Una designación, un vínculo laboral y suspicacias. La crisis institucional que derivó en la renuncia de Fabián Doman y la asunción interina de Néstor Grindetti a la presidencia de Independiente se vio envuelta en una polémica a días del clásico de Avellaneda. Es que el árbitro que impartirá justicia en el duelo que se disputará el próximo domingo en el Libertadores de América será Yael Falcón Pérez, quien se desempeñaba como empleado de la municipalidad de Lanús, donde el directivo que reemplazó al periodista ejerció como intendente hasta que se tomó una licencia por 30 días para afrontar sus compromisos como titular del club bonaerense.
Las denuncias en las redes sociales encendieron las sospechas sobre el vínculo que mantuvo el funcionario con el juez que estará a cargo de uno de los partidos más atractivos de la fecha 12 de la Liga Profesional. Sin embargo, el miércoles 12 de abril el colegiado presentó su renuncia al cargo que ocupaba en el municipio del sur.
El juez internacional de 34 años, que habitualmente dirige los encuentros de Primera División del fútbol argentino y otros compromisos correspondientes a la Copa Sudamericana o Libertadores, se desempeñaba en la Escuela de Árbitros de Fútbol Municipal perteneciente a la Subsecretaria de Deportes del Municipio de Lanús, pero en el día de ayer presentó su renuncia por “razones de ética y moral” y para desactivar las sospechas.
Yael Falcón Pérez estará acompañado por sus asistentes Juan Pablo Belatti y Pablo Gónzalez, mientras que el cuarto árbitro será Andrés Merlos, en el VAR estará y en el AVAR Ezequiel Brailovsky. Sin dudas, la lupa se instalará sobre la actuación de las autoridades en un encuentro que podría ser clave en el futuro de Independiente y Racing.
Cabe señalar que el juez nunca dirigió al Rojo desde que asumió la nueva dirigencia que comenzó con Doman y en la actualidad sigue con Grindetti; pero durante su trayectoria estuvo en seis partidos en los que Independiente ganó 2, empató 3 y sólo perdió 1.
El Clásico de Avellaneda del próximo domingo modificó su horario por “razones de seguridad”, debido a que estaba programado para las 19 pero finalmente se adelantó para las 16:30 por pedido de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide). Una de las razones del cambio se basó al conflicto interno que atraviesa la barrabrava del equipo local, ya que cuenta con tres facciones, una situación similar a la que sucede en la Academia y desde el organismo prefieren que dichos clubes eviten el horario nocturno.
SEGUIR LEYENDO