Tres historias íntimas de Demichelis: la promesa cumplida a su hijo ante Boca, el debate con Milito en el casamiento de Messi y el puente con Gallardo

El entrenador detalló los momentos previos al Superclásico, la vida familiar en la Argentina y cómo surgió el fanatismo de Bastian por River

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La marcha de Marcelo Gallardo dejó un espacio difícil de ocupar en River Plate, pero la llegada de Martín Demichelis marcó un inicio arrollador en la Liga Profesional con 37 puntos sobre 45 posibles, más allá de un inicio complicado en la Copa Libertadores. El ex zaguero continúa adaptándose a la dinámica familiar después de haber dejado Alemania para instalarse definitivamente en la Argentina. Este martes, Micho dejó atrás la victoria en el Superclásico ante Boca Juniors para adentrarse en su vida diaria y sumó a dos llamativas anécdotas que involucran a Lionel Messi y su retiro en el Málaga.

Antes de sumergirse en el plano familiar, el entrenador fue consultado sobre cuáles eran las diferencias en el traslado de las ideas en futbolistas europeos y sudamericanos y lo explicó haciendo alusión al encuentro que ganó el Millonario por 2-1 ante Argentinos. En un extenso reportaje para ESPN, reflejó una historia sucedida hace seis años en el casamiento del mejor jugador del mundo con su esposa, Antonela Roccuzzo: “En la foto del casamiento de Messi no salimos en la foto y con Gabriel Milito no estábamos porque nos quedamos dos horas discutiendo de fútbol. Gaby está extremadamente preparado, pone en practica todos sus conocimientos”. En ese sentido, explicó cómo fue la previa al cruce ante el Bicho por el campeonato: “Ese día me preocupé tanto por explicar, a lo mejor me extendí en esa explicación y el partido salió medio trabado. Fue tan estratégico y a lo mejor tanta explicación... Debí explicar menos. Somos facilitadores o complicadores del jugador. Ese día la complique con mucha explicación”.

En distinto sentido, manifestó cómo vivió las horas posteriores al encuentro de este domingo en el Estadio Monumental con su círculo íntimo: “Bien, tranquilo. Llegué a mi casa a la medianoche, estaba el grupo familiar de Córdoba y tardamos un poco ahí. Me gusta escuchar cómo vivieron la previa, en el estadio, la ansiedad... El post partido te vacía de energía así que me dormí rápido. Cuando son familiares tan cercanos lo sufren, mas o menos pero lo sufren. Uno como DT tiene un grado de responsabilidad, interiormente lo sufro más, pero al mismo tiempo tengo que transmitir mas tranquilidad”. “Antes era uno de los 11 jugadores; ahora como entrenador es otra realidad”, argumentó.

Este triunfo no pasó por alto en Bastian, primer hijo de los tres que tiene con Evangelina Anderson, ya que cumplió 14 años tras la caída por goleada ante Fluminense en Brasil: “Él me hizo quebrar un poco porque perdimos y, al otro dia, fue su cumpleaños. No fue eufórico. Le dije: ‘Ojalá te pueda regalar el próximo triunfo’. La victoria ante Boca fue un momento de máxima felicidad”. “Me dijo: ‘poneme un ratito’, ja”, bromeó.

Además, detalló cuál es su relación con su primogénito y el fútbol: “Cuando voy a ver a mi hijo me pongo en un rincón y opino poco y nada. Me pregunta él porque es inteligente y tiene deseo de aprendizaje. Juega de central. Honestamente, le pregunto si se divirtió porque un día llegó, se largó a llorar y me dijo: ‘Tengo miedo a equivocarme’. Ahí estamos mal porque si no te vas a divertir con 13 años, estamos en el camino equivocado. Intento no aparecer mucho, fui a cinco entrenamientos y un partido”.

Demichelis explicó cómo le trasladó la pasión riverplatense al joven, quien forma parte de las Inferiores: “Mi hijo se hizo muy fanático a la distancia porque el único partido que vinimos a ver fue cuando Pablo Aimar volvió a jugar en River. Estuvimos en Madrid con él y lo adquirió a la distancia y se hizo muy fanático. Esta muy feliz de estar en River”.

“Tengo muchas sensaciones encontradas en mi primer Superclásico. Veníamos de una semana difícil. Hasta el abrazo con mi hijo la llevaba bien”, describió el cordobés de 42 años. Y reveló intimidades de su ritmo familiar por fuera de este deporte: “Consumo mucho WhatsApp, no tengo redes sociales. La gente cercana tiene mi número. La última vez que usé redes sociales fue Twitter en 2014 y ahí lo dejé de usar. No me interesa, tuve claro que éste iba a ser mi paso a seguir, tenía muy claro que era mi vocación y no quería ocuparme mucho más tiempo. El tiempo libre lo puedo disfrutar con mi familia. Los resultados ayudan para disfrutar más o menos, pero disfruto todos los días de la semana, yendo al River Camp. No voy a comer afuera tampoco ganando porque convivimos así con mi familia. No soy de salir tanto. Piso Capital Federal poco y nada. Armamos comidas en mi casa”.

El ex hombre del Bayern Múnich contó que su nueva experiencia en Núñez le quitó tiempo familiar con su esposa y sus hijos, mientras que su vida se afinca bajo los límites de Nordelta y sufre a diario el tráfico de la Avenida General Paz, aunque declara: “También se puede vivir bien en Argentina”. Luego de la muerte de su padre hace una década, Micho solo vive el presente: “Tenia tantísimos sueños con mi papa y en un accidente de transito lo perdí. Entonces, que me voy a poner a pensar en soñar. Sueño con el día a día, ni siquiera partido a partido”.

* La relación de Demichelis con Bastian, su hijo

Por último, relató una historia que tiene una llamativa coincidencia con su antecesor en River Plate. Gallardo no pudo jugar su último partido con esta camiseta después de que Ángel Cappa lo dejara afuera de una derrota ante Tigre. Con similitudes y matices, Demichelis sufrió lo mismo en el partido que sentenciaba su adiós del fútbol el 21 de mayo de 2017 en la derrota por 2-0 ante Real Madrid como local.

“Hago una conferencia de prensa previa a mi último partido en el Málaga. Y dije que me tenía que retirar porque tenía que ser honesto conmigo, porque a pesar de estar sano y entrenarme a diario, como marcador central había perdido la fuerza de las piernas y, sin eso, no tenía agresividad. No podía competir a altísimo nivel. En ese momento, había tres cambios, no cinco. Llega el partido y arranco como suplente. Todos en el banco creían que era ‘Micho más dos cambios’. Si ganaba Real Madrid, era campeón. Entonces, se pone 1-0. Arranca el segundo tiempo y ya me iba atando los cordones para irme preparándome. Y el entrenador Michel González manda a calentar a cinco, y no me manda. Hizo los tres cambios y no entré. Ahí me cayó la ficha de que se me había terminado la carrera, y la terminé sin jugar”, narró sobre un DT que realizó la mayoría de su carrera en la Casa Blanca.

“Michel me vino a hablar, pero le pedí hacerlo en otro momento. Después, me agarró en la semana y me dijo: ‘Algún día vas a ser entrenador. Te explico: Yo era exjugador del Real Madrid. Vos me declaras en la semana que te retirás porque no tenés más fuerza en las piernas. ¿Qué hacés? ¿Te pongo o no? Si Real Madrid gana, sale campeón. Y si te pongo y cometés un error porque no tenés más fuerza en las piernas, me van a matar a mí. Declaraste mal’. Fui honesto con mi profesión, y lo entendí a él, pero hubiese querido jugar un ratito”, concluyó.

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