Lautaro Martínez estuvo a punto de abrir el marcador en el minuto 58 de la final de la Champions League en Estambul ante el Manchester City. El delantero argentino del Inter, uno de los futbolistas más peligrosos en ataque del conjunto italiano, tuvo en sus pies el primer gol del partido, pero no pudo ante la intervención de Ederson.
La jugada comenzó con un grosero error de la defensa del conjunto de Pep Guardiola. Bernardo Silva lanzó un pase hacia atrás a la posición de Manuel Akanji, quien se confió y dejó correr el balón pensando que el arquero iba a rechazar. No contó con la astucia de Lautaro, que leyó la jugada y se quedó con la pelota para encarar el arco sobre la banda izquierda.
El delantero bahiense no tuvo un ángulo propicio para ensayar la definición ideal y el golero brasileño le achicó bien el arco. El Toro volcó su cuerpo hacia la izquierda y remató de derecha, prácticamente con la humanidad de Ederson encima. El brasileño tapó el disparo con su cuerpo y salvó al City.
El futbolista campeón del mundo y goleador del Nerozzurri arrancó la final como titular compartiendo el frente de ataque con el bosnio Edin Dzeko (luego reemplazado por Romelu Lukaku). El ex jugador de Racing estuvo muy activo durante todo el encuentro, pese a que el equipo dirigido por Simone Inzaghi no tuvo la mayor cantidad de tiempo el balón.
A los diez minutos de iniciado el cotejo, Lautaro mostró sus credenciales en el estadio Olímpico de Atatürk al pelear un balón que parecía perdido y casi fuerza el error del arquero Ederson, quien debió rechazar exigido. El argentino peleó nuevamente y chocó con el portugués Rúben Días.
Martínez, quien superó los 100 goles con la camiseta del Inter, se mostró participativo en ataque, intentando asociarse con Dzeko y Nicoló Barella, pero por momentos estuvo muy solo para hacer frente a sus rivales. Además, el árbitro polaco Szymon Marciniak no le sancionó algunas infracciones.
La jugada del mano a mano con Ederson fue el único remate a puerta del argentino, que a los 73 le dio un pase a Lukaku que lo dejó de cara al gol. El belga tampoco pudo doblegar al brasileño, que se convirtió en figura y sostén de la histórica consagración del Manchester City en la Liga de Campeones de Europa.
Una vez concluida la final, con el éxito fresco del City, Pep Guardiola tuvo un gran gesto con Lautaro al abrazarlo antes de la entrega de premios al equipo subcampeón. El delantero de Inter, con la bronca a cuestas por el resultado, retribuyó el saludo al catalán. El ex DT del Barcelona no tuvo la misma actitud con el resto de los futbolistas del elenco italiano.
Lautaro fue el primero en encabezar la fila de los subcampeones, seguido detrás de su entrenador, Simone Inzaghi. Los futbolistas del Manchester City, que luego levantaron el trofeo, le hicieron el pasillo a sus pares de Inter, reconociendo el esfuerzo en la final jugada en Estambul.
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