(Enviado especial a San Juan) Javier Mascherano por momentos esbozó una mueca de sonrisa. Quizás haya sido un acto reflejo ante la incomodidad, podría ser de resignación, tal vez un escudo para afrontar los dardos periodísticos que tantas veces tuvo que esquivar, pero también puede ser una sensación real ante saber que un casillero de su pensamiento futbolístico se cumplió a pesar de sumar una dolorosa eliminación en octavos de final ante Nigeria en el Mundial Sub 20. “Me hubiese lamentado si el equipo no jugase a lo que entrenamos durante 18 meses. Por eso me voy tranquilo, al final en un escenario como el de hoy, el equipo fue el que tenía que ser”, especificó.
El Jefecito fue el único que habló tras el adiós de la selección argentina. Sus jugadores pasaron en fila india por los pasillos de la zona mixta. El DT cumplió con los protocolos y brindó tres conferencias de prensas distintas ante los diversos enjambres de cronistas que lo esperaban. “Creo que hoy estos chicos se fueron vacíos. No solamente actitud a la hora de defender, de disputar, sino también a la hora de jugar. Creo que la actitud fue la que teníamos que tener. En ese sentido se lo dije a los chicos en el vestuario: no hay ningún reproche”, dijo ante Infobae a la hora de revelar el mensaje que dejó puertas adentro.
Lógicamente, el peso de la salida temprana de la Copa del Mundo es una daga al corazón futbolero de un país todavía en plena celebración por la reciente obtención del Mundial en Qatar, pero más allá de eso Mascherano aclaró qué fue lo que más dolor le causo de esta derrota contra Nigeria: “Que los chicos no hayan tenido la recompensa que quizás merecían. Al final pretender en esta categoría no tener ningún tipo de error es prácticamente ser un necio. Sabíamos que en algún momento íbamos a poder tener algún desajuste y la verdad que lo pagamos carísimo. Esa es la realidad”.
“No me gusta hablar de injusticias. Sí, estoy triste porque creo que fuimos el equipo que llevó el peso del partido durante los 90 minutos, el que más intentó, buscó. Lamentablemente es difícil de explicar cuando perdes, pero nosotros no estamos solamente para analizar resultados. Estamos para analizar el juego sí, y creo que en el juego hemos sido muy superiores a Nigeria”, aclaró.
Mascherano planteó un esquema que sorprendió de inicio con un Mateo Tanlongo parado delante de los cuatro defensores y un Federico Redondo que salía casi hasta la puerta del área rival en la salida nigeriana para colaborar en la presión del contrincante junto con los cuatro de arriba. También debió descubrir de qué modo saltear la presión que ejercían los africanos. “En el primer tiempo, salvo los primeros cinco minutos que nos costó ajustar la presión, en ningún momento Nigeria pudo salir de esa situación de presión que hacíamos en el saque de arco. Después cuando teníamos la pelota al principio nos costaba construir. Siempre desactivar a un rival que te hace persecuciones no es fácil, pero con el correr de los minutos lo logramos. Creo que los últimos 20 minutos del primer tiempo, y después ya en el segundo tiempo, Argentina encontró el partido, llevó el peso del partido, quizás si hubiésemos encontrado un gol la historia era otra”, reveló sobre su planificación.
En detalle, el modelo utilizado fue: “Nosotros lo que intentábamos hacer que el jugador que tenía la pelota era el jugador libre. La intención era que ese jugador sea el que provoque el salto de otro. Es decir, cuando me salte a la presión otro va a estar dejando un compañero libre. Encontrar a ese compañero libre. En los primeros minutos nos costó porque terminábamos saliendo por derecha que era donde nos igualaban. Después cuando los chicos pudieron entender que era el central izquierdo, que era Valentín Gómez el que tenía la superioridad, a partir de eso cuando venía Luka (Romero), el Colo (Barco) quedaba libre porque les costaba hacer esa persecución. O el lateral iba directamente con el Colo y el que quedaba libre era Luka, ahí empezamos a encontrar. Estamos pidiendo a chicos de 18 o 19 años que vean el fútbol como gente de 50 o 60. Es parte del proceso, a veces nos olvidamos, pero está en nuestra responsabilidad que lo vayan entendiendo. Y los chicos cuando lo tuvieron que encontrar lo encontraron. Lo hicieron, la pelota no entró”.
Precisamente Romero, titular por segunda ocasión consecutiva, fue uno de los puntos altos en la creación: “Luka creo que ha tenido un gran Mundial. Ha ido de menor a mayor. Nuestra preocupación era que llevaba muchos meses sin jugar, queríamos llevarlo de a poco. No es fácil cuando vos no tenes una continuidad. Teníamos a varios chicos en este sentido con poca continuidad, entonces teníamos que ir administrando. Creo que lo hemos hecho o hemos tratado de hacerlo de la mejor manera. Creo que Luka ha tenido un gran Mundial, ha estado al nivel, ha estado a la altura de lo que nosotros esperábamos de él. Felicitarlo...”
Masche reconoció que tenía un “preconcepto” o una “idea errónea” sobre el recibimiento que podía recibir de la gente, pero se sorprendió por el amor que le expresó el público a punto tal que fue el más ovacionado en la previa cuando sonó la formación por los altoparlantes: “Fue hermoso, la verdad. Hermoso el apoyo de la gente, sentir el cariño. Hacía rato que no sentía el cariño de tanta gente. Para mí esto fue una caricia al alma”.
Más allá de reiterar su frase sobre la “renuncia en el escritorio” de Chiqui Tapia durante todo su proceso, también quiso dejarle un consejo a sus dirigidos ante la prensa: “En la derrota creo más que nunca. Antes del partido se los dije. Creo que el fútbol, como en la vida, cuanto más grande es el escenario, más importante es el momento, es donde uno se tiene que acercar mucho más a sus convicciones. Nuestra manera de jugar era esta. Hoy lo hicimos como hace un año y medio venimos entrenando con los 120/130 chicos que pasaron dentro del proceso”.
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