La “teoría de las zapatillas” con la que Dani Alves busca defenderse en la causa por abuso sexual

En su última declaración ante la Justicia, el brasileño apuntó contra las intenciones de la víctima al intentar acercarse a él

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Dani sigue cambiando su relato (Foto: AP)
Dani sigue cambiando su relato (Foto: AP)

La vida de Dani Alves sigue transcurriendo tras las rejas. El ex futbolista del FC Barcelona se encuentra en prisión desde el pasado 20 de enero luego de haber sido acusado de abusar de una joven de 23 años en un baño de los reservados de la discoteca Sutton. Nuevas declaraciones del lateral salieron a la luz y la maniobra por parte de la defensa para demostrar la inocencia del brasileño está sujeto a otro relato del principal protagonista de la historia sobre el momento en el que se encontró en soledad con la víctima.

El programa En Boca de Todos aseguró haber accedido a parte del último testimonio que el jugador dio ante la Justicia. “No puedo ratificar mi primera declaración porque ese día yo tenía una obsesión, que era proteger mi matrimonio, a la mujer que amo. Enseguida hubo pues una atracción sexual entre yo y la señora. Noté su buena disposición por la manera que bailaba, por cómo se acercaba a mí”, dio su versión Alves sobre el primer contacto con que tuvo con la joven.

Y añadió detalles del contexto en el que sucedió el hecho: “Cuando llegué dentro del baño, hice pis y dos o tres minutos después, como no llegaba, pues salí. Y cuando salí, la chica estaba yendo a mi encuentro y prácticamente me doy con ella cuando abro la puerta. No es que yo haya salido otra vez a llamarla sino que cuando voy saliendo prácticamente me la encuentro yo en la puerta. Y estando la puerta del baño abierta entró ella primero y después entré yo”.

El jugador seguirá en prisión por su "alta probabilidad de fuga" (Foto: AP)
El jugador seguirá en prisión por su "alta probabilidad de fuga" (Foto: AP)

Esta perspectiva del delito sirve para darle sentido a la “teoría de las zapatillas” que explica por qué en los videos se ve primero entrar al sanitario a Dani -se lo identifica por el calzado- y luego a la víctima. “No es que yo haya salido otra vez a llamarla, sino que cuando yo voy saliendo prácticamente me la encuentro en la puerta. En ningún momento me dijo que no”, concluyó el lateral derecho.

Debido al “elevado” riesgo de fuga a su país natal, Brasil, que no cuenta con acuerdos de extradición con España, y a la gran cantidad de evidencias que se encontraron en el caso, la jueza le negó la libertad provisional al carrilero. Si bien es cierto que Dani en todo momento negó la acusación de agresión sexual, el hecho de que haya cambiado de versión en varias ocasiones no lo ayudpo en el resultado de sus presentaciones.

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