Héctor Baldassi fue uno de los árbitros de mayor trayectoria y reconocimiento de los últimos años en el fútbol argentino. El cordobés dirigió el Mundial de Sudáfrica 2010 y un año más tarde dejó el referato para dedicarse a la política y actualmente ejerce funciones públicas como diputado nacional representando a su provincia. La Coneja vivió innumerables experiencias en los estadios y no estuvo exento a algunas situaciones incómodas.
El ex referí de 57 años estuvo como invitado central en el programa Presión Alta (TyC Sports) y sobre el cierre debió responder una pregunta engorrosa. “¿Nunca antes de un partido te vino a hablar un dirigente?”, indagó el periodista Julio Pavoni. “Nunca”, contestó tajante Baldassi, en medio de las carcajadas del panel, que descreía su respuesta.
Baldassi se puso serio y ahondó en la explicación: “Te voy a contar algo... mi viejo fue un sodero de Río Ceballos y me decía que las cosas había que hacerlas con pasión, dedicación y honestidad. Nunca me aparté de esos valores. Llegué en un camión en el año 86, viví en una pensión en Floresta y trabajaba en una metalúrgica. Gracias a un amigo que perdí el año pasado, llegué a la profesión del arbitraje. Me dio todo y nunca me aparté de esos valores que me dejó mi viejo”.
“Para ser honesto tenés que pasar uno de esos acontecimientos que te demuestren esos valores y lo pasé. Pero nunca voy a hacer hincapié en eso y denunciar. ¿Qué te pueden ofrecer? Billetes. Punto. Ya está. No preguntes ni cuándo, ni dónde, ni cuánto...”, continuó dando a entender que atravesó alguna situación donde se le ofreció dinero previo a un partido.
Para cerrar su argumento, Baldassi agregó: “El fútbol es una pelota redonda y nos conocemos todos. Seguramente ese dirigente, si yo hubiera aceptado, se hubiese ufanado en esa pelota redonda de que me compró. Entonces yo gracias a Dios tuve la suerte de caminar siempre por una sola vereda. De ser respetuoso con los dirigentes del fútbol y de una persona, que se llamó Julio Grondona”.
Por último, ante la repregunta de Lucas Beltramo sobre si hubo otros árbitros que sí aceptaron algún soborno de parte de dirigentes, la Coneja replicó: “Problema de ellos. Yo no pongo las manos en el fuego por nadie. Yo puedo corroborar dónde y cómo vivo”.
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