Los secretos de Alejo Véliz, el goleador de Rosario Central que se destacó en el Mundial Sub 20 y es buscado desde Europa

Hugo Galloni, coordinador de inferiores del Canalla, habló sobre cómo fue el proceso de captación del atacante de 19 años

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Alejo Véliz fue el goleador de la selección argentina en el Mundial Sub 20 (Foto: Télam)
Alejo Véliz fue el goleador de la selección argentina en el Mundial Sub 20 (Foto: Télam)

Alejo Véliz, apodado “Conejo”, fue el goleador del seleccionado argentino Sub 20 que quedó eliminado frente a Nigeria en los octavos de final del Mundial juvenil. El lungo de Rosario Central marcó tres tantos en cuatro partidos y cumplió con creces en el torneo que se desarrolla en nuestro país, ya que no había podido convertir durante el torneo Sudamericano en Ecuador a principio de este año.

Más allá de su corto paso por el elenco albiceleste comandado por Javier Mascherano, el atacante de 19 años lleva 14 goles en 53 presentaciones con la camiseta del Canalla. El santafesino nació el 19 de septiembre de 2003 en Gödeken, a unos 170 km de la ciudad de Rosario. En esa pequeña localidad de 1.800 habitantes se crio junto a su familia integrada por su papá Sergio, su mamá Andrea y su hermano mayor, Sebastián. Gracias a su padre, con tan solo tres años, comenzó a jugar al baby fútbol en el equipo de su pueblo. A los seis, la familia se mudó a Bernardo de Irigoyen, y rápidamente se fue a probar a Unión Deportiva y Cultural, club en el que hizo todas las inferiores hasta qué a los 16 lo fueron a buscar de la Academia rosarina.

A fines de 2019, el centrodelantero fue a probarse a la Quinta División canalla. Luego de cuatro pruebas, quedó fichado y convivió con sus nuevos compañeros en la pensión del club. A los tres meses, pasó a la Reserva hasta que le tocó debutar en la máxima categoría el 23 de julio del 2021 frente a Deportivo Táchira por la Copa Sudamericana. Sin embargo, para ser el goleador del equipo comandado por Miguel Ángel Russo tuvo que atravesar varios obstáculos en su carrera. Pero sus ganas de triunfar en una de sus dos pasiones, la otra es el malambo, y el enorme talento lo llevaron a convertirse en un diamante en bruto para el futuro canalla.

En diálogo con Infobae, Hugo Galloni, su primer DT y el coordinador de las divisiones inferiores que lo fichó, revela los secretos del delantero que anotó seis tantos en lo que va de la Liga Profesional de Fútbol. Cuáles son sus principales cualidades, por qué tiene una “linda personalidad” y a qué delantero histórico del fútbol argentino se parece.

Hugo Galloni
Hugo Galloni

— ¿Cómo observas el presente de Veliz?

— Es muy bueno, Alejo viene en continuo crecimiento. Todavía es joven y tiene mucho para dar. Convirtió tres goles en cuatro partidos. Jugó de arranque, cumplió y se lo ve con confianza. Es un chico con una linda personalidad, muy positivo y empuja siempre para adelante.

— ¿A qué te réferis con “linda personalidad”?

— Es bastante maduro para la edad que tiene (19) y junto a su familia la viene peleando y remando desde muy chico. Lo que tiene a favor es que es muy positivo, empuja para adelante, siempre bien predispuesto y con ganas de entrenar. También, es muy atento para escuchar y mejorar en lo que se le indica; va a aprender o aprender porque escucha y presta atención. Es muy completo por su temperamento. Muy buen chico para trabajar, es cero conflictivo.

— ¿Es introvertido o extrovertido?

— Extrovertido, y eso hace que enseguida caiga bien en un grupo de trabajo porque donde va es bien recibido por su manera de ser. Tiene muy buena relación con sus compañeros de Rosario Central, tanto con los de su edad como con los más grandes. Es capaz de hacerle una broma a un veterano como a un chico que recién empieza. Al mismo tiempo, se banca las bromas de todos, por eso lo aprecian mucho.

— ¿Cuándo lo conociste?

— A fines del 2019, cuando vino a probarse a Central. Yo era el coordinador de las inferiores. Lo trajeron para que lo vea y lo evalúe bien porque llegaba con 16 años y ya estaba para la 5ª división. No es un caso común, ya que empiezan de más joven a jugar en las inferiores. Encima, por el lugar de donde venía necesitaba quedarse sí o sí en la pensión del club. De esta manera, lo tuvimos un mes viviendo con nosotros, lo probamos y revolvimos dejarlo en la institución.

