La cuerda se cortó. Agustín Almendra no seguirá en Boca Juniors y tiene apalabrada su incorporación a Racing, donde firmó un preacuerdo y se realizó una revisión médica que lo habilitarán para jugar allí a partir del 1° de julio. El juvenil formado en la cantera xeneize no suma minutos oficiales desde febrero del año pasado, cuando tuvo un cortocircuito con el ex DT Sebastián Battaglia y fue bajado a la Reserva. A punto de despedirse de la Ribera en calidad de libre, tendrá que ponerse al día con una vieja deuda con la entidad en la que debutó.
Según pudo saber Infobae, el volante de 23 años recibió un adelantó de más de 500 mil dólares por parte de Boca, un pedido que elevó con motivo de la compra de una casa para su familia. Este adelanto tendrá que ser saldado por el jugador que en algún momento fue tasado en casi 20 millones de dólares y estuvo en carpeta de clubes europeos como el Napoli, Atlético Madrid y Barcelona, entre otros.
Aunque en las últimas semanas se dijo que iba a recalar en el Rayo Vallecano, finalmente el club español desistió de su contratación y fue la Academia el que volvió a posar sus ojos sobre él. Desde Avellaneda ya lo habían tentado en mercados anteriores cuando se supo que no tendría lugar en el plantel boquense por cuestiones extradeportivas. Sin embargo, no existieron tratativas oficiales entre las instituciones y Racing especuló con negociar este semestre para ficharlo libre. Además, un dato no menor es que el futbolista que fue capitán del Sub 20 de la selección argentina es hincha del equipo de Avellaneda.
Con el pulgar arriba de Fernando Gago, quien fue compañero suyo en sus inicios en Boca, y ante la inminente salida del paraguayo Matías Rojas, figura académica a la que se le vence el contrato el 30 de junio y por quien hasta ahora no hay acuerdo de continuidad, Almendra fue el apuntado como primer refuerzo de cara al siguiente semestre en el que Racing pretende pelear en tres frentes: la Copa de la Liga, la Libertadores y la Copa Argentina.
EL TRASFONDO DE LA SALIDA DE ALMENDRA DE BOCA
Desde la asunción de Miguel Ángel Russo en la conducción técnica, Almendra perdió protagonismo y se desmoronó anímicamente por algunas cuestiones personales y problemas con la Justicia de algunos familiares cercanos. Como para casi todos por la pandemia del coronavirus, el 2020 fue casi un paréntesis para Agustín, que demoró su reincorporación a los entrenamientos y tiempo después confesaría que estuvo cerca de abandonar el fútbol. Desde el Consejo de Fútbol trataron de convencerlo de que la mejor opción era seguir ligado a su profesión, pero a tal punto llegó el límite de desobediencia que lo multaron económicamente.
“Pensé en dejar, fue una mala decisión, pero ahora estoy muy contento”, confesó después de reactivarse en 2021 el chico que fue titular en el Superclásico contra River válido por la revancha de las semifinales de la Libertadores 2019. El Patrón Bermúdez ilustró su realidad: “Lo acompañamos, estuvimos con él. Le pusimos la mano en el hombro. Yo en su momento me lo llevé para un lado y le hablé un poquito fuerte. No pasa nada, somos amigos. Lo quiero mucho”.
Cuando asomaba la cabeza, otro golpe: una lesión de tobillo en plena pretemporada invernal de 2021 le impidió estar presente en la serie eliminatoria ante Atlético Mineiro por la Libertadores. Almendra quedó nuevamente relegado de las canchas cuando había obtenido la titularidad de forma continua por primera vez como profesional. Se recuperó, batalló y volvió a jugar pese al cambio de entrenador (Battaglia reemplazó a Russo) y cerró su muy buen año siendo titular en el amistoso contra Barcelona por la Maradona Cup en Arabia Saudita.
Al margen de ser arropado por los integrantes del Consejo de Fútbol, Almendra contó con la contención de un compañero que fue trascendental para que diera vuelta la página: Marcos Rojo. El hoy capitán xeneize ofició de tutor y consejero tanto dentro de la cancha, como en el vestuario y fuera del club. El ex Manchester United compartió vacaciones familiares y se hizo íntimo del chico que parecía retomar la redituable senda del fútbol. Inclusive pasaron a compartir la misma agencia de representación. Pero una bomba estallaría a principios del año pasado.
Almendra ya había tenido algún cortocircuito con el DT Sebastián Battaglia durante la pretemporada. Aunque fue previo a un partido contra Independiente por la liga local que directamente fue separado del plantel profesional. Un insulto al técnico tras la agresión a un compañero en plena práctica de fútbol fue la gota que rebalsó el vaso. El entrenador citó a los referentes y recibió su apoyo para que fuera relegado a la Reserva. Darío Benedetto, entre otras palabras, declaró públicamente: “Más allá de ser titular o suplente, siempre tiene que estar sumando. En este caso no era así, nunca entendió Agustín la camiseta que tenía puesta. Es una decisión correcta y hoy estamos muy contentos”. Esta vez ni Rojo pudo tenderle la mano.
El último partido oficial que disputó fue en febrero de 2022 frente a Rosario Central en cancha de Vélez (ingresó 8 minutos desde el banco de suplentes). Tras un mes y medio, recién pudo reaparecer en la Reserva y se mostró en gran nivel. Por ese entonces, Battaglia continuaba al frente del primer equipo y eran Hugo Ibarra y Mauricio Serna los que comandaban al segundo equipo. No obstante, Battaglia fue tajante y le planteó al Consejo de Fútbol que era Almendra o él. Si lo indultaban, estaba dispuesto a dejar su cargo.
Cuando parecía que la situación de Almendra iba a modificarse con la asunción de Ibarra al primer equipo, fue el propio jugador el que le avisó a la directiva que no quería renovar el vínculo que expirará el 30 de junio por su aspiración de probar suerte en el fútbol europeo. Frustrada esa chance, buscará revancha en Racing.
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