El debut de Jorge Almirón en el banco de Boca Juniors no tuvo el resultado esperado: 1-0 abajo contra un San Lorenzo que sacó la diferencia en el arranque y supo mantenerla. El Xeneize no tuvo su actuación más lucida, pero lo cierto es que tampoco gozó de la fortuna necesaria para concretar un triunfo. A la lesión de Bruno Valdez (justo en la jugada que derivó en el gol de Iván Leguizamón) se le sumó el propio desvío en Pol Fernández en ese mismo tanto y la posterior expulsión de Nicolás Figal.
Fue el 4 azul y oro el que quedó expuesto por las cámaras de la transmisión oficial después de que su compañero, Agustín Sandez, viera la roja por una fuerte entrada contra Agustín Giay. El árbitro del encuentro, Facundo Tello, le enseñó el camino hacia las duchas, pero como el VAR repasó la maniobra y percibió que no había habido contacto entre los futbolistas llamó al juez principal, que cambió la roja por la amarilla.
Sin saber que el referí daría marcha atrás con su determinación, Figal se acercó hasta la posición de Luis Advíncula y Facundo Roncaglia (que ingresó en el inicio por el lesionado Valdez) y criticó la actitud de Sandez exponiendo su inocencia: “Gusa (apodo de Agustín) es un verde, boludo”. El lateral peruano lamentó la inminente baja (que al final no fue) sobre el cierre del primer tiempo meneando la cabeza.
Paradójicamente, Boca terminó el duelo con diez hombres por la baja de Figal, que se fue expulsado al cuarto de hora del complemento por doble amarilla. El ex Independiente, que había sido apercibido con tarjeta sobre el final de la etapa inicial por protestarle a Tello, llegó tarde a rechazar frente a Andrés Vombergar y se fue casi sin chistar reconociendo su error. En ese momento Sandez ya no estaba en el campo de juego, ya que Almirón lo había reemplazado en el entretiempo por Juan Ramírez.
Otra de las perlitas que arrojó la transmisión del clásico entre el Ciclón y el Xeneize fue la indicación del flamante entrenador boquense al capitán Pol Fernández. Con su dedo índice siendo agitado cerca de su boca en señal de que hablara con alguien, Almirón le habría exigido al mediocampista que se comunicara con el árbitro para cuestionarle algunos fallos.
El plano y la edición del clip no deja ver si efectivamente Almirón buscaba que sus dirigidos influenciaran a Tello dentro de la cancha, aunque sí puede aseverarse que se lo notó muy activo a lo largo de los 90 minutos.
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