“Sobrenatural”: las dos increíbles anécdotas sobre el “ojo clínico” de Claudio Borghi para detectar futbolistas en contextos insólitos

Un periodista chileno reveló historias desconocidas junto al ex futbolista y entrenador. Cómo se dio cuenta si un jugador era bueno y su obsesión por acertar el puesto de otro en un aeropuerto

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El periodista chileno Manuel De Tezanos Pinto recordó momentos junto a Claudio Borghi y reveló imperdibles anécdotas "sobrenaturales" del Bichi

Claudio Borghi dejó su sello en Chile como futbolista y también como entrenador ya que dirigió a su selección. Es un personaje muy conocido en el país trasandino y desde hace unos años también se dedica a ser comentarista para diversas cadenas internaciones.

El periodista local Manuel José de Tezanos Pinto compartió varias transmisiones y programas con el ex jugador y reveló anécdotas imperdibles junto al Bichi. Dos de ellas se volvieron virales en las últimas horas y da cuenta del “ojo clínico” del argentino para detectar futbolistas en contextos insólitos. A continuación, las increíbles historias que causaron furor.

“Esto lo vi con mis ojos. Venía caminando un ‘huevón’ cerca de una cancha. Y el Bichi me dice ‘el de la izquierda es bueno’. Por solo verlo caminar dijo ‘este juega bien’. Y le pregunta, ‘¿che, vos jugás, no?’ Y le responde, ‘ah, ¡grande Bichi! Sí, jugaba amateur, me llamaban de equipos’. Contó toda su historia y fue increíble porque era el bueno del equipo. Como que lo invitaban a jugar de distintos equipos de liga”, reveló el periodista Manuel José de Tezanos Pinto.

En la segunda historia se dio en un aeropuerto y el Bichi también acertó, pero el final fue lo mejor. “Estábamos comiendo con todo el equipo de Fox y habíamos despachado. Se sienta una familia al lado nuestro. Y el Bichi dice ‘esta es una familia de un jugador de fútbol. El jugador es este pibe (lo señala). Lo miraba a cada rato. Se obsesionaba”, comenzó con su relato.

‘Es cinco’, me dice. ‘Es volante de contención’. Se paran y se van al baño una vez y él (Borghi) saluda a alguien y me dice, ‘¿sabés qué? me bajó la duda. No sé si es cinco o es cuatro, lateral derecho. Lo miraba y repetía ‘seguro es jugador profesional y seguro es cinco o es cuatro. Yo diría que es cinco”, agregó.

El Bichi es muy querido
El Bichi es muy querido en Chile. Allí jugó en el Colo Colo, se retiró como futbolista y dirigió a selección (@bichiborghi_)

“Nos vamos yendo y el padre del jugador reconoce al Bichi y le dice ‘¡grande Bichi, campeón del mundo! ¿Conoce a mi hijo? Acaba de debutar hoy. Lo hizo bien, primer partido que juega. Fue titular y estamos aquí celebrando’. Y le pregunta, ‘¿de qué juega el pibe?’ ‘No, el pibe es un cinco bárbaro, pero me creés que el hijo de puta lo pone de cuatro?’ (Risas). Lo había puesto de lateral derecho, pero era cinco. Increíble. Sobrenatural. Esa no me la contó nadie y la viví yo. Estaba sentado al lado de él (Borghi) y estaba desesperado por saber de qué jugaba y aparte saber si tenía razón”, concluyó.

Las anécdotas del periodista chileno se suman a otras imperdibles que relató el propio Borghi, alguien muy particular a la hora de contar recuerdos y hechos que lo marcaron a lo largo de su vida. Siempre fue una persona muy sencilla y por su forma de hablar sin filtros, auténtico, en ocasiones le hizo ganar detractores.

Borghi, de 59 años, debutó en la Primera de Argentinos a principios de los años ochenta y se distinguió por su calidad, precisión, gambetas y su sana costumbre de tirar rabonas. Fue una de las principales figuras del histórico equipo que logró dos títulos a nivel nacional en 1984 y 1985, de la Copa Libertadores en 1985 y ese año jugó la épica final de la Copa Intercontinental ante la Juventus de Michel Platini en Tokio, que tras la igualdad 2-2 se definió por penales a favor de los italianos. Tras ese suceso fue comprado por el Milan y también fue campeón mundial en México 1986.

Luego le costó consolidarse y jugó en otros 13 equipos entre los que se destacaron River Plate e Independiente, Flamengo y Colo Colo, en su primera incursión por Chile, donde terminó su carrera profesional. Como entrenador fue campeón con Argentinos Juniors en el Torneo Clausura 2010 y en la segunda mitad de ese año estuvo a cargo de Boca Juniors, pero sin buenos resultados. Luego dirigió a la selección trasandina en 2011 y parte de las Eliminatorias para el Mundial Brasil 2014.

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