Después de poco más de cuatro meses desde la detención de Dani Alves, acusado de una presunta violación a una joven de 23 años en el baño de una discoteca de Barcelona, el periódico catalán Ara tuvo acceso a las cámaras de seguridad del lugar y detalló cómo fue la secuencia de aquella noche del 30 de diciembre.
Según las informaciones que se conocieron hasta el momento, Dani Alves ingresó a Sutton durante la madrugada y fue directo al sector VIP, más precisamente a la mesa número 6 que se encontraba en ese piso. Desde allí el futbolista le pidió al camarero que llamara a la mujer, que estaba con su grupo en el mismo sitio pero más alejadas.
Ellas accedieron. Comenzaron a hablar y a tomar botellas de champagne, hasta que el ambiente se volvió más distendido y comenzaron a bailar. A partir de allí, el diario Ara relató lo que sucedió tras ver la grabación de las cámaras: “En un momento, la víctima estaba de espaldas al futbolista, pero él le agarró la mano y la llevó a la zona de sus genitales. La chica la sacó de repente y, disimuladamente, alargó su mano hacia su prima para seguir bailando con ella y alejarse de Alves”.
Mientras continuaban bailando hubo otro episodio que remarcó el medio en cuestión: “Bailaron cara a cara y Alves bajó la mano hasta el trasero de la chica. Ella volvió a quitársela”.
Pero esos momentos incómodos que vivió la mujer, tal como lo refleja el periódico, iban a ser sólo el comienzo. Acto seguido, “Alves se marchó de la escena (...) Una cámara que grabó toda la planta muestra claramente cómo el futbolista se puso delante de una puerta, la abrió y espero a que fuera la víctima. Luego le cortó el paso y cerró la puerta cuando la chica estaba adentro”.
Al mismo tiempo, también explicaron, según lo que pudieron ver a través de las cámaras, que la joven “no sabía a donde estaba entrando”, porque la luz estaba apagada y no se veía el interior.
“La chica se dirigió de tal manera que sólo ve a Alves adelante de la puerta y no podía captar qué había dentro. Además, no había ningún rótulo en la puerta. Ella, según declaró, pensaba que iban a una zona para fumadores. Su idea era despedirse del futbolista después de hablar con su prima porque no estaban cómodas”.
Lo único que no pudieron capturar las cámaras fue lo que sucedió una vez que esa puerta se cerró. Sin embargo, sí grabaron sus reacciones al salir de allí. “Dani Alves fue el primero en salir del baño. Caminó unos metros y agarró una copa de la mesa, le dio un trago y se apartó hacia un extremo del sector VIP, evitando hablar con los que estaban con él. Conversó con los del reservado de al lado y se tomó una foto con ellos”.
La chica, por su parte, “salió y fue directo a buscar a la otra joven (su prima) para decirle que era hora de irse. La primera se despidió del amigo de Alves con un beso; la víctima de la supuesta agresión, distante, solo le chocó la mano. Ambas salieron deprisa de la discoteca”.
Una vez en el pasillo que se encontraba a metros de la calle, la víctima rompió en llanto. “Estaba con su prima y se puso a llorar. Uno de sus primeros gestos fue señalarse rápidamente la rodilla, donde tenía una herida que el informe médico recogió”, relató Ara y explicó que ese tipo de lesiones suelen ser habituales en las agresiones sexuales.
“La chica estira la pierna y con el dedo se va tocando la rodilla mientras mira a su prima. Luego, se abrazaron. Durante todo ese rato no paró de llorar. Ante esta situación, un guardia de la discoteca se acercó. La chica, de nuevo, se señaló a la herida”, continuó el relato.
Posteriormente, llegaría una de las escenas más relatadas durante estos últimos meses: la salida de Dani Alves de la discoteca. “El futbolista, con un suéter encima de la camiseta blanca y una gorra puesta, pasó junto al grupo sin detenerse e incluso se le ve dar un pequeño paso para esquivar a las chicas y al guardia. La conversación se detuvo y lo miraron sin decir nada”.
Esa fue la última escena antes de que la denunciante fuera trasladada al hospital, en donde finalmente se comprobó que hubo penetración. Finalmente, el periódico en cuestión afirmó que hubo un notable cambio de postura del futbolista en lo que respecta a cómo estaba antes de ingresar al baño y después de salir: “Antes estaba distendido, sociable y conversador. Después no volvió a hablar más ni con la víctima ni con su prima”.
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