Aproximadamente a las 17 horas, treinta minutos antes de que rodara la pelota en el campo de juego del estadio Monumental por el Superclásico entre River y Boca válido por la Fecha 15 de la Liga Profesional, se produjeron algunos desmanes en las adyacencias de la cancha. Un grupo de hinchas que no tenían entradas para ingresar buscaron saltar vallas y entrar por la fuerza. La Policía tuvo que intervenir y se efectuaron algunas corridas y pedradas que causaron la rotura de un vehículo.
La fuerza de seguridad se desplegó en la intersección de Udaondo y Avenida del Libertador, donde uno de los cacheos se vio desbordado por un nutrido grupo de fanáticos que no disponían de su localidad. Como contrapunto, algunos simpatizantes denunciaron que sí portaban sus acreditaciones para el ingreso, pero las puertas ya estaban cerradas y no consiguieron ocupar su lugar.
Vale mencionar que hubo 2 mil personas abocadas a disipar cualquier conflicto del partido, con un mega operativo inédito que incluyó drones, helicópteros y hasta un globo aerostático de vigilancia desde las 11 de la mañana con tres anillos de seguridad. Este es el primer derby que se disputa en Núñez tras la ampliación de la cancha millonaria, que de un aforo de 65 mil pasó a tener 84 mil.
Si bien las puertas del estadio se abrieron a las 13.30, cuatro horas antes del inicio del evento, el operativo con los cortes de calle empezó a las 11 de la mañana y se extenderá hasta pasadas las 21 horas, cuando se haya realizado la desconcentración total y también haya abandonado el Monumental la delegación visitante. En los tres anillos de seguridad se controlaron los tickets y los números de documento para que sólo puedan ingresar quienes tengan las entradas correspondientes y no estén falsificadas, algo que se viene notando en River a partir de la reventa desde que el estadio está completamente vendido y abonado. De hecho hubo doble sistema de molinetes. Al habitual que está en las troneras de ingreso al estadio se le sumó otro que se colocó a 150 metros para ir filtrando la gente de a poco y evitar las aglomeraciones donde varios pueden intentar colarse.
Hubo otras dos medidas tendientes a que nada fuera de lo normal ocurra. Por un lado, todo el traslado de Boca más las calles circundantes al estadio estuvieron monitoreadas por Sistema Aerostático de Vigilancia, un mecanismo de visualización montado en un globo aerostático que puede elevarse 300 metros y cuenta con un ángulo de visión de 360º, el que permite identificar objetos en distancias mayores a dos kilómetros. También hubo drones y un helicóptero que envió imágenes satelitales directamente a la sala de control del operativo, que estuvo ubicada en la central de la Dirección de Operaciones de la Policía de la Ciudad mientras que dentro del estadio hubo una división específica de videovigilancia. El arribo de la delegación visitante se registró en tiempo y forma.
Seguir leyendo: