Dolor en los deportes extremos: el saltador base Álex Villar murió en un trágico accidente

Tenía 34 años, se encontraba practicando y falleció al perder la estabilidad durante un aterrizaje. Se abrió una investigación

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El saltador base español Álex Villar murió al sufrir un accidente mientras practicaba en Huesca.
El saltador base español Álex Villar murió al sufrir un accidente mientras practicaba en Huesca.

Un trágico accidente puso de luto a los deportes extremos por la muerte de Álex Villar, famoso saltador BASE español, quien perdió la vida a los 34 años este viernes mientras practicaba en un peñasco de Punta Calva, en el Valle de Chistau, que se encuentra ubicado en el municipio de Plan (Huesca).

Villar, quien alcanzó la fama con su salto y vuelo a través del arco de Piedrafita a más de 200 kilómetros por hora en septiembre de 2019, murió al perder la estabilidad durante un aterrizaje y las causas del accidente se encuentran todavía bajo investigación.

Fue el Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de Boltaña el que recibió la advertencia del accidente cerca de las 10:30 horas de la mañana hora local. Al arribar a la zona, hallaron el cuerpo del deportista en un canal pedregoso y confirmaron su muerte.

“Se nos ha ido Alex Villar. Extremadamente joven, extremadamente valiente pero auténtico y fiel así mismo siempre. Vuela alto hacia las estrellas, Alex. Imborrable tu recuerdo”, escribió el periodista José Ramón de la Morena, quien lo entrevistó varias veces en el programa El Transistor de Onda Cero.

El saltador base español Álex Villar tenía 34 años.
El saltador base español Álex Villar tenía 34 años.

Álex Villar pasó a ser un fenómeno viral cuando hace cuatro años cruzó el arco de Piedrafita, en la Sierra de Partacua, también en Huesca, pero profesionalmente se dedicaba a ser instructor de parapente, paracaidismo y salto BASE. Sus comienzos como paracaidista en el 2013 y contaba con más de 2.000 saltos en avión. Al año siguiente, incursionó en el speed flying y el parapente.

“Una vez saltas, tienes un 50% de posibilidades de éxito”, reconoció después de conseguir ese fantástico salto desde 2.550 metros, volando a una velocidad de más de 200 km/h.

Siempre que era preguntado sobre la peligrosidad de la disciplina que practicaba, Villar mostraba que era consciente de que se exponía. “El que improvisa se mata a la primera, es un deporte con un riesgo alto que lo practicamos gente profesional que nos lo tomamos muy en serio, no es ninguna locura como piensa mucha gente”, había dicho en una entrevista con el periódico Heraldo de Aragón.

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