La historia del único Newell’s-Central jugado por Scaloni: los gestos que anticiparon su personalidad a los 18 años y un partido que no terminó

El entrenador de la selección argentina se dio el gusto de disputar un clásico rosarino antes de ser transferido de la Lepra a Estudiantes de La Plata. Las incidencias

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Compilado de Scaloni en NOB-Central de 1996

Lionel Scaloni debutó con apenas 17 años en la Primera de Newell’s. El pibe oriundo de Pujato, que hizo las inferiores en la cantera rojinegra antes de pasar por Estudiantes de La Plata y dar el salto a Europa tras el boom con la Sub 20 campeona del mundo en Malasia 97, tuvo su estreno y despedida en los clásicos rosarinos el 23 de junio de 1996. Fue un partido por el Clausura de ese año, certamen que marcó su adiós en la Lepra.

Newell’s, que hizo de local en el Gigante de Arroyito porque estaba reformando su estadio, no llegaba bien: apenas 9 puntos en trece partidos de la mano de su entrenador Mario Zanabria. Por su parte, el Central de Ángel Tulio Zoff llegaba como favorito por las 23 unidades que había cosechado hasta allí. El DT de los del Parque Independencia sorprendió con una alineación en la que postergó al experimentado lateral derecho Fabián Basualdo e incluyó al juvenil Scaloni, que había jugado un puñado de partidos como delantero ese torneo.

Con apenas 18 años, el Gringo fue el segundo futbolista más joven de la cancha detrás de Damián Manso, enganche leproso que tenía 17. Newell’s contó ese día con Sebastián Cejas; Rodolfo Aquino, Gustavo Raggio, Gustavo Siviero, Daniel Fagiani; Lionel Scaloni, Hernán Franco, Jorge Priotti, Bruno Giménez (posteriormente llamado Marioni); Damián Manso e Iván Gabrich. El Canalla tuvo a Hernán Castellano; Diego Ordóñez, Horacio Carbonari, Gustavo Falaschi, Patricio Graff; Eduardo Coudet, Pablo Sánchez, Raúl Gordillo; Omar Palma; Martín Cardetti y Rubén Da Silva.

Dentro de un encuentro muy trabado, con pierna fuerte y escasas situaciones de gol, Scaloni se mostró muy aplicado con la marca en el sector derecho neutralizando cada subida del lateral Graff y colaborando con el Chino Aquino para frenar los avances con pelota dominada de Palma y Gordillo. Esa faceta la cumplió a la perfección, aunque no pudo sacar demasiado provecho de su velocidad y potencia para lastimar a la defensa de Central.

En el primer tiempo, Gabrich aprovechó una serie de rebotes en el área rival tras un córner ejecutado por Manso y anotó el 1-0 a los 27 minutos. En el complemento, el local volvió a golpear por la misma vía: Giménez le ganó en el salto a Castellano en una ejecución de tiro de esquina del número 10 de Newell’s y facturó. Scaloni había aportado a la causa en la jugada que derivó en el córner con una salida rápida por la banda derecha.

Enseguida Central se quedó con nueve hombres por las expulsiones de Da Silva y Carbonari, que bajó a Gabrich dentro del área como último recurso y prácticamente sentenció el encuentro. El árbitro Aníbal Hay alertó a los encargados de la seguridad en el campo por la detonación de bombas de estruendo en el área defendida por Castellano. Los hinchas canallas ya habían hecho demorar el arranque del cotejo con varios petardos e incluso habían frenado la acción de la primera parte con el mismo recurso, a modo de amenaza.

A los 19 minutos del segundo tiempo, cuando Newell’s tenía la chance de ponerse 3-0 arriba y jugaba con superioridad numérica, el juez dijo basta y mandó a los jugadores a las duchas. Sin embargo, el plantel leproso se desahogó ante su parcialidad, con un Scaloni completamente fuera de sí, en cueros y trepado al alambrado. El pibe que había debutado en clásicos disfrutaba de un partido que lo marcaría. Su guapeza dentro de la cancha se evidenció hasta cuando se dirigía al vestuario, cuando dos hinchas que habían invadido el campo quisieron sacarle el short por la fuerza: el 7, ya sin camiseta, se plantó y los disuadió.

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