El Mundial Sub 20 es uno de los últimos pasos en los jóvenes talentos para destapar sus mejores habilidades ante los ojos del mundo. Esta competición expone un sinfín de vidrieras ante los cazatalentos de los clubes más poderosos del planeta. Mientras eso sucede, los sueños y las ilusiones de los futbolistas se alimentan de poder decir presente en la final del próximo 11 de junio en La Plata. Allí, entre los 24 participantes, hay un país que hará su debut absoluto en esta cita. República Dominicana esconde muchas particularidades en la confección de su plantel, pero entre las menos conocidas es que tendrá a un arquero que es comparado con Thibaut Courtois y, hasta hace seis años, era un extremo ofensivo.
Con madre estadounidense y padre dominicano, la historia de Xavier Valdez asoma como una de las más expuestas en la conformación de una delegación con diferentes futbolistas que han hecho sus raíces en Europa y que eligieron representar a esta Nación, a la espera de que deban dilucidar cuál será su elección definitiva a nivel mayor. En sus manos, tejió las telarañas de la clasificación histórica a la Copa del Mundo y los próximos Juegos Olímpicos, los primeros de su historia en la vida futbolística de este territorio, donde más de 11 millones de personas festejaron el subcampeonato del Clasificatorio Sub 20 de la Concacaf, a pesar de la caída sin atenuantes por 6-0 ante Estados Unidos. La meta había sido alcanzada con creces. Dos selecciones marcadas a fuego en la vida del joven guardameta, quien dialogó a solas con Infobae.
“Sí, jugué en la selección de los Estados Unidos hace un año. En ese tiempo, mi club contactó a los scouts de la selección y de ahí me dijeron los pasos que tenía que completar anter de ir a jugar a la Concacaf”, manifestó Valdez ante la pregunta de este medio. Nacido en Nueva York el 23 de noviembre de 2003, la consulta es inevitable para conocer cuáles fueron las razones que lo empujaron a aceptar la convocatoria y compartir los colores que lleva uno de sus padres: “Decidí jugar con esta selección porque yo quería jugar y me dieron la opción de hacerlo acá. Es una experiencia diferente a jugar en un club porque es trabajar con un equipo que habla español. Eso es difícil para mí. En donde juego, Houston Dynamo, es común hablar español, pero el primer lenguaje es el inglés. Me dijeron los planes que tenían y acepté porque quería jugar”.
La necesidad de tener rodaje futbolístico fue una condición crucial en el portero, que acompañó de cerca el campeonato que tuvo a sus compañeros como principales protagonistas de la definición por el título en el Estadio Olímpico Metropolitano, de Honduras. Sin embargo, la barrera idiomática fue un paso más en su complicada adaptación. “Era difícil hablar de lo que pensaba en el juego. Al ser portero, tenés que hablar de lo que tú ves, y son muchas cosas vinculadas a eso. Todavía es difícil también, pero me acostumbré a eso un poco más. Ahora, es un poco más fácil, pero todavía estoy aprendiendo”, afirmó. Sin titubeos en su voz, se refiere a él como arquero, un puesto que descubrió ante la emergencia de tener cubierta su posición original.
En su época infantil, Valdez se desenvolvía en el Manhattan Soccer Club, una de las escuadras que le abrieron sus puertas antes de su desembarco en el filial del Dynamo de la Major League Soccer (MLS). Su posición habitual se asimilaba a distintos talentos como Vinicius Jr. o Riyad Mahrez. La línea de cal era su costado para sobresalir por sobre sus rivales, pero su vida cobró un giro impensado cuando lo apartaron de su hábitat natural.
Ante la pregunta sobre cómo llegó a defender los tres palos, se le dibuja una sonrisa al recordar esta situación bisagra en su carrera: “Bueno, yo jugaba de extremo. Hace seis años, no me dieron la oportunidad de jugar en el equipo en el que yo estaba y la única opción fue jugar como portero. Siempre jugaba diferentes deportes y atajar no era fácil, pero no era algo difícil para mí. Practicaba cómo tirarme en el baseball y el fútbol américano. Me acostumbré a ser portero, pero todavía estoy trabajando en algunas cuestiones del puesto”. La mención de estas dos disciplinas no es casualidad, ya que son de las más populares en el Caribe y Norteamérica.
Una escuela de Minnesota y diferentes instituciones de su ciudad natal vieron el talento que estaba por nacer en el arco y, debido a esto, no demoró en pegar un salto definitivo en su corta trayectoria. En julio de 2020, el hombre de 19 años empezó a lucir su 1.98 de estatura en la academia del Houston Dynamo, en la que cerró un buen semestre previo a la Copa del Mundo juvenil con cinco duelos completados sobre ocho jornadas del campeonato equivalente a la Tercera División de los Estados Unidos.
Estas actuaciones no pasaron inadvertidas en sus entrenadores y su círculo íntimo, ya que ante la consulta sobre qué comparaciones recibió con arqueros de alto calibre, llegó a esbozar: “Con Thibaut Courtois, porque soy alto como él”. Dos centímetros lo separan de codearse ante la figura del Real Madrid, pero mientras tanto ya superó a David De Gea en ese ítem (mide 1.89): “Es el portero que más me gusta”.
Por lo pronto, Xavier Valdez buscará darle una alegría a la población de un país en el que vivió solo por dos años, cuando él tenía 8 abriles. Lejos de esas latitudes, saldrá a la cancha del Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza este domingo desde las 15 (hora argentina) para medirse a Nigeria en el comienzo del Grupo D frente a un equipo que llegó a ser subcampeón en esta categoría en 1989 y 2005. Como si faltara más, su segundo escollo será el pentacampeón Brasil y terminará su participación en esta instancia contra Italia.
A pesar de las complicaciones, el dueño del arco va paso a paso y mira hacia el primero de los tres partidos que se disputará íntegramente en la provincia cuyana: “Hemos practicado la formación de nuestro primer juego para jugar contra ellos. Creo que necesitamos un poco más de trabajo. Es un equipo muy nuevo y estamos aprendiendo cómo va a jugar cada compañero. Estamos acostumbrándonos al estilo de juego que queremos jugar”.
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