Con su política deportiva basada en las inversiones desmedidas en cada mercado de pases, el Paris Saint Germain ha llenado su vestuarios de jugadores de muy alto perfil pero también generado una superpoblación de estrellas. Luis Campos, contratado esta campaña como director deportivo, ha encabezado una depuración que vio salir a 11 jugadores a préstamo con la intención de que regresen los menos posibles. Pero su estrategia no resultó como esperaba.
Según un informe realizado por L’Equipe, hay grandes probabilidades que “solamente dos o tres no regresen a la capital francesa este verano” pero estrellas como Georginio Wyjnaldum, Julian Draxler, Keylor Navas y Leandro Paredes estarán en el club pronto. “Los directivos esperaban que sus ‘indeseables’ aprovecharan el tiempo de juego para distinguirse, encontrar placer, impresionar y, quién sabe, alentar a los clubes anfitriones a aumentar las opciones de compra”, apunta el diario deportivo francés.
Campos contrató al ojeador Pasquale Sensibile, con quien ya había colaborado en AS Mónaco y Galatasaray, para que viaje por Europa en las últimas semanas para visitar a los jugadores cedidos, charlar con ellos y sus entrenadores, ver principalmente como se encuentran.
Lo cierto es que figuras como Navas (Nottingham Forest), Draxler (Benfica), Paredes (Juventus), Kurzawa (Fulham), Abdou Diallo (RB Leipzig), o Wijnaldum (AS Roma), no son tan valorados, algunos incluso no han jugado lo suficiente como para ser comprados, y están destinados a volver a un vestuario donde no tienen lugar.
El costarricense Keylor Navas, por ejemplo, declaró recientemente en Canal+ que se sentía “capaz de ganar la Champions con el PSG” y mostró su intención de volver para la próxima temporada a cumplir su último año de contrato en Francia, aunque los dirigentes pretenden continuar con Gianluigi Donnarumma y Sergio Rico como opciones para el arco.
Otro caso que preocupa al PSG es el del argentino Leandro Paredes. “Claramente, Paredes ya no es bienvenido en el vestuario”, apuntó L’Equipe. Una pelea con Sergio Ramos en el Parque de los Príncipes, durante el PSG-Juventus de la fase de grupos de la Champions League, mostró que no tiene buen feeling con uno de los referentes. “Ramos, libre en junio, no estará necesariamente en julio, pero sí estará Kylian Mbappé, y él tiene el mismo aprecio por Paredes que el defensor español”, informó el citado periódico.
“Empezó bastante bien, luego su rendimiento se fue deteriorando y su comportamiento en el campo (cuatro amonestaciones, una expulsión) no siempre agradó a los hinchas ni a su entrenador, Massimiliano Allegri, con quien ya no tiene conexión. Volverá a París”, amplió este diario sobre Paredes.
Estas figuras tienen contratos muy altos. Los retornos de estos jugadores son una carga para el Paris Saint Germain porque seguramente absorberán parte del dinero que se ahorrará el club en caso de que se concrete la salida de Lionel Messi, quien gana USD 45 millones anuales. La Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG), organismo que supervisa las finanzas de los clubes en Francia, ya informó que el PSG registró un déficit que asciende a USD 406 millones en su balances de la temporada pasada.
En la lista de cedidos que no tienen lugar aparecen casos como el argentino Mauro Icardi (Galatasaray), Éric Junior Dina Ebimbe (Eintracht Frankfurt) y Édouard Michut (Sunderland), quienes sí han realizado méritos para poder ser adquiridos por sus equipos actuales. Icardi se mostró revitalizado en Turquía: lleva 13 goles y ha dado siete asistencias en la Süper Lig, por lo que ya ha superado su mejor registro goleador con el conjunto parisino. También la nómina aparecen algunos juveniles como Djeidi Gassama, Kenny Nagera y Anfane Ahamada, todavía con margen de mejora y nuevamente cedibles.
Cuando asumieron Christophe Galtier y Luis Campos, solamente pudieron concretar ventas como las de Thilo Kehrer, Idrissa Gueye, Arnaud Kalimuendo, Alphonse Areola, Pablo Sarabia y Ander Herrera, pero fueron los préstamos los que realmente hicieron la depuración para trabajar en las condiciones que pretendían. Sin embargo, fue una opción temporal que en definitiva no generó el efecto deseado y se avecina un problema para el PSG en el arranque del próximo curso.
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