En la previa del clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing se alcanzó a ver un tramo de la arenga final en el túnel del estadio Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini del equipo visitante antes de salir al campo de juego. Con todos los futbolistas abrazados en ronda, el capitán, Leonardo Sigali, tomó la palabra y les habló a sus compañeros.
“Juntos, siempre juntos, carajo. Si hay un compañero tirado en el piso, voy y lo levanto, lo ayudo. Si voy a pelear con el árbitro, no quiero ver a uno solo, quiero ver a cuatro o cinco jugadores juntos. Siempre en cada momento de la cancha, juntos. ¿Está claro?”, expresó el Osito antes de la salida a la cancha.
El experimentado defensor de la Academia intentó motivar a todos sus compañeros de cara al encuentro que paralizó a la ciudad de Avellaneda. En medio del mal momento institucional y deportivo que atraviesa Independiente, con la renuncia de su presidente Fabián Doman mediante, Racing necesitaba una victoria para seguir en la pelea por la Liga Profesional, que lidera River Plate.
Por otra parte, el clima en las tribunas del estadio del Rojo, fue espectacular, con un recibimiento acorde a las circunstancias. Cuando los protagonistas saltaron al terreno de juego, desde los cuatro costados de la cancha llovieron papelitos y explotaron bombas de humo color rojo y blanco. También se desplegaron dos telones desde las cabeceras.
En cuanto al partido, Independiente comenzó ganando el clásico con un tanto de Martín Cauteruccio a los 19 minutos, pero Racing llegó al empate a los 38 gracias a un penal que cambió por gol el paraguayo Matías Rojas. La acción fue discutida porque la infracción fue afuera del área. Sin embargo, el árbitro Yael Falcón Pérez, no dudó en sancionar la pena máxima.
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