— ¿Por qué necesitaba quedarse en la pensión?

— Forma parte de una familia humilde que la pelea y trabaja para salir adelante. Son de Bernardo de Irigoyen, una localidad del centro sur de la provincia de Santa Fe. Su familia no contaba con recursos para venir a vivir a la ciudad rosarina. Entonces, el club se hizo cargo de eso y él respondió muy bien. Alejo vino a vivir sólo, ya que su familia vive en su lugar de origen. Eso pasa generalmente con todos los chicos que llegan al club, inclusive se nota aún más con aquellos que viven más lejos.

— ¿Qué tipo de contención le da la institución a estos jóvenes?

— Como pasó con Alejo, sucede lo mismo con el resto de los chicos, a quienes llevan a la pensión, donde hay gente que lo acompaña, no solamente sus compañeros. Ahí, están las canchas de entrenamientos y hay una psicóloga que los asiste a diario. Además, tienen relación constante con los coordinadores de las divisiones, como también con los técnicos por sí necesitan algo más. Por otra parte, los jóvenes van a la escuela acá. Un caso es el de Alejo que terminó el secundario en la escuelita de Central. Así que todo va de la mano, especialmente con chicos que no viven en la ciudad de Rosario. No es el mismo tratamiento con los viven en Rosario, pero el trato es muy similar. Igualmente, para estos que están lejos de su familia hay una oreja más para escucharlos porque sabemos que están solos.

— Con respecto a Veliz, ¿con qué jugador se encontraron?

— Con un chico rápido que iba muy bien de arriba y aguantaba muy bien la pelota. Empezamos a trabajar en eso, con la idea de enseñarles varios movimientos con o sin pelota y que vaya buscando variantes, porque cuanto más iba a jugar, más lo iban a conocer y mejor a marcar. Tiene mucho que aprender porque es muy joven todavía.

— Sin embargo, al poco tiempo de llegar a Central le tocó debutar en Reserva...

— Sí. A los 3 meses ya jugaba en la reserva. En julio de 2021, el ex entrenador Cristian Kily González lo subió a Primera y lo hizo debutar. Ahora, se encuentra en pleno crecimiento. Llamó mucho la atención de entrada su temperamento, sus ganas de ir a pelear todas las pelotas, de no dar nada por perdido, de buscar y querer un poco más. Generalmente, ese tipo de jugadores aprenden en el día a día y van mejorando.

— ¿En qué posición se probó?

— Yo estaba de coordinador de inferiores y se probó de centro delantero; lo fiché como responsable del jugador. Luego, lo dirigí en una categoría. ¿Qué exigimos en una prueba para un delantero? Lo vemos en el día a día y cuando hacen fútbol, observamos las cualidades que tienen. Tratamos de ver alguna cualidad que no tenga el resto de los jugadores del club. Rosario Central tiene una inversión diaria bastante importante para mantener a sus juveniles. Por eso, nos debemos asegurar que va a quedar y qué al corto plazo va a estar compitiendo. Porque no es fácil dejar a un chico en el club lejos de su familia y que encima no pueda jugar. Si llega a pasar eso, sería un golpe anímico importante el que recibiría. El caso de Veliz es especial porque vimos que rápidamente se adaptaba a todo, así que era difícil que le vaya mal.

— ¿Fueron cuatro pruebas?

— Sí. Primero vino 15 días y después otros 15. Llegó a una categoría donde había muy buenos jugadores. Entonces, para quedarse a vivir en el club a sus 16 años teníamos que estar seguros de que no nos estábamos sorprendiendo por verlo en apenas dos o tres entrenamientos. Así que fueron varias las pruebas y cuando lo aprobamos, ya estábamos completamente seguros de que a futuro iba a competir. Luego, el nivel de juego lo iba a marcar él.

— ¿Por qué en dos tandas de 15 días?

— Porque vino dos semanas y luego nos agarró la pandemia por el Coronavirus. Cuando todo se normalizó, volvió durante dos semanas al club para terminar de definir si se quedaba o no. Fueron casi dos años de un freno en su carrera. Pero en ningún momento aseguró que iba a largar todo, siempre estuvo positivo en continuar con su carrera. Tanto a él como a otros chicos, lo ayudó el sistema de competencia que hubo en Central porque al no haber descensos, se optó por el camino económico y se apostó a los chicos del club. Esa parte fue muy buena, ya que estos juveniles pudieron mostrarse porque en otras circunstancias a lo mejor se hubiera demorado un poco más su debut en la máxima categoría.

