(Washington, Estados Unidos) El presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez, relató en un foro sobre lavado de activos en Washington los “escalofríos” que sintió el día que asumió la conducción del organismo y cómo debió diseñar en el acto una estrategia para que personas de su extrema confianza se quedaran en su oficina toda la noche cuidando una gigante caja chica que tenía el organismo. Domínguez asumió en enero de 2016 luego del escándalo de corrupción que sacudió al fútbol y descabezó a la Conmebol y la FIFA.
“Asumí y fui a la oficina. Todos quienes trabajaban para Conmebol eran personas contratadas en las administraciones anteriores y yo no tenía ninguna persona de mi confianza y tampoco podía saber aún quién era quién. Era un poco a la casa del terror”, relató Domíguez. Según contó, ya era entrada la tarde de su primer día en el cargo cuando llega el secretario general de la organización y le lanza un pregunta que parecía simple pero no lo era: “¿Qué hacemos con la caja chica?”.
“Yo vengo del mundo privado y la caja chica no fue nunca de mucha importancia para un dueño. Por curiosidad le digo: ‘¿por qué te preocupa la caja chica?’. Me dice: ‘No, a mí no me preocupa. Lo que pasa es que están los USD 500.000 en la caja fuerte’. Lo cuento y vuelvo a sentir el mismo escalofrío”, agregó Domínguez ante representantes de todos los países de América Latina y El Caribe que se dedican investigar el lavado de activos.
Los bancos a esa hora ya estaban cerrados y cualquier cosa que hiciera con ese dinero, en una organización manchada por un enorme caso de corrupción, podía ser letal para el presidente recién asumido. “Pensé en traer mi colchón y dormir al lado de la caja fuerte, porque no había otra opción. Y, de hecho, hicimos una alternancia y una vigilancia durante toda la noche con gente de mi confianza para esperar que a las 9 de la mañana esa plata pudiera ser depositada en el banco”.
Esa anécdota sirvió a Domínguez para relatar el descontrol que encontró en la organización que regula el fútbol sudamericano cuando asumió. El presidente de la Conmebol y vicepresidente de la FIFA viajó a Washington para participar en la 54° reunión del Grupo de Expertos para el Control del Lavado de Activos (Gavelax), el foro organizado por la secretaría técnica del Departamento contra la Delincuencia Organizada Transnacional (DDOT) de la OEA.
Durante dos días, los expertos se reúnen en Washington para discutir regulación y cooperación entre los países. En ese marco Domínguez fue invitado a participar de un panel sobre la “importancia del intercambio de información en el ámbito de la inteligencia criminal y financiera y múltiples actores del sistema”.
Organización hecha a medida del delito
La experiencia de la Conmebol sirvió de ejemplo para que los expertos pudieran ver en el evento de la OEA cómo la cooperación entre países e instituciones puede no solo desactivar organizaciones criminales sino también recuperar los bienes que fueron sustraídos.
Domínguez puso ejemplos de cooperación que resultaron y otros que no. Según relató, la Conmebol pudo recuperar “más de USD 130 millones en efectivo” por vía judicial y extrajudicial, principalmente gracias a la colaboración de Estados Unidos (USD 70 millones) y Suiza (USD 57 millones).
Sin embargo, las denuncias realizadas en Paraguay no han llegado a nada. “Todavía estamos pendientes de que mismo ocurra en el sistema financiero donde está la sede de la Conmebol”, dijo. Recordó que presentó una denuncia en 2017 y la volvió a reiterar en 2021 pero aún no han recuperado nada allí. Las denuncias fueron a los ex presidentes del organismo Nicolás Leoz (fallecido en 2019), Eugenio Figueredo y Juan Angel Napout, por el desvío de unos USD 129 millones entre los años 2011 y 2015.
Según el actual presidente, cuando asumió se encontró con “una una Confederación hecha ex profeso a medida” de sus dirigentes. “Como si fuese una organización del siglo 19, se manejaba cómo si fuese una despensa familiar”, dijo. Relató que la Conmebol se encargaba, por ejemplo, de pagar los gastos personales y familiares de los miembros del consejo y de todo su entorno.
“La transparencia genera enemigos”
En el foro, previo a Dominguez, hablaron expertos de lavado de Guyana, Panamá y España, que explicaron en términos técnicos la importancia de la cooperación entre los países.
Dominguez mostró números de cómo luego de todos los cambios y reestructuras que se hicieron en el organismo los ingresos del fútbol sudamericano crecieron y cada año paga más premios a los clubes por participar en los torneos. De USD 99 millones que ingresaron en 2014 pasaron a USD 511 millones en 2023.
Al cierre del foro, el presidente del consejo permanente de la OEA, el embajador uruguayo Washington Abdala, destacó cómo la transparencia siempre paga y el caso de la Conmebol es un ejemplo de cómo termina siendo “negocio” para todos ser más transparentes.
Dominguez cerró su discurso contando el lado B de esta historia. “Ser transparente me trajo muchos enemigos”, dijo.
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