Pasaron seis años desde la última vez que Rafael Di Zeo y Mauro Martín comandaron a la barra brava de Boca desde la popular. Fue en la victoria en la Bombonera frente a Defensa y Justicia por 1 a 0. Dos días después, el 3 de abril de 2017, justo cuando Boca cumplía 112 años, el gobierno anunciaba que ingresaban en el derecho de admisión que poco tiempo atrás había quedado por decreto en manos del Estado tras la iniciativa de quien por entonces era ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y quien era el titular del Comité de Seguridad deportivo, Guillermo Madero. Hasta ese instante eran los clubes quienes debían pedirlo. Desde ese momento cualquier hincha que atravesara un proceso penal por violencia en los estadios era pasible de ingresar a la prohibición administrativa de concurrencia. Y usando dos causas judiciales abiertas, Madero metió a toda la cúpula de La Doce en la lista negra. Primero fue por dos años, pero en 2019 renovaron la medida por otros cuatro más. Pues bien, el domingo pasado la medida terminó. Y no hubo renovación. Así, este domingo a las 21.30 cuando Boca reciba a Colón de Santa Fe, la Bombonera tendrá otra vez a sus íconos de la violencia en el paravalanchas principal. Cantando su triunfo. Dicen que habrá un recibimiento especial. A tal punto la barra considera el regreso de Rafa y Mauro como una vuelta olímpica, que ni una posible derrota del equipo hará bajar la euforia. “Esto es como el festejo de Argentina contra Panamá”, dicen en La Doce. Porque siempre para la barra importan más ellos que el propio equipo al que dicen representar.
La situación tiene dos elementos distintos. La primera causa por la que en su momento el tándem Bullrich y Madero los dejaron fuera de juego, fue una por encubrimiento agravado de un secuestro extorsivo producido por quien entonces era el tres de la barra, Maximiliano Oetinger. En un partido contra Nacional de Uruguay del 19 de mayo de 2016, frustraron su captura por parte de la Policía y se les abrió ese expediente que el mes pasado terminó con todos sobreseídos por falta de acusación fiscal, por lo que quedó firme el fallo. Apenas lograron eso, los abogados se presentaron en el Ministerio de Seguridad de la Nación y reclamaron quedar fuera de la lista. Los hombres de legales del Ministerio estiraron la situación hasta esta semana cuando había que renovar o no la prohibición. Y sin argumentos jurídicos, dieron de baja 11 nombres de la lista xeneize. Faltaba uno, claro: el de Rafael Di Zeo. Porque su situación corría por cuenta separada dado que también tenía en este tiempo otra causa judicial: estaba acusado de haber instigado el crimen de dos barras en la interna de La Doce en 2013 y también de facilitar la formación de grupos violentos en espectáculos deportivos. Ese juicio terminó con su absolución el mes pasado pero los fundamentos se conocieron recién el día 23. Y el fallo no está firme porque desde entonces el fiscal, que había pedido cuatro años de prisión para el jefe de La Doce, tiene diez días hábiles para apelar, plazo que se cumple recién el próximo miércoles por la mañana. Por eso se suponía que los hombres de seguridad tanto de la Ciudad de Buenos Aires como de Nación usarían esa excusa para mantenerlo en la lista. Pero no lo hicieron. Los responsables de ambas áreas consultaron la situación del capo barra con el Tribunal Oral 13 que tuvo a su cargo el juicio. Y ahí, tal como se ve en los documentos obtenidos por Infobae, el presidente del Tribunal contestó que está absuelto pero aún sin grado de firmeza.
Infobae se comunicó con el fiscal Aldo De la Fuente para saber cuál era su posición y afirmó: “Me consultaron y avisé que iba a apelar. De hecho estoy trabajando en dicho documento que presentaré casi con seguridad el martes”. Pero esto no fue suficiente para los gobiernos de la Ciudad y de Nación. De hecho hubo algunas discusiones internas sobre qué hacer pero hasta ahora ganó la posición de dejarlo ingresar. Es más, uno de los responsables del área de legales le dijo a Infobae que si el fiscal apela, quizá después cambien de opinión. Algo demasiado extraño. Lo cierto es que no parece haber voluntad política de seguir extendiendo la situación de Di Zeo en la lista prohibida. De hecho, constitucionalmente quien no tenga cuentas pendientes con la Justicia, se llame como se llame, debe poder entrar a una cancha sin que el Estado pueda impedírselo. Con referencia al jefe de La Doce la diferencia está en la falta de firmeza del decisorio del Tribunal, pero que no parece obstáculo ahora.
También podría ocurrir que Boca decida que aunque no tienen procesos judiciales abiertos los considera personajes que pueden provocar problemas en La Bombonera y pedir como club que no los dejen ingresar. Algo parecido a lo que River hizo con casi 280 barras cuando salieron de la lista prohibida al haber sido cerradas sus causas. Pero no sucedió hasta ahora y en Boca aseguran que no sucederá. También habrá que ver cómo se justifica el ingreso de Di Zeo y Martín sin tener presencia en los últimos partidos por el tema del filtro (para el match con Colón podrán ingresar aquellos que tengan 16 presencias de los últimos 19 encuentros). Pero se sabe, los barras siempre cuentan con algunas excepciones. Por eso ambos jefes pusieron el champagne en el frezeer. Por las dudas irán al estadio con abogados y hasta escribanos, cosa de tener ayuda legal a mano si surge algún problema. Que, por lo visto, ninguno cree que vaya a aparecer. Por algo preparan una fiesta gigante en un domingo especial. En la liturgia religiosa, es Domingo de Pascuas, domingo de resurrección. En la de La Doce, por lo visto, también.
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