El anuncio de Rafael Nadal Parera le puso puntos suspensivos a su regreso y estampó la certeza de una fecha de vencimiento a su exitosa carrera profesional. Esta fue la construcción de una figura del deporte y la razón del porqué se convirtió en Leyenda.
Cuando Rafael cumplió los 12 años, su padre Sebastián le acercó la sugerencia de que se decidiera por uno de los deportes que él practicaba y en el que se habían destacado sus tíos Miguel Ángel (defensor central del Real Mallorca y de Barcelona) y Toni (tenista), para seguir desarrollándose a pleno en él. Rafa, que un año antes había sido reclutado para las competencias nacionales de tenis, decidió continuar por ese camino. A partir de allí, los resultados fueron cada vez mejores.
La disciplina, el trabajo, el orden y el respeto fueron las premisas con las que su tío Toni construyó a quien con los años se convertiría en leyenda.
La primera aparición mediática de Nadal, en España, fue en 2001, cuando le ofrecieron reemplazar a Boris Becker, por lesión, en una exhibición en Mallorca. Fue así que, a los 14 años tuvo frente a él a Pat Cash, campeón de Wimbledon, con la red de por medio. La victoria sobre el australiano fue la primera piedrita que Rafa tiró al agua, con la que comenzó a levantar olas de comentarios. Ese mismo año, el 10 de septiembre, disputó su primer partido como profesional, obviamente sin tener ranking aún, en el Future 10 de Madrid, en donde cayó en el debut ante su compatriota Guillermo Platel (N°731 del ranking), por 2-6, 7-5 y 6-2. Pero 7 días más tarde conseguiría su primer triunfo en Sevilla ante otro español, Israel Mateos Gil (N°751), por 6-4 y 6-4, permitiéndole alcanzar la segunda ronda del torneo. Fueron sus únicas apariciones en esa temporada.
Regresó en abril para el torneo ATP de su isla y obtuvo su primer triunfo en un torneo de esta categoría, al vencer al paraguayo Ramón Delgado (N°81) por 6-4 y 6-4. Luego caería ante Olivier Rochus (BEL). A partir de mitad de año, y en sólo 5 meses, obtuvo 6 torneos Futures (Alicante fue el primero de ellos) y comenzaron a padecerlo los primeros argentinos: Antonio Pastorino, Agustín Tarantino y Marcelo Charpentier, en ese orden.
La temporada 2003 lo vio hacer sus primeros intentos en los torneos de Grand Slam y con victorias. Así llegó a la tercera ronda de Wimbledon, después de vencer al croata Mario Ancic (68) y al británico Lee Childs (489). Luego alcanzaría la segunda ronda del US Open, en su primera aparición, después de vencer a su compatriota Fernando Vicente por 6-4, 6-3 y 6-3.
En su derrotero durante esa temporada ya había conocido a otros argentinos que le hicieron notar que no sería fácil su camino (Guillermo Coria y Gastón Gaudio) y tuvo sus primeros cruces (1-1) con un rival que quedaría prendado a una huella en su historia: Mariano Puerta.
La primera gran victoria de Rafael Nadal llegaría en marzo de 2004, durante el torneo de Miami, y sería el raquetazo inicial para uno de los clásicos de este comienzo de siglo, un clásico que llegaría a sumar 40 enfrentamientos (24 de ellas serían finales) a lo largo de 18 temporadas. Su victoria ante un Roger Federer que hacía gala de su segundo mes como N°1 del mundo en la primavera de La Florida dejó en claro que ese chico de 17 años ya era cosa seria. La confirmación llegaría 14 meses y algunos días después.
Para algunos, Gastón Gaudio es el responsable de la fuerza, del impulso que tomó Rafael Nadal para convertirse en la leyenda que es hoy. En febrero de 2005, el manacorí llegó a Buenos Aires para disputar el, hoy, Argentina Open. En un partido ventoso y con jugadores fastidiosos, el campeón de Roland Garros 2004 lo vencía con un resultado tan raro como recordado 0-6, 6-0 y 6-1. En los pasillos aún se recogen los rumores míticos de que en el vestuario del Buenos Aires Lawn Tenis Club fue la única vez que se lo vio a Nadal partir sus raquetas. A partir de ese momento, créase o no, Rafa comenzó la exitosa carrera que lo elevaría al reinado de las canchas del polvo de ladrillo y a compartir el trono mundial del tenis.
