A los 48 años y luego de su experiencia al frente del primer equipo de Rosario Central, donde promovió muchos juveniles que hoy se destacan bajo la tutela de Miguel Ángel Russo, Cristian González aguarda por una nueva oportunidad en el banco de suplentes. El ex volante por izquierda del Canalla, la selección argentina, Boca Juniors, San Lorenzo y varios elencos del fútbol europeo abrió la caja de recuerdos y montó un verdadero show en el programa ESPN F90. Con su estilo descontracturado reveló varias historias de su carrera. Y también de su vínculo con Lionel Messi y Ángel Di María. Rosarino como ellos, fue el encargado de recibirlos en el country Kentucky cuando bajaron del helicóptero tras arribar al país luego del Mundial de Qatar y de la impactante caravana sobre el micro descapotable. Lo curioso es que se convirtió en anfitrión casi de casualidad... Y vestido de forma casual, en ojotas.
“Cuando volvieron, me quedé hasta las 5 de la mañana viendo la llegada a Ezeiza, miré todo, me fui a dormir. Me levanto 11.30 de la mañana y prendí la tele de nuevo, ponías un programa de cocina y era todo de la Selección. Un amigo me dice ‘venite a tomar unos mates’. ‘¿Viste que viene Messi?, me dijo. ‘Sí', le dije, pero más tarde. Vive donde vivo yo, en el mismo barrio. Y vemos en la tele, ‘eso es el Aeropuerto de Rosario, están acá'. Me puse las ojotas, me prendí un faso, salgo y vi pasar un helicóptero. Cayó mi mujer. ‘¿Viste que viene Messi?’, dijo. “Me da vergüenza, no voy”, le contesté. Yo vivo a 300 metros de la casa de él. Pero me insistió y dije ‘vamos’. Había mucha gente, autos en doble fila, pero vi un huequito, tiré la camioneta ahí, y me bajé. Vi la casa de Messi, con vallas. y me quedé atrás, solo. Me empecé a emocionar, empecé a aplaudir. Y se paró el helicóptero a 20 metros. Abrieron una ventanita y alguien saludó. Y dije, ‘éstos me vieron’. Bajó Messi y me dijo, ‘vení', me llamó como cuatro veces, y yo dije ‘no voy’. Bajó Angelito (Di María) y me dijo ‘vení'. Y me tiré de paloma, con ojotas”, relató el episodio entre risas.
Aquel furor provoca que el Kily le ponga paños fríos a la posibilidad de que los campeones del mundo jueguen en Newell’s y Central, los clubes en los que se referencian: “Creo que no estamos preparados para que vengan al fútbol argentino. Nosotros en Rosario tenemos al 1 y al 2 de la Selección, digo en cuanto a protagonismo, y no les pudimos hacer un homenaje. Es triste. Tenés a Messi y Di María y no les podemos hacer un homenaje. Me da mucha bronca. ¿Sabés lo que son? Estuve con Messi y Angelito en la casa, ¿sabés lo que son? A mí me preguntaron cuando era técnico de Central qué pensaba de la posible vuelta de Angelito. Y dije que son decisiones muy personales. Yo me volví con 31 años del Inter. Y no es que me arrepiento, el corazón me dijo eso. Este pibe es más grande, tenés tu estructura, tu familia, los chicos en el colegio. Depende de qué es lo que vos querés”.
* La “marca personal” de Bilardo, en la voz del Kily
OTRAS ANÉCDOTAS DEL KILY GONZÁLEZ
Su experiencia con Bielsa
“Bielsa me dejó todo en lo humano, desde la honestidad, la lealtad, de cómo te tenés que manejar en el fútbol, de que nadie es más que el otro, los valores que te enseñan en tu casa. Si no tenés humildad, no sos nada. No va. La humildad, el respeto, ante todo. Yo era el que le hacía chistes a bielsa, yo lo hacía reír”.
“¿Viste que cuando armás un cuerpo técnico tenés que elegir a las personas y a quienes se adaptan mejor? Él tenía una persona, uno de los mejores profes que tuve en mi vida, el profe Bonini. Tenía una particularidad para manejar las relaciones, los egos, y Marcelo se dedicaba a lo futbolístico. No lo veías a Marcelo, lo veías cuando entrenábamos, cuando comíamos la cena. Él al vínculo lo genera en el mano a mano. En una charla, cuando te muestra un video. Vi una persona tan honesta que no le podés fallar”.
“Él te daba puntos de vista que te abrían la cabeza. Todos van a hablar bien del tema de ser directo en lo que te tiene que decir, de hacerlo en la cara. Los chistes, cuando había, eran de Newell’s y Central. Él me hizo una muy fuerte. En la primera convocatoria en Holanda, Newell’s le había ganado 4-0 a Central y llego a la mini concentración, estábamos estirando, pasa por al lado, se me para enfrente y me dice ‘discúlpeme, ¿sabe cómo salió Newell’s y Central?’. Yo, la vena... No sé. Estábamos todos los jugadores y me empezaron a curtir. Y yo decía ‘Bielsa, primera convocatoria, lo puteo, no voy nunca más. Lo dejo ir, lo dejo ir’. Pero cuando se estaba yendo le dije: ‘Marcelo, usted me cagó la adolescencia’. Era la época en la que él dirigió a Newell’s y ganó todo. Me miró y me dijo ‘discúlpeme’. Pegó media vuelta y se fue. Ese ‘discúlpeme’ fue sentido”.
Bilardo en modo “Gran Hermano”
“Bilardo me seguía, me filmaba. Una vez estaba con un amigo, Peter, 20 años los dos. ‘Vamos a salir esta noche’, me dijo. Era jueves, jugábamos domingo. Yo pensaba que me iba a enganchar Bilardo. Yo no salí. Salió él con mi auto. Al otro día me llama Bilardo. Lo lleva a la Bruja de testigo. ‘Bueno, vamos a ver unos videos’, nos avisó. De repente, cortan la imagen y ‘fiuuu’, pasa un auto. La Bruja me tocó y me dijo ‘¿hiciste algo anoche vos?’. ‘No, me quedé durmiendo’, le respondí. Carlos me dijo: ‘¿Lo conoce al auto, pibe? Espere’. Y en toda la pantalla apareció el auto. ¿Cómo hago para que me crea? ‘Carlos, le juro, no era yo. Le presté el auto a un amigo’, le expliqué. ‘Le voy a creer porque más tarde me llega la segunda cinta’, me tiró. Y después se enteró de que había sido mi amigo”.
El consejo de Guardiola en pleno partido
“Yo estaba en Zaragoza, 21 años, entro al Camp Nou contra el Barcelona. Estadio reventado. Más de 100.000 personas, vamos a reconocer el campo, y escucho a dos compañeros que dicen ‘0-2 está bien’. Yo dije ‘¿qué 0-2? Vamos a ganar hoy’. En ese partido especial, Pep me dijo ‘dejate de gastar energías en discutir que eres buen jugador’. Me quedó eso, no le hice mucho caso, pero la idea era buenísima. Yo era muy calentón, adrenalina pura. No me gusta perder a nada”.
El día que le dije le dijo no al Real Madrid Madrid para ir a Boca
“Tenía una oferta del Madrid y Diego (Maradona) llama a mi casa para convencerme. ‘¿No querés venir a jugar a Boca con el Cani, con el Mono?’. Y le dije que no al Real Madrid. Tenía un precontrato firmado con el filial, con el Castilla. En ese Madrid estaba Redondo, y cuando coincidimos en la Selección me contó la historia de un bolso en la pretemporada, de un pibe que se llamaba Kily González, y no sabía quién era. Nunca fui”.
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