Horacio Zeballos, a fuerza de talento y sacrificio, logró convertirse en una de las figuras del tenis argentino, siendo convocado en reiteradas ocasiones para defender los colores nacionales en la Copa Davis y siendo uno de los mejores doblistas dentro del circuito ATP. El que siempre le tuvo fe al Cebolla fue nada más ni nada menos que Guillermo Vilas, una leyenda viva de este deporte.
El ganador de 19 títulos utilizó sus redes sociales para mostrar por primera vez un mail que Willy le envió al papá del tenista en 2003. Hace 20 años, en ese intercambio de mensajes, el dos veces ganador del Abierto de Australia (11978 y 1979) dejó una interesante premonición sobre su coterráneo (ambos son oriundos de Mar del Plata).
“¿Cómo no emocionarme con estas cosas?. Corría el año 2003 y Guillermo se intercambiada mails con mi viejo (amigos y compañeros de largos entrenamientos) sobre mi carrera. Siempre dándome una mano, desde consejos, a conseguirme el primer contrato con Head, que aún sigue vigente. Como vos decís Guille, ¡De él me ocupo yo! ¡Y así lo hacés!. ¡Un maestro!”, escribió el cinco veces ganador de torneos Masters 1000 que actualmente hace pareja con el español Marcel Granollers.
En ese correo con el papá del deportista, el vencedor de Roland Garros en 1977 sostuvo: “Horacio, muy buen chico tu hijo. Le irá muy bien. Tiene asegurado un lugar dentro de la industria del tenis. Si no llega como tenista, llegará como coach o profe, etc. De él me ocupo yo”. Cebolla, actual número 18 del planeta en el ranking de dobles, inició su camino dentro del profesionalismo justamente en ese mismo año: 2003.
Vale destacar que esta no es la primera vez que sale a la luz cómo la leyenda argentina ayudaba a sus compatriotas en sus inicios. A finales del 2020 se hizo viral la historia de Diego Veronelli, quien alcanzó a ubicarse entre los 170 mejores del planeta.
Durante el arranque del 2003, la Flaca se encontraba sin entrenador y Guillermo Vilas se cruzó en su camino. Lo ayudó durante varios días de la preparación y luego siguió desde lejos su desarrollo. En ese contexto, le envió un mail con consejos que el ex tenista argentino contó públicamente con el correr de los años.
En el texto, Willy le daba algunos secretos para afrontar un partido contra un “francés” a través de un correo electrónico: “No tomés riesgos innecesarios. Tomá seguridad. Cuando te la veas mal, jugate consciente y apuntá. Que no sea un lance. Hoy sos un jugador completo y podés realizar cualquier tiro. Los riesgos los podés controlar. Sabés el riesgo que tomás, peso si sabés que no hay otra, tomalo decidido. Es eso o nada. No tomés riesgos si sabés que con dos tiros más vas a ganar igual el punto. Los riesgos se toman cuando no queda otra. Si los tomás así, los riesgos se incorporan a tu juego. Lo que ayer era un riesgo, hoy es un tiro que manejas con aplomo”.
Ese listado de consejos tenía fecha del 24 de enero del 2003, una época en la que Veronelli estaba disputando un torneo ITF en Jamaica según los datos del sitio oficial de la ATP. Por entonces, en ese certamen en el que arribó a la final, se enfrentó con dos franceses: Benjamin Cassaigne y Dimitri Lori.
“Tenés demasiado juego y respondés a las exigencias. No porque juegues bien hagas demasiado para ganar. No pierdas ningún punto. No juegues para el público. Nunca pienses que has ganado. Nunca pienses que has perdido. Nunca pienses que es difícil o fácil. Pensá en lo que tenés que hacer. Hacelo lo mejor que puedas. Aplicá lo que te parezca correcto. Realizá los golpes como si cada uno te abriera un nuevo mundo mejor”, le indicó.
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