Una situación inquietante se vivió en el RCDE Stadium: Barcelona goleó 4-2 al local Espanyol en el clásico y se consagró campeón de la Liga de España con cuatro fechas de antelación. Más, el conjunto dirigido por Xavi Hernández celebró por primera vez en el máximo certamen local desde la partida de Lionel Messi. En ese contexto, tras el pitazo final, los futbolistas se unieron en un abrazo y montaron una ronda en el centro del campo, sin burlarse de sus adversarios, casi inocentemente. Lo que no esperaban era la reacción de los ultras periquitos...
Mientras cantaban y bailaban por la estrella N° 27 en Liga para el Blaugrana, algunos de los protagonistas comenzaron a observar de reojo lo que ocurría en las graderías. Cuando advirtieron que algunos aficionados ya habían saltado al césped y se dirigían a su posición, se pasaron la voz y las imágenes mostraron una verdadera estampida hacia el vestuario donde, ya a cubierto de los violentos, Lewandowski, Busquets -que juega sus últimos partidos en el club- y compañía pudieron continuar con los festejos que habían quedado truncos.
Los ultras no quedaron contentos con no haber podido enfrentar a los futbolistas rivales, que se impusieron con dos goles del citado polaco, uno de Alejandro Baldé y otro de Jules Koundé (Javi Puado y Joselu gritaron para los dueños de casa). En consecuencia, comenzaron a hacer destrozos, lanzando sillas y hasta uno de los bancos de suplentes. Con el correr de los minutos, los agentes de seguridad lograron aplacar los ánimos, pero no el tenor del escándalo transmitido en vivo para todo el mundo.
Vale recordar que el Espanyol se encuentra anteúltimo en la tabla de posiciones, en zona de descenso y a cuatro unidades de la salvación (el último que sostiene la categoría es el Valladolid). Ese contexto deportivo elevó la temperatura en el recinto, aunque de ninguna manera justifica el accionar de los violentos.
* El inicio de los festejos del Barcelona antes de la barbarie
Lo curioso: el árbitro no incluyó la invasión de campo en su acta, según puntualizaron los medios españoles. De todas maneras, se expone a una sanción que va desde una multa hasta la clausura del escenario. No obstante, el plantel podrá celebrar con los fanáticos este lunes, cuando se desarrolle el desfile del micro descapotable por las calles del Barcelona.
“Es normal la celebración, la euforia. Creo que era suficiente, no estamos en nuestra casa y tenemos que ir a la caseta. Son reacciones difíciles de controlar y les he dicho que era momento de ir al vestuario”, comentó Xavi sobre cómo obró ante la ola que se acercaba peligrosamente a su delegación.
“Nos queda una sensación magnifica, son más de 10 meses de trabajo, de sacrificio. Ha sido un trabajo extraordinario. Para la afición, para el club, es importante para la estabilidad del proyecto, hay que seguir por ese camino”, subrayó sobre la conquista.
* Las principales acciones del encuentro que consagró al Barsa
LA INVASIÓN DE CAMPO EN FOTOS
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