Una situación inverosímil se dio entre Fernando Torres y Álvaro Arbeloa en el clásico de juveniles A entre el Atlético y el Real Madrid. Ambos ex futbolistas son los entrenadores de los equipos en los que fueron referentes y se saludaron cálidamente en la previa: se conocen mucho, al punto que fueron compañeros tanto en el Liverpool como en la selección de España, con la que ganaron el título en el Mundial de Sudáfrica 2010. Sin embargo, terminaron enfrentados, insultándose y lanzándose golpes y empujones.
Fueron las cámaras del programa El Chiringuito las que captaron la impensada pelea entre el ex delantero y el ex defensor, de 39 y 40 años, respectivamente. Tal vez, el hecho de que en el anterior partido (que el Merengue ganó por 5 a 0) ya habían surgido chispazos entre ambas escuadras, resultó motivo como para que los medios españoles le prestaran un ojo extra al encuentro. Y resultó un hallazgo. Es que el Niño, de sorprendente look fornido, casi fisicoculturista, se mostró muy enfático tanto en los festejos como en las protestas.
“Es roja, le da un codazo, le da un codazo”, protestó la primera vez. “Necesito que me lo expliques porque no me sé la norma”, volvió a aguijonear al juez minutos después. “Tampoco esa, tampoco esa, le da con el codo”, reclamó una tercera falta, y a esa altura Arbeloa observaba de reojo con desagrado la actitud del ex punta y de sus colaboradores. Acto seguido, ante uno de los primeros diálogos del ex defensor con el juez, hubo enojo en el banco del Aleti. “Estoy hablando con el árbitro, payaso”, replicó el representante de la Casa Blanca, sumando algún insulto. “Retrasado, que eres un retrasado”, se le escuchó bramar.
El clima ya estaba caldeado. Y llegó el descuento del Real. Arbeloa lo gritó mirando hacia el banco colchonero. En el 2-2 la situación directamente se salió de control. “Vamos, vamos, sigue hablando hijo de puta”, gritó Álvaro, apuntando al ayudante de Torres. Los ex compañeros terminaron cara a cara cerca de la línea central del campo. El ex zaguero pareció intentar explicarle que su furia estaba dirigida hacia el asistente que lo tenía de punto, pero al Niño no parecieron bastarle los argumentos. Acto seguido, le dio un empujón en el pecho que provocó una nueva andanada de insultos de su colega. El ex atacante terminó expulsado.
Pero la efervescencia no se aplacó. Mientras caminaba hacia camerinos, Torres desafió a los habitantes de las gradas que le dedicaban improperios: “Dímelo ahí arriba, payaso”, le espetó a uno de ellos. Un escándalo inesperado entre dos campeones del mundo que olvidaron el tiempo compartido, se dejaron llevar por la pasión y terminaron dando una pésima imagen, máxime si se tiene en cuenta que están formando a las promesas del mañana.
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