Leandro Gracián fue ayudante de campo de Hugo Ibarra cuando fue entrenador de Boca Juniors entre 2022 y 2023 y contó detalles del proceso en el que, si bien ganaron dos títulos, fueron desvinculados por el Consejo de Fútbol (CDF) del club encabezado por Juan Román Riquelme. Este miércoles el ex enganche habló sobre esa etapa y qué siente cuando se dice que el actual DT, Jorge Almirón, le dio una idea de juego al equipo.
“En Boca logramos sostener una identidad ya que fuimos campeones. No logramos sostenerlo en el juego, que sea continuo como lo hacen otros equipos. A veces se podía y otras veces no. ¿Por qué? Porque hay un rival, hay otras cuestiones que inciden desde que arranca el partido y aparecen otras cosas y por eso el juego pertenece a los futbolistas. Un entrenador puede planear un partido, pero después lo que uno pensó no sale. Ahora el futbolista demanda más atributos del entrenador para que pueda desenvolverse”, contó en diálogo con Jogo Bonito (FM Late 93.1).
Al ser consultado si le afecta que se diga que ahora en Boca “hay un técnico”, respondió que “a mí, para nada. Uno estuvo nueve meses en Boca y sabemos cómo es el día a día. Las emociones de la primera etapa. Lo que determina la opinión es el resultado. Salimos campeones, 15 partidos invictos. Cada entrenador tiene un sello, un estilo, su manera de jugar y de sentir y hoy Boca se está encontrando nuevamente con su juego. Hoy los futbolistas se empiezan a reencontrar con su juego. Eso es bárbaro para el club y los jugadores (que tienen) son muy buenos. A mí no me modifica nada que se diga una cosa u otra. Son las reglas del juego”.
También elogió la labor de Almirón: “Lo veo bien y que va en crecimiento. Es difícil la situación porque agarrás un equipo en pleno proceso y un equipo como Boca que juega varios torneos. En donde crecés es en el tiempo en el que bajás una identidad con una metodología de trabajo. Pero justo Boca no te da tiempo y tenés que ir adaptando lo que pensás en poco tiempo de laburo. Tenés que ser muy preciso en la toma decisiones y que los triunfos te den tiempo para poder trabajar. Está en crecimiento, pero como todo equipo tiene momentos buenos y malos”.
En tanto que aclaró que el CDF nunca se interpuso en su trabajo: “Todas las decisiones las tuvo Hugo Ibarra. Después fueron un soporte buenísimo en lo que fue el día a día con cuestiones que uno va hablando y pensando o debatiendo cosas que uno ve. Trabajamos muy cómodo con ellos. Nunca nos impusieron a nadie. Los veíamos todos los días y charlábamos de diferentes cuestiones sobre el primer equipo, pero lo que conlleva al equipo profesional. La decisión de poner a un jugador siempre dependió de Ibarra. Siempre fueron de ayuda”.
Luego fue consultado acerca de algunas declaraciones de los jugadores que dejaron entrever que no les dieron herramientas: “Para nada, porque nosotros tenemos claro lo que hicimos en el día a día. En un club como Boca, donde jugué, a mí me tocó que cuando no jugaba uno está descontento en el día a día y tenés que gestionar 25 futbolistas que quieren jugar todos los fines de semana. Tuvimos claro lo que les dimos a los futbolistas. Dejamos todo. Trabajamos muchas horas por día. Estamos tranquilos. Es Boca y sabemos todo lo que genera”.
Acerca de por qué no pudieron volver a dirigir a la Reserva, explicó que “cuando a nosotros nos ofrecen la renovación nos dijeron que ya pasamos a ser entrenadores de Primera porque la estructura del club está armada. Cuando nosotros renovamos eso fue hablado previamente. Hugo fue evaluado como entrenador de Primera y las reglas fueron así. Uno se comprometió con eso”.
Además, afirmó que las cosas que trabajaban en la cancha después se vieron en los partidos: “Es imposible que no salgan las cosas y estés 15 partidos sin perder. El equipo a nivel resultado fue bueno y por momentos fue fuerte en las áreas y tuvo futbolistas que potenciaron al equipo. Lo que no veíamos era una idea de juego sostenida que no la tuvo Boca desde hace mucho tiempo. No es que no la logró Ibarra. Boca es un club grande y a los entrenadores que van les cuesta consolidar una idea. Muchas cosas salían y otras cosas no. Se lograron el 60/70 por ciento de las cosas que se trabajaban en la semana. Por momentos el equipo jugó bien, tenía jerarquía y personalidad y en otros jugó mal. Después los resultados determinaron seguir o no”.
Aunque esgrimió que los afectó la salida del arquero Agustín Rossi y lesión de Marcos Rojo: “Con nosotros Rossi ha sido extraordinario y tuvo una confianza terrible con el cuerpo técnico. Nos ayudó mucho. En estos procesos necesitás atajadas que te ganan torneos y él lo hizo muchos partidos y eso hizo que el equipo se potenciara. Como Luca Langoni. Marcos (Rojo) es un jugador importantísimo para el club y del que no hay muchos en la Argentina. No lo tuvimos mucho y sí al principio, como en el partido contra River, cuando hizo un partido extraordinario”.
Destacó que “dirigir la Primera de Boca es lo máximo y el club nos respaldó para tener esa posibilidad. Yo era asistente y el entrenador era Hugo Ibarra, quien me dio la posibilidad de crecer mucho, me dio mucho lugar. Aprendí, crecí un montón y para mí fue todo ganancia porque pude trabajar en un club”.
Reconoció que “me costaba más descansar como futbolista que como entrenador. Después de un partido quedaba detonado. Como entrenador sentí más presión, en el tema del descanso la cabeza tuvo un poco de estrés, pero es parte del trabajo que elegimos y sabemos convivir estas cuestiones”.
Por último confirmó que se abrió de Ibarra y que comenzará con su propio cuerpo técnico: “Armé mi equipo de trabajo. Estuve un año y medio con Erviti y nueve meses con Ibarra. Estoy contento con el equipo de trabajo que armé para el futuro y tengo mucha fe”.
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