mucho como jugador y como persona. Era un desafío para mí venir a otro país, a otro fútbol. La verdad que me recibieron muy bien, me ayudaron mucho y hoy terminamos la temporada de la manera que queríamos, ganando todo”, reconoció el Araña que sumó 3 goles en 10 presentaciones (4 como titular y 6 como suplente), lo que lo ubicó detrás de Erling Haaland (12 tantos) como uno de los goleadores del equipo en la cita junto con Bernardo Silva y Riyad Mahrez.
En la entrevista que le brindó a ESPN, Julián también dejó una referencia a lo que sucederá con su carrera en el futuro, teniendo en cuenta que en Manchester City es pieza de recambio y tras su actuación en el Mundial muchos grandes equipos del planeta pusieron los ojos en él. “Ahora estoy muy contento, fue un año increíble. Tengo que ir a la Selección, sumarme ahí, después vacaciones y después veremos cómo sigue”, aclaró con la mirada puesta en unirse al combinado nacional en China.
Julián también hizo referencia al mensaje que envió Pep Guardiola al equipo en el entretiempo: “Todos sabemos lo que significa jugar una final de Champions, sabíamos que iba a ser difícil. Ellos tienen grandes jugadores, juegan muy bien. Pep lo que trató de decir en el entretiempo fue que estemos tranquilos, que entendía los nervios de jugar una final, que no era fácil, pero que iba a llegar el gol como así fue. Estamos contentos por la victoria”.
Al terminar el encuentro, Álvarez abrazó con mucho cariños a Haaland, un competidor directo por la titularidad. “Es el ambiente que hay en el grupo: todos nos apoyamos entre todos. Más allá que unos jueguen más y otros menos, todos tiramos para adelante y creo por eso se dan los resultados”, explicó sobre el vínculo que mantienen.
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