El fútbol te obliga a ser adulto rápido. No hay mucho tiempo para dormirse en la adolescencia. Ese niño que arranca a jugar por diversión rápidamente puede verse cara a cara con las presiones del planeta de los mayores. Julián Aude acaba de cumplir 20 años hace unos días y en la edad que muchos de su generación están pensando qué hacer después de la escolaridad, está saltando de desafío en desafío clave para su trayectoria profesional. Llegó a Estados Unidos solo para firmar con Los Ángeles Galaxy semanas atrás y ya empezó a batallar por hacerse un lugar en un plantel que tiene apellidos de la talla de Chicharito Hernández, Riqui Puig o Douglas Costa.
“Acabo de llegar al hotel, ahora puedo hablar”, le avisa a Infobae. Y aclara la demora: está en plena búsqueda de una casa para vivir mientras sus padres tramitan la visa norteamericana para acompañarlo en este salto. Es un pibe que debió pelearla económicamente mientras su viejo se enfrentaba a un proceso médico de años que le impedía trabajar con normalidad y su mamá sacaba adelante la casa. Él entendió que si hacía las cosas bien la vida de los suyos podría dar un giro.
Apareció por la primera de Lanús con 16 años, debutó meses más tarde y se convirtió en una garantía en el lateral izquierdo. En un nuevo de diagrama de transferencias veloces, la venta a Estados Unidos llegó rápido teniendo en cuenta que su puesto no es uno de los que más despierta interés. Pero sus papeles lo respaldan: multifunción por la banda o en el medio y un extenso pasado en las selecciones juveniles de Argentina. El Galaxy le hizo contrato hasta 2027.
“De chico no nos sobraba nada. Teníamos lo justo y necesario. Gracias a Dios me ayudó un montón el fútbol, pude mejorar económicamente. Mi mamá pudo dejar su trabajo y mi papá ahora trabaja en un hospital. Es muy emocionante para mí porque me ayudaron toda la vida, estuvieron para mí. Poder ayudarlos ahora de esta manera, los veo muy contentos por todo lo que me está pasando. Lo primero que hice cuando recibí los primeros sueldos fue tratar de arreglar mi casa”, cuenta.
Llegó a la MLS y ya logró la titularidad en su segundo partido: “Estoy solo en en estos momentos. Si Dios quiere, dentro de poco tendré casa. Es un cambio muy grande. En Argentina estaba muy respalda por mi familia por mis amigos, siempre con alguien. Ahora estar solo es un cambio grande, pero es parte de la vida. Mis representantes estuvieron las primeras dos semanas ayudándome, porque llegué acá y no iba a entender nada del idioma. Pero todo pasa, la vida es así, uno aprende de todo lo que le va pasando en esta carrera”. El propio Diego Valeri, ídolo granate y en Norteamérica, lo salió a bancar cuando debutó en Estados Unidos: “Lo quiero mucho por todo lo que hizo por mí. Me ayudó mucho cuando compartimos en Lanús. Me dio consejos, tranquilidad. En su momento yo no jugaba y me decía que no me tenía que desesperar, que todos pasan por ese momento, que me tenía que preparar y hacerme más fuerte porque todo llega. Y desde que llegué acá, me escribió el primer día y me dio otros consejos. ”.
Habitual de todas las divisiones juveniles, fue precisamente allí donde su vida dio un vuelco definitivo. “Yo siempre voy a estar agradecido a Aimar porque me brindó una confianza que a esa edad no tenía. Estaba en una categoría que era el más chiquito, me dio confianza que haga lo que quiera. Me gusta gambetear, tirar lujos y me lo permitía. Esa confianza me hizo subir mi nivel. Desde esa Sub 17 empecé a ser visto por Lanús en Reserva. Él no se enojaba si nosotros intentábamos jugar al fútbol, tratar bien la pelota. En ese Sub 17 a todos nos gustaba tener la pelota en los pies. Cuando se perdía teníamos una presión tras pérdida. Eso ayudó mucho al equipo a ganar el campeonato”, reconoce la influencia del Payito que fue su DT en el Sudamericano del 2019 que los tuvo como campeones.
El apellido de Aude es uno de los 37 que figura en la lista provisional (12 de ellos juegan fuera de Argentina) que difundió Javier Mascherano para el Mundial Sub 20. No será fácil para él porque la batalla en esa zona de la cancha es áspera con Valentín Barco (Boca Juniors), Román Vega (Barcelona B de España) y Franco Carboni (Monza de Italia). “Es muy lindo, pero obvio que la competencia es grande”, reconoce y ríe porque pelea un sitio en la nómina con su amigo Carboni, con el que compartió en inferiores del Granate donde lo dirigió el padre del actual jugador del fútbol italiano. “Solemos hablar con los chicos. Hicimos amistados, nos preguntamos entre nosotros si los clubes nos dejan”, afirma.
Fue parte del plantel que sufrió un golpe “muy duro” en el Sudamericano y allí tuvo un rol especial como compañero de pieza de Nicolás Paz: “¡Dependía de mí que ame a Argentina!”, dice y lanza una carcajada. “Lo hacíamos tomar mate, le insistíamos con el “boludo” que decimos nosotros, aprendió a jugar al truco. Yo dije: ‘Tengo que hacer todo bien para que elija Argentina al 100%, que no dude’”.
Mascherano dirá en los próximos días quiénes serán los que deberán presentarse el lunes 8 de mayo a entrenar de cara al torneo mundialista. Y Aude explica los puntos más importantes del Jefecito como DT: “Siempre nos trató de recomendar mediante su experiencia futbolística. Obviamente está lo técnico y lo táctico, pero además de ser DT nos daba consejos hasta personales”. La cultura de selección está presente en esta nueva camada de jóvenes moldeados bajo la filosofía de los Pekerman Boys que comandan la estructura: “Desde la Sub 15 tratan de hacer un cambio, primero sos una persona. Jugador de fútbol sos dos horas, las otras 22 sos personas. Tenes que ser respetuoso, vas a comer y decir buen día, muchas gracias, ayudar a los mozos. Se está inculcando en la selección los valores”.
Esa vida en el mundo albiceleste le dio el día más “increíble” de su vida: conocer a Lionel Messi y enfrentarlo en una práctica. “Un sueño. Me tocó marcarlo, era imposible sacársela. Estaba cerca haciendo que lo marcaba, porque literalmente era imposible. Con suerte se la punteé... Él se copó con todos nosotros y después dijo que vayamos todos los del Sub 20 para sacarse una foto con cada uno”.
Aude espera tener la gran chance de vivir una experiencia única en el país con el Mundial Sub 20 que seguramente despertará el furor de los hinchas que transitan un momento idílico con la celeste y blanca tras ser campeón del mundo. Pero no puede perder el eje: la MLS puede ser el trampolín que transforme definitivamente su vida.
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