El argentino Agustín Canapino cumplió el sueño personal de intervenir en las tradicionales 500 Millas de Indianápolis de automovilismo, pero un choque a ocho vueltas de final le impidió concretar una hazaña deportiva. El oriundo de Arrecifes de 33 años, con una unidad del equipo Juncos Hollinger Racing, estaba entre los 15 mejores pilotos cuando se encontró delante suyo con el toque de Scott McLaughlin a Simon Pagenaud que le hizo perder el control, recostarse sobre el muro y chocar al mexicano Patricio O’Ward, que estaba con el auto detenido.
“Sí, una pena porque veníamos tan bien. Estábamos en el top 15 a falta de menos de 10 vueltas, me relancé bárbaro, pude pasar a tres autos y justo cuando se pega Pato (O’Ward), ponen bandera amerilla y McLaughlin toca a Pagenaud. En esa desaceleración Pagenaud queda delante mío entrando en trompo, y yo por evitar el golpe con él también lo pierdo (al auto) y me voy al muro. Mucha mala suerte, una pena enorme porque estabamos muy cerca del final, con grandes posibilidades de un top 15 y por qué no pelear por un top 10″, lamentó en diálogo con ESPN.
Sobre el histórico rendimiento que lo llevó a alcanzar el tercer puesto, cuando la carrera se detuvo con posterior reanudación por un accidente, Canapino explicó: “Estábamos bien, era la idea aprovechar esa estrategia y cada vez que tenía aire limpio giraba rápido. Esa posibilidad me permitió pasar de estar 22-23 a 17 y en el relanzamiento pasé a muchos autos y me había puesto ahí en pelea con los pilotos de equipos grandes, peleando por un lugar en el top 15 y tratando de terminar la carrera en esas posiciones, que era lo máximo que podíamos aspirar. Una pena después de 190 vueltas, estando muy cerca del final, con una posibilidad de un buen resultado que termine así duele. Pero es mala suerte, cosas de las carreras, pusimos todo y es lo que salió”.
El estadounidense Josef Newgarden (Team Penske), campeón de la Indy Lights en 2011, se proclamó ganador por primera vez en su carrera, al superar en el duelo mano a mano de los metros finales al sueco Marcus Ericsson, quien venía de triunfar en la edición anterior. Canapino, en tanto, fue el primer argentino en 83 años que compitió en una de las pruebas que componen la “Triple Corona” de la actividad junto con al Gran Premio de Fórmula 1 en Mónaco y las 24 Horas de Le Mans.
“Siempre se aprende. Cada vez que me subo al auto me siento mejor, un poco más cómodo, y voy evolucionando. Es como que uno nunca deja de aprender porque estoy recién empezando, así que espero que toda esta experiencia siga para seguir evolucionando”, destacó el oriundo de Arrecifes, cuatro veces campeón del Turismo Carretera. Sobre el golpe que sufrió en su brazo izquierdo, llevó tranquilidad: “Nada por suerte, todo muscular. Tengo hinchada la mano por el golpe, pero nada roto. Me atendieron muy bien el cuerpo médico de la categoría, me hicieron Rayos X no tengo ningún hueso roto solamente el golpe contra el muro que fue fuerte. Luego contra Pato el auto ya me queda sin control, sin frenos y tirado para arriba, no lo veo, cuando lo veo ya lo estaba por chocar y lo termino golpeando sin querer”.
Canapino exhibió su costado albiceleste con un auto preparado especialmente para la ocasión con los colores de la bandera argentina. Además, recibió el saludo del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, quien en redes sociales publicó el siguiente mensaje: “Vamos Agustín Canapino, después de 83 años vuelve a girar la celeste y blanca en el mítico circuito de Indianápolis. Todos alentando por vos en el Indy 500!!!”. El auto tuvo inscripta la leyenda “Muchachos”, en honor a la canción que los hinchas hicieron popular durante el Mundial de Qatar 2022, que consagró campeón al equipo dirigido por Lionel Scaloni, con Lionel Andrés Messi como genio y figura.
“Muchas gracias, esta es la pasión nuestra, así somos. Es la idea, podemos mostrarle al mundo y a los Estados Unidos de qué estamos hechos. Me da pena no haber terminado la carrera, era un broche hermoso, no se pudo y ojalá tenga una segunda oportunidad el año que viene”, expresó en gratitud a decenas de fanáticos, todos con la indumentaria albiceleste, que lo vitoreaba y que entonó el célebre tema futbolero de La Mosca, para alentarlo durante la carrera.
Canapino se incluyó en la grilla de 33 representantes del IndyCar, en una clasificación en la que obtuvo el 27mo. puesto, para la edición número 107 de esta competencia emblemática. Logró la sexta colocación en la última sesión de ensayos celebrada el viernes pasado, lo que abrió expectativas de ubicarse al menos entre los 20 mejores pilotos. A pesar de su buen rendimiento, ese accidente lo perjudicó de sobremanera y el choque con el auto de O’Ward hizo trunco su sueño de finalizar la carrera y lo relegó a la posición 26.
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