El caos alrededor de Christophe Galtier continúa su curso con la apertura de procedimientos judiciales junto a las primeras declaraciones de jugadores y entrenadores de la Ligue 1. Aún no está todo dicho y persisten algunas zonas grises, a pesar de las revelaciones que aparecieron en la prensa local sobre el técnico del París Saint Germain (PSG) en su paso por el OGC Niza la temporada pasada.
El entrenador francés lleva varios días en el centro de una tormenta mediática. Acusado de racismo y de “islamofobia” por el antiguo director deportivo del cuadro rojinegro Julien Fournier, a través de un correo electrónico enviado al Departamento de Deportes del grupo INEOS. Según las palabras que aparecieron en dicho email, Galtier habría hecho comentarios sobre el exceso de jugadores “negros y musulmanes” en el plantel durante la temporada 2021-2022.
Por el momento, las acusaciones no fueron probadas y el asunto sigue siendo una batalla de palabras y de versiones entre varias personas cuya relación está completamente en trizas.
Por el lado de Las Águilas, el entrenador Didier Digard dio su primera conferencia de prensa en la previa del choque ante el Basilea por la vuelta de los cuartos de final de la Conference League. “En el vestuario, ya no es un tema. Puede que esté en la mente de algunos, pero ya no es tema de discusión. Ahora hay que tener paciencia y dejar que la justicia actúe. No podemos negar que este asunto ocupa espacio. No quiero responder a lo que dice la gente, porque no creo que sea la manera de hacer avanzar la justicia”, afirmó frente a los micrófonos.
Además, apuntó a los medios de comunicación como responsables de la masiva difusión del tema: “El problema es que ustedes quieren saber lo que pasó y a la vez, no quieren saber lo que pasó. El problema es que ustedes quieren resolver la investigación antes que la Justicia. No me importa responder a sus preguntas. No tengo nada que decirles hasta que los tribunales hayan aclarado las cosas. No voy a responder rumores, porque no creo que sea la forma de hacer avanzar la justicia. Voy a responder cuando las cosas estén claras”.
Sin expresarse públicamente, algunos jugadores del Niza ya emitieron su opinión puertas adentro y no sólo los de religión musulmana. Según agregó RMC Sport, hay varios integrantes molestos por los testimonios de jugadores o entrenadores en apoyo de Christophe Galtier como Bruno Genesio, Laurent Blanc y Antoine Kombouaré.
Quien se metió en el tema de lleno fue Thierry Henry, campeón del mundo en 1998. “No estamos seguros de lo que pasó. ¿Cómo pueden algunos decir ‘dijo eso’ o ‘no dijo eso’? No estaban allí. Por eso hay dudas y por eso todos nos hacemos preguntas. Me cuesta entender este tipo de discusión sobre: ¿defenderle o no?”, dudó sobre qué posición tomar al respecto.
Y complementó su postura haciendo un profundo análisis: “Hay una cosa que me preocupa. Desde el Niza no se dice nada. Tuvimos un comunicado de prensa de tres líneas, como cuando escribía mis ensayos en el colegio, y no se explicó lo que había pasado en el asunto. ¿Por qué no hablan? Percibí una situación en la que querían decir cosas. Pero cuanto más pasan los días, menos certezas hay. Comprendo que hay una investigación en curso, pero en Niza hay alguien que debe salir a hablar”.
El entrenador parisino, por su parte, recordó sus principios vinculados a ciertos valores de tolerancia y negó los hechos. Admitió que pasó una semana complicada tras las acusaciones en su contra, en particular por las amenazas de muerte, y está a la espera de las conclusiones de la investigación.
El presidente del club, Jean-Pierre Rivere, fue interrogado el martes 18 de abril por los investigadores, según reveló el diario L’Equipe. Los demás directivos del club serán indagados por la policía en los próximos días. La fiscalía abrió una investigación preliminar confiada a la policía judicial de la ciudad por discriminación basada en una supuesta raza o afiliación religiosa.
Si se demuestran las acusaciones contra Christophe Galtier, el entrenador podría enfrentarse hasta a tres años de cárcel y una multa de 45.000 euros. Pero en este caso, lo complejo para los investigadores es probar los hechos reprochados en el correo electrónico enviado por Julien Fournier. Los investigadores están convencidos de que “no hay que quedarse en el choque de versiones” y “hay que demostrar y probar todo” antes del veredicto.
Seguir leyendo: