En más de una ocasión el presidente del Barcelona, Joan Laporta, ha manifestado ante la opinión pública que “el club no ha cometido ningún delito”. “El Caso Negreira no es un delito de corrupción deportiva”, insistió en reiteradas ocasiones el titular de la entidad catalana. “Cuando se produjo esta polémica, comparecí inmediatamente y lo que manifesté es que veía una campaña orquestada contra el prestigio y la reputación del FC Barcelona. También dije que no era una casualidad. Comenzamos una investigación interna, que a la vez la encargó a un despacho externo para que hiciera un informe con la máxima transparencia”, ha recordado también.
Sin embargo, en las últimas horas la prensa de España a revelado que la institución habría solicitado un informe para analizar la posibilidad de poder jugar como invitado en alguna competición en el extranjero, preferiblemente en Oriente Medio o Asia, en caso de ser sancionado por la UEFA a causa del Caso Negreira.
El equipo catalán también contempla finalizar un calendario de compromisos amistosos en el extranjero, según lo anunció la cadena televisiva TV3, en una iniciativa preventiva en caso de que el Blaugrana quede excluido de las competiciones internacionales.
Además, la entidad de la Ciudad Condal estudia la alternativa de presentarse en otra liga europea, en caso de recibir una penalidad de la competición doméstica de España, aunque “cualquier decisión sería siempre consultada con los socios”.
El llamado Caso Negreira surgió debido a que José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros de España (CTA), cobró dinero del Barcelona por un supuesto asesoramiento, por un monto de 7.200.000 euros.
Ante esta situación, la UEFA pidió información y existe el riesgo de que el Culé no pueda participar de la Champions League durante una temporada. No obstante, después de la reunión que mantuvo Joan Laporta con el esloveno Aleksander Ceferin, titular de la entidad continental, en el club creció el optimismo y consideran que una sanción de este calibre es altamente improbable.
El máximo responsable del club catalán recalcó en los últimos días que la institución “no ha realizado nunca ninguna actuación que tuviese como finalidad alterar la competición para conseguir una ventaja deportiva a favor”. “No lo han podido demostrar”, destacó con euforia cuando le consultaron sobre el caso que revolucionó al fútbol del Viejo Continente. Y cerro: “El objeto preciso de la polémica es el asesoramiento técnico arbitral que han hecho unas personas que tenían una trayectoria en el mundo del fútbol y los estamentos arbitrales. El hecho de que el Barça tuviese ese asesoramiento no constituye un ilícito”.
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