La Champions League concluirá el sábado 10 de junio en la definición que disputarán Inter y Manchester City en Estambul dentro de un cruce con presencia argentina por el enfrentamiento entre Lautaro Martínez y Julián Álvarez. Sin embargo, el Nerazzurri empezó a enfocarse en el próximo mercado de pases para dejar atrás la floja campaña en el plano doméstico y apuntar todos sus cañones a recuperar el cetro del Calcio, ya que buscará fortalecer sus divisiones inferiores y dar mayores opciones a la delantera con uno de los mejores talentos que tiene el Mundial Sub 20: Oliver Schmidhauser.
Con solo 18 años, el punta deslumbra con su imponente estatura de 1.89 de altura y se establece como una de las principales cartas ofensivas del plantel de la República Dominicana en la Copa del Mundo juvenil, la primera en la historia de ese seleccionado. Solo su nombre dispara el comienzo de una singular historia que lo llevó a representar a Suiza, sobresalir en Europa y atravesar una “difícil” adaptación en su estadía por Alemania. En la comodidad de la concentración donde se alojan sus compañeros, Schmidhauser recibió a Infobae en la previa a su segunda actuación ante Brasil este miércoles desde las 18 en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza.
“Mi mamá nació en República Dominicana, pero ella se fue a trabajar a Suiza y allí se conoció con mi papá”, cuenta sobre los motivos que influyeron en su natalicio del 2 de junio de 2004 en la ciudad helvética de St. Gallen. En distintas ocasiones se ha alojado en la capital dominicana de Santo Domingo para recorrer su tierra materna y estar cerca de la familia proveniente de ese costado del árbol genealógico. A más de 20 kilómetros de distancia, sus parientes más cercanos alistaban todos los detalles en su lugar de residencia, la provincia de San Cristóbal, para celebrar su vuelta, al menos por algunos días.
Uno de los clubes más importantes de su ciudad natal, FC St. Gallen, le abrió sus puertas para comenzar la práctica deportiva y, con solo 11 años, se mudó a Berlín para instalarse bajo las huestes del Hertha Zehlendorf, una institución especializada en la captación de talentos. A mitad de 2017, fue fichado por dos temporadas en el Spielvereinigung Unterhaching, elenco de Múnich que milita actualmente en la cuarta división. Debió retornar a Suiza para lucir sus habilidades en las categorías formativas del Vaduz, aunque tuvo revancha en la Sub 19 del Greuther Fürth. Solo duró un semestre en la entidad que había descendido recientemente a la Segunda División y Leipzig apareció en su camino para reforzar sus inferiores.
En este país, Schmidhauser empezó a transitar los deberes y las responsabilidades de un adulto antes de tener la mayoría de edad. En el medio, aparecieron desafíos y obstáculos propios de cruzar las fronteras para mantener viva la llama del sueño de debutar en la máxima categoría: “Mi adaptación a Alemania fue muy difícil porque el nivel futbolístico es otro. Tenía un tiempo para adaptarme, pero estoy muy bien. Ahora que lo pienso, vivir solo en Leipzig fue lo más difícil, ya que tuve que cocinarme y hacer otras tareas”.
La falta de oportunidades en el plantel profesional lo obligó a repensar su futuro en ese territorio. “No me voy a quedar en Leipzig”, le confío a este medio con vistas a su próximo desafío (vence su contrato a mitad de año) y, ante la repregunta inmediata, confirmó que el finalista de la Liga de Campeones está tras sus pasos: “Sí, Inter está interesado en contratarme”. A pesar de este sondeo del tricampeón de la Champions, mantuvo los pies en la tierra: “Tengo otras opciones. Pensaré a dónde iré ahora y voy a firmar después del Mundial”.
La mesura y la tranquilidad son signos distintivos de la charla con el centrodelantero, que aún exhibe algunas complicaciones en la comprensión del castellano al estar instalado durante mucho tiempo en Europa. Sin embargo, se le dibuja una mueca cuando se refiere a la posibilidad latente de compartir ataque con Lautaro Martínez y Edin Dzeko en la ofensiva del segundo máximo ganador de torneos locales en Italia e intenta ir paso a paso: “Sí, es un sueño muy grande, pero si voy a Inter es para jugar en la Sub 19”. Podría disputar el Torneo Primavera, competición que reúne a los equipos italianos correspondientes a esa categoría.
El futbolista, que tiene como ídolo a Karim Benzema y se referencia en Marcus Rashford a la hora de mencionar nombres con los que lo han comparado, ya sabe lo que es vestirse con otra camiseta a nivel selecciones, porque ha jugado un puñado de minutos con la Sub 19 de Suiza. La ausencia de las Cruces Rojas terminó siendo clave en la decisión de Oliver Schmidhauser, quien explicó porque se inclinó al llamado del conjunto caribeño. “Aquí tengo la oportunidad de jugar un Mundial y Suiza no se clasificó. Allá hay muchos jugadores buenos y es más difícil para jugar. Yo hablé con ellos y lo entendieron”, contó sobre la charla que mantuvo con los del Viejo Continente.
Esta convocatoria hizo feliz a una persona muy importante en su vida: su madre. En una de sus últimas frases, el jugador manifestó el pedido que recibe de ella para verlo con la camiseta de su país: “Mi mamá me dice siempre que me quiere ver jugar con la selección dominicana y está muy contenta ahora que estoy aquí”. Esta particular solicitud podría tener fecha de caducidad, debido a que el protagonista aún no decidió cuál será su país predilecto: “Ahora, solo tengo a la selección dominicana en mi cabeza, pero nunca sabes... ¿Un día voy a jugar con Suiza? No sé”.
Por lo pronto, La Selecta podrá disfrutar de su figura en los próximos encuentros y deberá comenzar el Operativo Seducción para su elección final. Más allá de haber ingresado a 11 minutos del final en la derrota 2-1 ante Nigeria, el atacante permanece como una de las primeras opciones del entrenador Walter Benítez, podría tener rodaje ante la Canarinha y este sábado ante Italia. Esto cuenta con el aliciente de que la selección marcará un hito en 2024 disputando los primeros Juegos Olímpicos de su historia.
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