Un hecho insólito tuvo lugar en el aeropuerto de Grecia después de que los árbitros polacos Pawel Raczkowski, Radoslav Siecka, Adam Kupcik y el VAR Krzysztof Jakubik aterrizaran en el país tras ser designados para dirigir un encuentro entre el AEK y Aris por la cuarta jornada de los playoff de la Stoiximan Superliga.
Diversos medios locales como el Sdna afirmaron que la delegación de jueces participó de un vuelo en el que fueron protagonistas de altercados físicos con algunos pasajeros tras haberse alcoholizado.
Estos episodios, sin embargo, no terminaron en el aire sino que también continuaron en tierra. Tal como informó el propio medio en cuestión, a la hora de retirar las valijas, uno de los árbitros escupió a uno con los que había discutido durante el viaje. La policía tuvo que intervenir para que la situación no pasara a mayores.
Pero el fuerte episodio que se produjo en la terminal solo fue el primer capitulo de la llamativa novela que está dando de qué hablar en el país europeo. Horas después, el periódico griego Gazzetta compartió una entrevista con el árbitro en cuestión y éste desmintió toda la información.
“Todo lo que se escribió sobre que estábamos borrachos es mentira. Somos árbitros profesionales y nunca nos comportaríamos de esa manera. Durante el vuelo lo que pasó es lo siguiente: Dos pasajeros que hablaban ambos idiomas, comenzaron a insultarnos sin motivo alguno. Nos dijeron que apoyan al Panathinaikos y que al día siguiente contarían todo a la prensa y no pitaríamos en este partido”, aseguró.
“No puedo entender lo que pasó. Cuando aterrizamos, uno de ellos nos agredió verbalmente y me escupió en la cara. Con la intervención de la policía, el incidente se detuvo. No estábamos borrachos ni nada. Se nos informó que no vamos a dirigir el partido”, sentenció.
Otra de los rumores que había trascendido fue que tanto Pawel Raczkowski como el resto de sus colegas se habían dado a la fuga para no declarar ante la policía y que en vez de dirigirse al hotel fueron a un bar a seguir bebiendo.
“Me dirigí al hotel en donde pasé toda la noche, no a un bar como puede comprobarse fácilmente por el circuito cerrado de grabación. Por la mañana nadie me contactó y como se filtró esa información errónea vinieron a buscarme al hotel y me dijeron que no pitaría el partido”, explicó.
“No puedo entender por qué sucedió todo esto. No estaba borracho, no estaba en un bar, no provoqué una pelea y el Sr. Bennett (Jefe de árbitros) me dijo que no pitaría el juego”, sentenció.
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