Claudio Echeverri, que tuvo que aprender a convivir con la presión desde su explosión mediática a los 11 años, es la gran figura de la selección argentina en el Sudamericano Sub 17 que se está disputando en Ecuador. Con la cinta de capitán en el brazo y a pura gambeta y goles, el Diablito llevó a los de Diego Placente a sellar su boleto al Mundial de categoría a falta de dos partidos y ahora buscará alzarse con el título.
El chaqueño, gracias a sus cuatro goles y tres asistencias en seis partidos, es seguido de cerca por varios de los principales clubes de Europa (Real Madrid y PSG, entre otros) y desde River Plate ya advirtieron que buscarán pasar su cláusula de rescisión de 25 a 50 millones de euros.
En diálogo con Infobae, Martín Pellegrino y Pablo Fernández, sus entrenadores en Novena División, explicaron cómo fue el crecimiento del 10 albiceleste y develaron algunos de los secretos del habilidoso futbolista de 17 años.
“Entiende lo que se necesita en cada jugada. Es muy inteligente. Es muy habilidoso y aparte tiene gol. Estamos en presencia de un gran proyecto, un gran jugador, que está haciendo sus primeros pasos en Reserva. Nos pone muy felices su presencia en este Sudamericano”, comenzó su relato Pellegrino, quien actualmente está a cargo de la Octava División.
El entrenador, sin embargo, hizo hincapié en una difícil situación dentro de la corta carrera del Diablito, cuando sufrió una fractura en una vértebra, lo que lo marginó varios meses de los campos de juego. Fue justamente en ese duro momento cuando el joven sobresalió por su “fuego sagrado”.
“Cuando él tuvo un problema en la espalda, fuerte, grave, vi ese fuego sagrado que él tiene. Cuando nosotros íbamos al gimnasio vimos como él no se perdió una sesión de kinesiología, de gimnasio, estaba al pie del cañón en ese momento amargo que tuvo. Yo vi las agallas que tuvo, el compromiso para salir adelante. Luego vinieron todas esas cosas lindas. Tuvo mucho coraje para poder enfrentar esa lesión. Lo vi yo, lo vieron los médicos, vimos cómo la sacó adelante, y en el nivel que volvió. Es para destacarlo”, confesó Pellegrino.
Sobre este punto, Fernández, quien nuevamente se encuentra junto a Echeverri al ser el ayudante de campo de Marcelo Escudero en la Reserva, manifestó: “Tuvo una lesión muy grande y no se lo vio caído, ni cuando se le dice que es un fenómeno está muy arriba. Es muy centrado. Se lo vio tranquilo. No escatimó en esfuerzo, siempre se lo vio mentalizado. Se perdió muchos partidos de la Sub 17, pero nunca se cayó”.
El integrante del cuerpo técnico analizó cómo fue mutando el juego de Echeverri y advirtió una similitud con Lionel Messi, con quien ya compartió un entrenamiento en la Selección mayor. “Tiene una inteligencia muy grande para entender el fútbol, el juego. Es algo que lo tiene muy desarrollado. Interpreta muy bien el juego, quizá es su mayor capacidad. Si ves un partido de la Sub 17, en eso es en una de las cosas que se parece a Messi... El pibe está todo el tiempo flotando al trote, buscando la ubicación. Si contás por minuto cuántas veces te escanea el campo de juego para saber la ubicación de la pelota, los rivales y los compañeros te vas a sorprender. Siempre que la recibe está solo. Ese es un mérito muy grande, sumado a la habilidad”, soltó. Igualmente, rápidamente se mostró en una línea similar a la de Martín Demichelis, en la que advirtió que “aún es un chico y hay que llevarlo de a poco”.
Prosiguiendo con su análisis, el entrenador dejó entrever una teoría que elaboró sobre el importante crecimiento del joven pese a enfrentar a rivales cada vez más duros y grandes: “Llegué a la conclusión de que no se puede creer cómo estaba jugando. No solo en los partidos, también en las prácticas. Después de pensarlo llegué a la conclusión de que Claudio cuanto más arriba vaya mejor va a jugar. Es al revés que los otros jugadores. Muchos jugadores, a medida que van dando saltos, les va costando porque se encuentran con mejores jugadores y el físico se empareja. Pero la diferencia que saca Claudio la saca desde otro lugar, lo saca desde la técnica y por la comprensión del juego. Por eso cuanto más arriba vaya mejor va a jugar, porque mejores son los compañeros. Viene a la Reserva y le devuelven las paredes mejores que en la Séptima. En el juego es más inteligente porque los chicos ya están más parecidos a la Primera. Y cuando vaya a la Primera le va a pasar lo mismo. Por eso no me sorprendió cuando Scaloni lo llamó a una práctica. No sé lo que hicieron, pero seguramente no haya desentonado. Porque el pibe te aseguro que se las va a devolver redonda. Cuanto más arriba vaya, mejor va a jugar”. No obstante, advirtió que “le falta ser más corpulento. A lo que más miedo le tengo es a las patadas. Es un chico que recién cumplió 17 años”.
Para ilustrar su análisis, Fernández rememoró un encuentro que realizaron durante la última pretemporada: “Hicimos un amistoso contra un equipo del ascenso, que son jugadores grandotes, duros, y les costaba agarrarlo. Recibía el pase y les sacaba dos metros porque aparece solo por la espalda. Cuando lo fuiste a buscar ya no está más”.
“Novena fue la categoría que más le costó en lo físico. No había dudas de que iba a jugar, pero se tenía que desprender rápido de la pelota. Había quedado chiquito. Pero después de la pandemia pegó un estirón y ya se acomodó a un físico más similar al que tiene ahora. En cuanto a lo que es comprensión de juego es lo mismo de ahora. Lo importante es que lo sostuvo en escenarios cada vez más difíciles. El mérito es que lo sostuvo, lo que le cuesta a varios chicos. Su mérito es que juega igual en Reserva que en Infantiles. El video que viste contra la Juventus, hace lo mismo acá en las prácticas. Es increíble”, concluyó uno de sus primeros DT’s en el Millonario.
Todas las luces están sobre él, pero al Diablito Echeverri no parece importarle. Él sale a la cancha y en cada partido deleita y sorprende a todos, incluso a sus propios entrenadores.
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