“Tuve el privilegio de dirigir al mejor jugador de la historia del fútbol. Este será su último partido en el Parque de los Príncipes. Me atrevo a esperar que sea recibido de la mejor manera posible. De Leo se ha hablado mucho, le habéis analizado mucho. No voy a hablar de su primera temporada en la que tuvo que adaptarse automáticamente. Era la primera vez que salía del Barcelona. Este año ha sido un elemento importante, siempre presente en los entrenamientos. Los comentarios o críticas no las encuentro del todo justificadas. Cuando tienes una temporada con el Mundial de por medio, acabas con estadísticas de 21 goles y 20 asistencias... siempre ha sido al servicio del equipo. Ha sido un gran privilegio acompañarlo durante toda la temporada”.
Christophe Galtier puso en palabras lo que el mundo del fútbol presume: que el choque del sábado entre PSG, campeón de la Ligue 1, y el Clermont, marcará el final del ciclo de Lionel Messi en el conjunto parisino. Sin embargo, parece que la dirigencia del club todavía tiene esperanzas de que no represente el punto final de la relación, a pesar de los vaivenes de las últimas semanas.
Al menos así lo expresaron fuentes del PSG en diálogo con la agencia EFE. “Galtier se ha expresado mal”, advirtieron los voceros, subrayando que hizo referencia al último partido “de esta temporada”. La aclaración del la institución francesa, no obstante, no confirma necesariamente la permanencia de Messi -que termina contrato el 30 de junio- en la capital, aunque tiene una temporada tentativa extra. Messi llegó en agosto de 2021 al PSG con un contrato de dos temporadas, más una tercera opcional, por la que llegó a hacerle una oferta, que el club nunca sacó de arriba de la mesa.
He ahí el quid de la cuestión: hace aproximadamente un mes y medio, Jorge Messi, el padre y representante del astro, de 35 años, le informó a la directiva que declinaba el ofrecimiento por la ausencia de un proyecto deportivo claro para la próxima temporada. A partir de allí, casualmente, comenzó un asedio más marcado en cuanto a críticas de los medios locales. Y llegó el conflicto por su viaje prefijado a Arabia Saudita, que derivó en una suspensión de una semana por su ausencia en un entrenamiento que no aparecía en la agenda previamente.
La decisión del futbolista es buscar otro destino, pero hay señales de que en el PSG no todos piensan en un futuro sin Messi. De hecho, el club publicó imágenes de la Pulga modelando la camiseta para el período 2023/2024, en el que todo indica que no estará. ¿Algo podría modificar la salida del argentino, campeón del mundo en Qatar, precisamente tras vencer a Francia en la final? Tanto Luis Enrique como Marcelo Gallardo asoman como candidatos a reemplazar a Galtier; ambos con buena sintonía con el atacante. ¿Y si alguno de ellos se sienta en el banquillo y marca su número telefónico?
Más allá de las especulaciones e hipótesis, hay una realidad: Messi y su familia esperan definir su porvenir en el corto plazo. Y eso es, a más tardar, en una semana o diez días. El Al Hilal de Arabia Saudita hizo la oferta de mayor impacto desde lo económico: 400 millones de dólares por un año, el doble de lo que percibe Cristiano Ronaldo en el Al Nassr. No obstante, el anhelo del jugador es mantenerse al menos otra temporada en el máximo nivel europeo.
En ese sentido, Barcelona cuadraría a todo nivel, incluyendo el sentimental. Pero, más allá de los constantes coqueteos mediáticos, los blaugranas no presentaron una oferta oficial. Y, excepto que aceleren para acomodar los números al corset del Fair Play financiero y el Liga apruebe el plan de viabilidad, la posibilidad sigue luciendo compleja. Messi también recibió algunos sondeos de la Premier League (¿Manchester United?). Y siempre está a la expectativa la alternativa Inter de Miami, que prepara un paquete para seducirlo con el desembarco como rostro de la MLS.
El mismo incluiría un contrato por 53 millones de dólares al año durante cuatro temporadas. La posible incorporación de otras grandes figuras como su amigo Sergio Busquets y hasta la chance de ofrecerle un 5 por ciento de la propiedad del club.
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