Galloni con algunas de las promesas que formó en Central
Galloni con algunas de las promesas que formó en Central

— ¿Qué otros chicos de su misma categoría llegaron a Primera?

— Gino Infantino, Mateo Tanlongo, Ulises Ciccioli, Facundo Buonanotte, entre otros. El Pupi Ferreira tiene un año más, pero cuando llegó Alejo entrenaban juntos.

— Entonces, ¿son varios los chicos con los que trabajaron para qué debuten en el seleccionado argentino juvenil?

— Siempre trabajé en las inferiores de Central. Me gusta, y es lo más gratificante que tenemos, porque todos saben que en divisiones inferiores el trabajo es porque a uno le gusta la formación de los chicos. Es una satisfacción para nosotros que los juveniles de la cantera vistan la casaca de Central. Estamos orgullosos de que esos chicos hayan pasado por nuestras manos, y hoy estén desarrollándose en la selección argentina. A mí me tocó de muy joven formar a futbolistas que en la actualidad son campeones del mundo. Por ejemplo, a Giovanni Lo Celso, Ángel Di María, a quienes tuve la suerte de hacerlos debutar en la reserva canalla y ver que están jugando en la élite del fútbol mundial.

— ¿Cuántos son los que tuviste en Central y fueron convocados al seleccionado sub 20?

— Sí, Tanlongo, Veliz e Infantino. Si lo hubieran dejado venir a Buonanotte, pasaban a ser cuatro. En la Mayor, tuvimos a Lautaro Blanco, Lo Celso y Di María. Todo esto habla bien del trabajo que llevamos adelante en las inferiores, y después, en lo personal es un orgullo haberlos tenido.

— ¿Alejo te regaló alguna camiseta?

— No, todavía no. A los chicos no le pedimos nada (risas). Les mando mensajes de WhatsApp y los acompañé en el Sudamericano de Ecuador 22, que no les fue bien. En el día a día estamos juntos, porque me toca trabajar en Arroyo Seco, ya que estoy en el cuerpo técnico de Russo.

— ¿Son respondidos esos mensajes de teléfono?

— Sí, siempre responden, son muy atentos y cordiales. Cada vez que le mandé algo durante el mundial Sub 20 y los felicité, recibo una pronta respuesta. Cuando Alejo está en Central, convivo con él en el día a día.

— El Mundial Sub 20 es una vidriera para equipos europeos y de otros continentes para llevarse jugadores en el próximo mercado de pases. ¿Qué te genera saber que la Sampdoria y la Fiorentina ya pusieron los ojos en Veliz?

— Es importante para su carrera y para el club, que sabrá cuándo es el momento de vender a Alejo. Seguramente, analizará las propuestas y qué es lo que más le conviene a ambas partes, deberán trabajar en conjunto. Pero la realidad es que su sueño es jugar en Europa, y sí tiene la suerte de llegar a España, a Italia o a Inglaterra será lo máximo para él y es a lo que aspira en su carrera. Espero que no le cause ansiedad, pero sí tranquilidad para seguir desarrollándose para que siga creciendo partido a partido y que no piense en otra cosa para evitar que se confunda. Él está bien, con los pies sobre la tierra, y eso es importante.

— ¿Ya está punto caramelo para sumarse a la selección mayor o le faltaría un golpe de horno?

— Está en pleno crecimiento. El entrenador de la Selección, Lionel Scaloni, sabe manejar muy bien a los chicos y lo citará en el momento justo, para que pueda jugar y convivir un poco con los de mayor experiencia. Hoy, se está trabajando muy bien en las selecciones argentinas y Alejo va por buen camino. Su tiempo ya le va a llegar.

— ¿Tiene algún apodo?

— Le dicen Conejo por su cara (risas).

— ¿A qué jugador lo ves parecido?

— Va muy bien de arriba, aguanta bien la pelota y tiene cosas muy parecidas a Martín Palermo. No es zurdo, pero tiene algunas cosas de delanteros grandotes y potentes. Encima, no deja de correr y se posiciona bien en el área.

— ¿Cómo atravesaron en el club el accidente automovilístico que tuvo hace un mes?

— Fue un accidente común en la circunvalación de Rosario, producto de que un camión con acoplado le pasó muy cerca, y lo chocó. Quedó un poco asustado, pero es algo que pasa con normalidad. Lo bueno que físicamente no le pasó nada.

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