Vélez y San Lorenzo igualaron 0-0 en Liniers por la Fecha 14 de la Liga Profesional. El empate sin goles privó al Ciclón de descontarle puntos al líder River, que anoche igualó de forma agónica contra Atlético en Tucumán. En el estadio José Amalfitani se registró una polémica que enfureció a todos los de Boedo: Adam Bareiro convirtió un tanto que fue anulado por el árbitro Hernán Mastrángelo, quien recibió la venia en el VAR de Nicolás Lamolina. Error del cuerpo arbitral.
Al minuto 38 de la primera mitad, Jalil Elías envió un balón frontal aéreo hacia la posición del hombre más adelantado del cuadro azulgrana, Bareiro. El paraguayo forcejeó con el defensor Miguel Brizuela, ganó la posición y definió a la red en el mano a mano con Chila Gómez. Sin embargo, cuando todo el Fortín se resignaba y lamentaba estar abajo en el tanteador, Mastrángelo sorprendió y cobró infracción en ataque.
¿Por qué falló con su decisión? El fútbol es un juego de contacto y las faltas conceptualizan y se sancionan por la acción, la fuerza aplicada y consecuencias cuando dos jugadores van a disputar un balón. En esta oportunidad el jugador local se posiciona mal corporalmente y cuando quiere tratar de disputar el balón, el mínimo contacto lo desestabiliza sin que la acción del jugador de San Lorenzo lo provoque y sin que el espíritu del juego pueda contextualizarse como una figura de falta.
El VAR pudo haber corregido el error. El árbitro no mató la jugada antes de que se convierta el gol sancionando la falta y sí lo hizo luego de su concreción. Lamolina debió invitarlo a Mastrángelo a revisar un posible error de criterio al observar falta en la maniobra. Ergo, si eso ocurrió, fue un error de Mastrángelo en conjunto con el VAR.
Luego del encuentro, el propio Bareiro manifestó sobre el gol anulado: “Es un punto agridulce porque queríamos sumar de a tres. Lástima que mi gol no pudo contar. Mastrángelo me dijo que los del VAR le dijeron que era falta, así que ni siquiera la iba a ir a ver. Son decisiones que toman ellos, pueden estar acertados o errados, como también nosotros en la cancha. Son cosas que pasan”. Y completó: “Nos queda seguir trabajando para hacer lo mejor partido a partido, sumar la mayor cantidad de puntos y al final del campeonato ver para qué nos alcanza”.
Si San Lorenzo hubiera conseguido el triunfo en su visita a Liniers, la diferencia con River que se mantuvo en 6 puntos se habría recortado a 4, teniendo en cuenta que el próximo fin de semana se disputará el Superclásico en el Monumental y que los dirigidos por Rubén Darío Insúa recibirán a Defensa y Justicia el lunes 8 de mayo.
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