Han pasado casi 9 años de la coronación de Alemania en el Mundial de Brasil y después de tanto tiempo Roman Weidenfeller se animó a contar algunas intimidades de aquel combinado que superó en la final a la selección argentina por 1 a 0 en el tiempo suplementario. El ex arquero de Borussia Dortmund dialogó con varios portales este fin de semana y dejó algunas definiciones sobre aquel certamen.
En charla con el sitio Globoesporte de Brasil, el ex futbolista de 42 años contó que el Mundial 2014 le dejó gratos recuerdos. No solo por el título sino por el clima que se vivió durante la concentración de Santa Cruz Cabrália, ciudad costera del estado del Salvador en donde se instaló el equipo germano.
“Fue uno de los mejores momentos de mi vida, ir a Brasil y jugar el Mundial. Lo pasamos muy bien, conocimos a la gente brasileña. Salimos varias veces (desde el hotel), fuimos a la playa. El clima siempre estuvo soleado”, recordó. Además, soltó algunas infidencias que sorprenden: “Después de los partidos, nos sentábamos juntos en un bar y bebíamos unas caipirinhas. Perdíamos el tiempo en el bar. Luego nos despertábamos por la mañana para ir al campo y entrenar. No es fácil cuando te tomas cinco o seis caipirinhas (risas). Pero fue un gran momento. Gran conexión con el pueblo brasileño”.
En tiempos modernos no es habitual que durante una Copa del Mundo los jugadores tengan permiso para ir a un bar y beber alcohol. Pero, lo cierto es que al plantel de Alemania le funcionó porque se alzó con el trofeo que su país no ganaba desde 1990. Además, en semifinales eliminó nada menos que a Brasil, máximo candidato, con una goleada histórica, 7-1.
Sobre aquel partido, se refirió a lo ocurrido en el vestuario durante el entretiempo cuando el marcador ya estaba 5-0 y desmintió que el técnico les pidiera que bajar el ritmo para guardar energía: “Nadie dijo nada sobre eso porque somos profesionales. Joachim (Low) y sus compañeros hablaron positivamente de la primera mitad. Y que teníamos que mantenernos enfocados y concentrados en hacer nuestro juego”.
Curiosamente, Roman Weidenfeller sostuvo que uno de los mejores arqueros de su generación era justamente el brasileño Julio César, quien esa noche sufrió los siete goles. “Ya lo había conocido ante. Es un gran tipo, teníamos una buena conexión. Después del partido me acerqué a él, no le dije ‘perdón’ ni nada por el estilo, pero le mostré mi respeto”.
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