River Plate se quedó con el Superclásico frente a Boca Juniors por 1-0 con gol de Miguel Borja desde el punto del penal. Mientras el colombiano celebraba la única anotación del encuentro cerca de uno de los córners, en la mitad de la cancha se desataba la pelea que dio la vuelta el mundo. La chispa que encendió el conflicto la originó Agustín Palavecino por gritar el tanto en la cara de Jorge Figal, que no reaccionó ante la provocación del volante del Millonario. Sin embargo, Sergio Romero salió del área para recriminar la acción del futbolista y en ese instante se desató el caos en el campo de juego.
Al final de la pelea, Darío Herrera recibió la ayuda del VAR y decidió expulsar a siete protagonistas: Elías Gómez, Ezequiel Centurión y Pala por el lado del cuadro de Núñez y Ezequiel Fernández, Nicolás Valentini, Miguel Merentiel y Jorge Almirón del Xeneize. Rápidamente las cámaras buscaron a los responsables de las principales agresiones y los espectadores recopilaron información para justificar algunas de las tarjetas rojas que mostró el juez una vez que se dispersó el tumulto.
El primer fragmento que se volvió viral fue la caída de Chiquito cuando intentó acercarse a Agustín. El arquero buscó agarrar al mediocampista que seguía gritando el gol y se tropezó en el intento. Rápidamente se puso de pie y se unió a la discusión que cada vez reunía más gente. En el instante que iniciaron las agresiones, fue el guardameta suplente de River el que fue derribado ante los contantes empujones. Centurión ingresó de manera agresiva a la cancha y desde Ezeiza consideraron que fue uno de los que generó que se intensifique la pelea.
Ya con una multitud dentro del campo de juego, Elías Gómez se encargó de desatar la ira de Miguel Merentiel con un sopapo en la cara del delantero. El golpe desató toda su ira y buscó acercarse en varias oportunidades al lateral izquierdo pero fue retenido tanto por compañeros como rivales. Otro que también pegó fue Alan Varela con una piña desde atrás al rostro de Enzo Díaz. En este caso, el VAR decidió no sancionar al volante que ya estaba amonestado y había salido a los 62 minutos de partido.
Otros de los fragmentos que llamó la atención, fue la intervención de Valentín Barco en el conflicto. El Colo se sumó al tumulto junto con algunos integrantes del plantel de Boca y lentamente se fue arrimando hacia el lado del Millonario para tirar una inocente patada a la pierna izquierda de Enzo Díaz. El último cuadro del caos lo protagonizaron Palavecino y Romero con el arquero dándole una lección de por qué actuó mal al gritarle el gol en la cara a sus oponentes.
Todavía resta que aparezcan las agresiones por las que Equi Fernández y Nicolás Valentini fueron expulsados. Luis Vázquez fue otro que se mostró furioso en las distintas escenas y fue detenido por la Roca Moreno, seguridad del plantel de Núñez. El defensor central se fue por el túnel único hacia el vestuario junto a Miguel Merentiel que siempre miró hacia el lado de River Plate para ver si aparecía Agustín Palavecino o alguno de los que vieron la tarjeta roja en el cuadro local.
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