Este domingo al mediodía se producirá un hecho histórico para el automovilismo nacional, ya que Agustín Canapino será el cuarto argentino en largar las 500 Millas de Indianápolis y el primero en hacerlo en 83 años. El Titán de Arrecifes, que también es debutante en la IndyCar (sexta fecha de la temporada), logró clasificarse el fin de semana pasado al volante del Dallara-Chevrolet del equipo del compatriota Ricardo Juncos. Ambos van por una patriada, aunque puede decirse que ya la lograron.
Canapino, de 33 años, consiguió uno de los 33 mejores registros para poder entrar en la grilla de partida que lo verá en el cajón 27º de la partida en movimiento, como se caracteriza a la principal categoría de monopostos de Norteamérica y la segunda en el planeta detrás de la Fórmula 1.
Correr en el legendario óvalo de cuatro kilómetros, que fue inaugurado en 1909 y que tres años más tarde tuvo la primera edición de las 500 Millas, es un hito para alguien que se estrena. El rendimiento de Agustín en la previa fue de menor a mayor y por eso hay motivos para ilusionarse.
En la previa de una de las tres carreras de pista más importantes del planeta junto al Gran Premio de Mónaco de F1 y las 24 Horas de Le Mans, Infobae habló con el múltiple campeón a nivel nacional sobre el gran desafío de su campaña. “Las expectativas son las de siempre y hay que mantener los pies sobre la tierra. Saber dónde estamos parados y lo nuevo que soy y también el equipo”, analiza el múltiple campeón argentino (15 títulos: 4 de TC, 2 de TC 2000, 7 de Top Race, 1 de TC Pista y Copa Mégane).
Sin embargo, el haber ganado confianza lo lleva a no tener como principal objetivo el cruzar la meta. El Titán va por más: “Salgo a correrla de la mejor manera posible. No solo ver la bandera de cuadros, sino intentar conseguir el mejor resultado que podamos. No me voy a conformar solo con llegar. Tenemos un auto para llegar al top 20º, que creo que sería lo ideal, pero nunca se sabe”,
Su auto, que para esta edición tiene un diseño especial con los colores de la selección argentina y que es un homenaje para el equipo que fue campeón mundial en Qatar 2022, se mostró en un buen rendimiento y eso lo lleva a Canapino a poder elevar sus expectativas.
“Vamos a intentar ir para adelante. Ver si podemos avanzar, tener un buen ritmo y ver con las estrategias y paradas en boxes, por qué no, intentar terminar entre los 20 primeros, sería increíble. O por qué no un poquito más adelante. Ese es el máximo objetivo que podemos tener”, agrega.
Avisa que “la carrera será durísima, con 200 vueltas, tres horas o más de competencia dependiendo las banderas amarillas (neutralizaciones por algún incidente) y el primer stint (tramo de carrera cuya cantidad de vueltas se determina en el plan previo). A partir de ahí tendremos un panorama de cómo está el auto”.
Al ser una competencia de largo aliento sabe que también dependerá de cómo se encuentre el auto luego del desgaste típico de una carrera con alta temperatura (30 grados aproximadamente) y en un óvalo con curvas peraltadas en el que se alcanzan velocidades de 370 km/h. “Después hay que ir ajustando el coche a medida que pasen los stints con la presión en las gomas y los ajustes en los alerones (tema clave para la aerodinámica y mejor penetración del aire para ganar velocidad). Tratar de que la estrategia vaya acompañando, que las paradas en boxes sean lo mejor posible. Va a ser una carrera en la que van a pasar muchas cosas. Pero vamos a tomarlo con paciencia y con calma”.
Sobre los últimos trabajos en el coche, explica que “el auto lo fuimos aproximando en todas las salidas a pista que tuvimos. Con todos los ajustes finales tratamos de dejarlo lo mejor posible porque es muy diferente clasificar a correr. Trabajamos duro con los ingenieros para lograr la mejor puesta a punto”.
Canapino tuvo un mejor medio mecánico que su compañero de equipo, Callum Illot, que debió cambiar su coche y usar el que empleó el arrecifeño en sus primeros ensayos en Indianápolis en abril. La escudería Juncos Hollinger Racing no es una de las poderosas, pero tiene una gran experiencia y esta será su sexta presencia en las Indy 500. Los equipos más fuertes son el Chip Ganassi Racing, Team Penske, Arrow McLaren y Andretti Autosport.
Es el primer argentino en largar las Indy 500 luego de 83 años tras la participación. Martín de Álzaga Unzué y Raúl Riganti fueron los pioneros y compitieron en 1923 con sendas Bugatti Type y abandonaron por fallas en una biela y en el tanque de nafta, respectivamente. Riganti volvió en 1933 y fue 14° con un Chrysler y en 1940 se golpeó tras un despiste con una Maserati. En tanto que Juan Antonio Gaudino abandonó por una falla en el embrague de su Chrysler en 1932. En 1958 el propio Juan Manuel Fangio no pudo correrla al no tener un medio mecánico acorde en el Kurtis Kraft 500G Offenhauser. También penó en el intento Carlos Alberto Pairetti en 1970 con un Drake-Offenhauser.
La carrera se largará a las 12 del mediodía de la Argentina y será televisada por Star +. El español Alex Palou (Chip Ganassi Racing) partirá desde la pole positions y es uno de los candidatos junto con el sueco Felix Rosenqvist y el mexicano Pato O’Ward (ambos del Arrow McLaren), el neozelandés Scott Dixon y el japonés Takuma Sato (con sendos autos del team Ganassi), el australiano Will Power y el estadounidense Josef Newgarden (los dos del Team Penske). Tampoco hay que descartar a los baluartes del Andretti Autosport, el francés ex F1 Romain Grosjean, y otro local, Marco Andretti, nieto del legendario Mario Andretti, campeón de F1 (1978), la IndyCar (1984) y ganador de las Indy 500 (1969).
Pero, pese a un análisis preliminar, todo puede pasar. Se trata de un evento diferente al de una carrera común, ya que debido a su extensión no es clave largar adelante. Un accidente que puede involucrar a uno o varios pilotos, el desgaste de los coches, oalgún error de un corredor en una exigencia máxima como lo son las 500 Millas, puede modificar todo.
Se esperan 400 mil espectadores en el mítico escenario en lo que es el evento masivo más grande de los Estados Unidos. Esa multitud alentará a 33 gladiadores que irán por la gloria y entre ellos hay un argentino, Agustín Canapino, que ya consiguió la hazaña de largar, pero dejó en claro que no se conformará con terminar la carrera.
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