Como ya es una costumbre en esta clase de partidos, el barrio de Núñez comenzó a verse convulsionado desde temprano con la tempranera aparición de algunos pasacalles en apoyo al plantel comandado por Martín Demichelis y otros con mensajes para los de Jorge Almirón.
Uno de los primeros en aparecer dentro de la zona de vestuarios fue Claudio Diablito Echeverri, quien luego de descoserla en el Sudamericano Sub 17 y de que algunos de los principales clubes de Europa pusieran sus ojos en él comenzó a entrenar junto al plantel profesional. Si bien no estuvo entre los concentrados, ya se convirtió en uno de los más queridos por los jóvenes simpatizantes del Millonario, ya que varios se le acercaron en los anillos internos al Monumental para pedirle una fotografía.
River Plate fue el primero en llegar al estadio, mientras que a los 10 minutos apareció Boca Juniors, con Marcos Rojo a la cabeza pese a ser baja por lesión.
El partido también fue especial para los alcanzapelotas (hubo tanto jugadores de las Inferiores masculinas como femeninas), que ingresaron al campo de juego con sus celulares en las manos grabando todo lo que acontecía en las tribunas, mientras una gran sonrisa se les dibujaba en sus rostros.
La primera gran silbatina de la tarde fue para Chiquito Romero. Sin embargo, el principal apuntado por la parcialidad local fue el colombiano Sebastián Villa. Desde las cuatro bandejas del Antonio Vespucio Liberti le recordaron al delantero los procesos que afronta por violencia de género y abuso sexual. “Y Villa se va preso”, fue uno de los hits que se escucharon en Núñez.
La historia para el Millonario fue diferente. Los jugadores recibieron un fuerte respaldo de su gente, especialmente el capitán Enzo Pérez, el portador de la camiseta número 10, Nacho Fernández, y Matías Kranevitter, quien apareció por primera vez en una nómina oficial desde su regreso a la institución (sufrió una dura lesión durante la preteporada).
Otro que fue ovacionado, pese a que lleva varios años retirado, fue Leonardo Astrada. El Jefe, tras realizar su trabajo como comentarista para una cadena deportiva, recibió el mimo de la gente millonario como cuando era el corazón de la mitad de la cancha.
Como había anticipado este sitio, el recibimiento dio de qué hablar. Con 80 mil globos picudos rojos y blancos en las tribunas altas, más 2000 banderas de palo y humo con los colores de la institución, ambos planteles realizaron el “saludo FIFA”. La perlita fue el estreno de una bandera. Además del telón con la cara de los principales ídolos, desde una de las cabeceras bajó una camiseta gigante con la leyenda “El más gr4nde de la historia” (con un cuatro en lugar de la A en alusión a la cuarta estrella, que fue conseguida en la final en Madrid ante el clásico rival.).
Tras un primer tiempo en el que River Plate tuvo las mejores situaciones (un remate desde lejos de Nacho Fernández y un cabezazo de Beltrán) pero el juego se vio muy friccionado, llegó el show del entretiempo, con un video rememorando cómo fue el avance de las obras en el Monumental, acompañado por un juego de luces.
El partido se destrabó con un penal sobre el final que Miguel Borja cambió por gol. Mientras el colombiano festejaba en un córner y agradeciéndole a Dios, y Martín Demichelis se abrazaba con su hijo Bastian (ofició de alcanzapelotas), en el medio de la cancha se inició una verdadera batahola.
El público local no dejó pasar la oportunidad y entonó con fuerza varios cánticos dedicados a Boca Juniors, como “el que no salta, murió en Madrid”. Los hinchas también tildaron a los Xeneizes de querer “abandonar” el partido debido a la gran cantidad de rojas que sufrió el cuadro visitante y se despacharon nuevamente contra Villa con el hit de la tarde “Y Villa se va preso”.
Para Micho no fue un partido más. En su primer Superclásico como DT, además de celebrar junto a su hijo en el campo de juego, se acercó a una de las tribunas y señaló a la zona de palcos, donde una Evangelina Anderson emocionada hasta las lágrimas aplaudía por un nuevo triunfo. En su camino también se encontró con su ex compañero Leo Astrada, con quien se fundió en un fuerte abrazo.
En la conferencia de prensa, Demichelis ingresó al recinto y se encontró en primera fila a todo su grupo familiar. Por supuesto, el ex Bayern Munich aprovechó la ocasión para dedicarles los tres puntos a sus seres queridos: “Veníamos de un golpe durísimo. Que te hagan 5 goles duele. No teníamos que perder la forma, la armonía, habíamos hecho hasta la expulsión de Leandro un grandísimo partido contra el mejor equipo de Brasil. Por ese lado quería enfocar a los jugadores para que no pierdan todo lo bueno que venían haciendo. Fluminense nos hizo sentir que estábamos equivocados. Se gana, se empata y se aprende. Es mi primer Superclásico, no quiero mirar a la derecha porque me voy a emocionar, pero esto va para mi familia. Mi mujer se bancó volver al país y venimos de vivir una semana muy especial. Es para ella”,
Con este resultado, River Plate dio un nuevo paso hacia el título al mirar a todos desde arriba con 37 unidades, nueve más que San Lorenzo. De yapa, ¡le sacó 19 puntos a su clásico rival!
Seguir leyendo: