En la previa del trascendental partido entre el Arsenal y el Manchester City, que podría determinar al próximo campeón de la Premier League, el ex futbolista francés Samir Nasri, que pasó por ambos clubes, le concedió una entrevista a L’Equipe en la que contó algunas anécdotas y se refirió a Pep Guardiola, un entrenador con el que tuvo varios roces.
“Pep es arrogante, pero arrogante en el buen sentido: sabe que es el mejor entrenador y te lo hace saber. Sabe lo que aporta al club y sabe que cuando llegó al City tenía carta blanca. Entonces, para él, fue bastante fácil imponer su ley”, detalló el galo, que estuvo vinculado con los citizens por más de cinco años.
El ex jugador de 35 años recordó que tuvo cruces con él desde sus primeras reuniones: “El primer día me llama a su oficina y me pregunta ‘¿Qué quieres hacer?’ y le digo: ‘Te toca a ti decirme si cuentas conmigo’. Y él responde: ‘Cuento contigo si realmente estás bien de la cabeza’. Luego, hago mi primer entrenamiento y todo iba bien. Al día siguiente, Pep me volvió a llamar y ahí me gritó lo de mi peso (había llegado con sobrepeso a la temporada)”.
“Me dijo que mi peso debía ser 76 kilos. Yo no había pesado eso desde que jugaba en Marsella, porque en la Premier siempre hay un programa para aumentar más músculo. Él quiere jugadores finos, físicos. Yo llegué con cuatro kilos más de los que normalmente debía tener”, relató y agregó: “Con Guardiola, si tienes 2,5kg de más no puedes entrenar con el grupo. Entonces me entrené yo solo por mi cuenta”.
Ese episodio fue el detonante de una discusión acalorada que protagonizaron. En medio del monólogo del catalán sobre su exceso de peso, Nasri recordó que lo frenó en seco: “Baja la voz, no me grites, no soy un niño, tengo 29 años. Tal vez mis vacaciones fueron un escape para mí, una forma de hacer esto que yo quería. Lo hice porque venía de una temporada difícil (una lesión en el tendón de la corva lo mantuvo fuera de las canchas durante cuatro meses en la 2015-2016), y porque en mi vida personal pasaron muchas cosas”, le aseguró. Y ahí Pep se retractó: “Es verdad, lo siento”.
“Cuando todo salió bien con el peso, él me pidió que me quedara pero yo quería jugar y él no podía garantizarme tiempo”, sentenció el jugador que solamente compartió una temporada con Pep Guardiola en el banco.
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