Si bien ya había ganado la Copa Davis y el torneo de Sopot (Polonia), en 2004, luego de que partió de la Argentina obtuvo 11 títulos en 8 meses: Costa do Sauipe (Clay), Acapulco (Clay), ATP Masters 1000 Montecarlo (Clay), Barcelona (Clay), ATP Masters 1000 Rome (Clay), Roland Garros (Clay), Bastad (Clay), Stuttgart (Clay), ATP Masters 1000 Canadá (Hard), Beijing (Hard) y ATP Masters 1000 Madrid (Hard). Además de llegar a la final de Miami que perdió con Federer en 5 sets.
Su consagración llegaría con su primer título de Grand Slam, en su primera visita a Roland Garros. Lo comenzó jugando con 18 años, dos días antes de la final y luego de su victoria en semifinales se le festejaba su cumpleaños número 19. El domingo 5 de junio, con su remera verde sin mangas, sus bermudas hasta las rodillas y la bandana blanca que sujetaba su larga cabellera negra ingresó al Philippe Chatrier, frente a él tenía a Mariano Puerta, a quien ya había vencido en 2 de las 3 ocasiones en que se habían enfrentado.
El match duró 3 horas y 24 minutos, fue un duelo de zurdos con mucha entrega física, mostrando un clásico juego de fuerza, de regularidad y de fondo cancha. Cuando el último drive del argentino sobrepasó los límites de la cancha, la alfombra volátil del Chatrier dibujó por primera vez la silueta de quien reinaría por casi dos décadas en Roland Garros. Tirado de espalda sobre el polvo de ladrillo, estirando primero sus puños y luego sus dedos índices al cielo, Rafael Nadal celebraba el 6-7, 6-3, 6-1 y 7-5 con que obtenía la primera de sus 14 Copa de Los Mosqueteros.
Nunca más faltó al Abierto francés y sobre algo tan volátil como el polvo de ladrillo montaría su fortaleza en la que se amontonaron nuevos reinos: Buenos Aires, Montecarlo, Barcelona, Roma, Madrid, Sopot, Sttutgat, Acapulco, Bastad, Costa do Sauipe, Hamburgo, Río de Janeiro. En total, acumuló 63 títulos y venció en 474 de los 519 partidos que disputó sobre esta superficie (en 2006 y 2010 no perdió ninguno), por eso se lo considera el mejor tenista de la historia en tierra batida.
Con los argentinos
Rafa siempre tuvo una gran cercanía con los argentinos, a excepción de Gastón Gaudio, con quien pasó por algunos altercados. De hecho, uno de los mejores amigos del manacorí en el circuito era Pico Mónaco.
Pero a la hora de enfrentar tenistas de esa nacionalidad, el match más recordado es aquella final de Roma (2005) con Guillermo Coria, cuando el Mago lo tuvo 3-0 en el quinto set, pero finalmente cedió ante la enfermiza regularidad y consistencia de Nadal
Del Potro ha sido quien más veces lo derrotó, pero también quién más veces perdió con él. Los datos curiosos llegan con Gaudio y Zeballos, los únicos dos que no están por debajo del español en los Head to Head. El Gato le ganó todas antes de que comenzara su cosecha en Roland Garros, mientras que Zebolla, si bien cayó en dos ocasiones, lo venció en la única final en que se enfrentaron (Chile).
Pasaron los años, Rafa mejoró el saque, ganó el US Open, Australia y Wimbledon, logró medallas de oro, se fue tío Toni, llegó Moyá y continuaron las lesiones, así, el manacorí siguió surfeando las olas de aquella pequeña piedra lanzada al agua en 2001 que lo trajeron a este 18 de mayo de 2023, en el que Rafa anunció su aspiración de máxima, de que el año próximo sea el último como tenista profesional.
Detrás de él una gran estela de números que vale la pena repasar y entender la razón de porqué Rafael Nadal es leyenda:
Títulos: 92
Finales: 38
Oro Olímpico: 2 (1 en single y 1 en dobles)
Grand Slam: 22 (14 RG, 4 US Open, 2 Wimbledon y 2 AusOpen)
Masters 1000: 36
Copa Davis: 5
Torneos disputados: 305
Partidos jugados: 1.288 (1068-220) (83% efectividad)
Partidos en clay: 519 (474-45) (92% efectividad)
Rivalidades (victoria-derrota)
Djokovic: 29-30
Federer: 24-16
Rivalidades argentinas (victoria-derrota)
Guillermo Coria: 4-1
David Nalbandian: 5-2
Juan Martín del Potro: 11-6
Gastón Gaudio: 3-3
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