Fue la tercera vez que el Camp Nou habla en menos de un mes. Primero había ocurrido en ocasión de la final de la Kings League. Luego, en la dolorosa derrota del Barcelona ante el Real Madrid por la Copa del Rey. Y este lunes la escena se volvió a repetir. Cuando se cumplieron los 10 minutos del duelo entre el conjunto culé y el Girona por la Liga de España, la afición se unió en un solo grito: “Meeessi, Meeessi”. Con el histórico dorsal con el que se convirtió en ídolo como símbolo aliado al cronómetro, los fanáticos pidieron por el regreso del astro, que no renovó su vínculo con el PSG y cada vez parece más lejana la posibilidad de que continúe en París.
Si bien la temporada se encamina a que el Barsa vuelva a ganar la Liga de España, el mal paso por las competencias internacionales (quedó eliminado de la Champions y la Europa League) y el oprobioso 0-4 contra el Merengue en el clásico resultaron dos golpes letales para las ilusiones blaugranas pensando a futuro. Además, la dirigencia afronta un incómodo momento por la derivaciones del caso Negreira, el vicepresidente del Comité de Árbitros que percibió 7.3 millones de euros entre 2001 y 2018 por “asesorar” a la institución. El nombre del delantero argentino, de 35 años, obtura todas las dudas.
Claro que, más allá del homenaje en el minuto 10 de cada partido, y de la presión de la afición, todavía restan varios pasos para que se concrete el regreso, a pesar de que hoy luce más cercano que hace unos meses. La propuesta de renovación con el PSG está sobre la mesa, pero el entorno de la Pulga ya le habría advertido a los dueños del club que antes quiere conocer el proyecto deportivo de la temporada que viene, que incluye el nombre del entrenador, dado que se da por descontado que no seguirá Christophe Galtier.
Al desear seguir en el máximo nivel de exigencia para disputar la Copa América 2024 con la selección argentina (a la que acaba de llevar al título en el Mundial de Qatar), el objetivo del atacante es continuar en Europa. De esa forma, quedrían descartadas de momento las ofertas del Inter Miami y Al Hilal de Arabia Saudita. El Barcelona, que además le ofrece calor de hogar y suma al plan a su familia (que tiene toda una vida arraigada a Cataluña) aparece como la opción más lógica, aunque no sencilla.
Un tema no menor es que primero Joan Laporta, presidente de la institución, debería tenderle la mano, después de que lo dejara con la lapicera enarbolada lista para firmar su vínculo a mediados de 2021, cuando le informó que no podrían rubricar el contrato por problemas financieros. Luego, el equipo blaugrana tendría que acomodar su economía para hacerle lugar.
Como primera medida, los mandatarios del club mantendrán esta semana una reunión con Javier Tebas, presidente de la Liga, para mostrarle su plan de viabilidad para rebajar el límite salarial. La intención primordial será reducir los salarios de algunos futbolistas y vender a otros jugadores que no son prioridad para el director técnico Xavi. Por otra parte, Barcelona tiene en mente recortar fondos en otras áreas.
Una vez con el OK de La Liga, ahí los azulgranas avanzarán a la siguiente fase de su plan, que será confeccionar un nuevo contrato para Lionel Messi. “Planetaría una oferta económica atractiva pero dentro de sus posibilidades para convencer al argentino. Es evidente que no será una propuesta astronómica, pero confían en la buena predisposición de todas las partes para llegar a un entente final”, advirtió Sport. Xavi ya hizo público su deseo de incorporarlo. Mientras tanto, la Pulga sigue presente en los corazones de los aficionados. Y en sus gargantas.
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