A solas con Sebastián Porto: de correr en bicicleta y ganar en el Mundial de Motos a la anécdota del dulce de leche que enloqueció a Valentino Rossi

El rafaelino arrancó en óvalos de tierra y con 14 años logró su primer título argentino. Brilló y fue subcampeón mundial en el 250 cm3. El desarraigo, su cambio de apellido y el desgaste mental que lo llevó a su retiro

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Sebastián Porto celebrando con la gente luego de ser cuarto en 1999 en 250 cm3. Hasta ese momento era su mejor resultado en el Mundial de Motociclismo (Archivo CORSA)
Sebastián Porto celebrando con la gente luego de ser cuarto en 1999 en 250 cm3. Hasta ese momento era su mejor resultado en el Mundial de Motociclismo (Archivo CORSA)

Sebastián Porto luce impecable, como en sus mejores años en los que por sus resultados globales y permanencia fue el argentino más destacado en el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad, el mismo que con su categoría principal, el MotoGP, este fin de semana se presentó por octava vez en Termas de Río Hondo, Santiago del Estero. Llegó a ser subcampeón mundial en 250 cm3 en 2004 y entre sus triunfos se recuerdan su par de victorias en Assen, en Países Bajos, “La Catedral” de las dos ruedas.

El rafaelino de 44 años arrancó de niño en las carreras de bicicletas. Su precocidad lo llevó a una campaña vertiginosa: a los diez debutó en las motos corriendo en los óvalos de tierra, típicos de su provincia. A los doce ya estaba corriendo a nivel nacional contra los mejores pilotos. A los 14 obtuvo su primer título nacional en los 100 cm3 y a los 16 alcanzó la corona en 250 cm3, con motos de nivel internacional lo que le permitió debutar en el Mundial a esa corta edad y fue en 1994 en el retorno del campeonato a la Argentina, cuya sede era el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez, donde tuvo su bautismo con una Aprilia en la divisional menor, la de 125 cm3.

Su rápida adaptación y sus triunfos lo llevaron a correr en Europa con 17 años y en su primera temporada completa fue campeón en España en 250 cm3, misma cilindrada en la que luego festejó en el certamen europeo. Conoce como pocos la élite de pista y tiene varias historias como su desarraigo siendo tan chico, verse “obligado” a dejar su apellido original que es Porco (cerdo en italiano) y al correr en aquel país le recomendaron cambiarlo. Se hizo amigo de Valentino Rossi, el nueve veces campeón mundial y uno de los más grandes de la historia. El dulce de leche fue clave para “endulzar” la relación con The Doctor y esa anécdota entre otras las recordó en diálogo con Infobae.

Un joven Porto se saluda con Juan Manuel Fangio (Facebook Sebastián Porto)
Un joven Porto se saluda con Juan Manuel Fangio (Facebook Sebastián Porto)

-¿Pensabas llegar tan lejos?

-No. Es muy difícil llegar desde un país como Argentina y en un deporte que no es tan popular y no lo era tanto en aquel momento, que era medio raro, pero pudimos estar con mis condiciones. Mantenernos que siempre es lo más difícil. Fueron buenos años y ahora que pasó el tiempo toma más valor para mí. Cuando venís a una carrera del MotoGP decís, “mirá el lugar donde estuve”. Gané carreras, peleé campeonatos. Fui uno de los pilotos reconocidos y dejé una marca dentro de este mundo. Es algo emocionante.

-¿Cómo fue qué empezaste a correr?

-Fue medio de casualidad. Somos una familia fierrera, pero no había practicado el deporte. Fue así, medio el destino quiso que se diera. Arranqué con la bici, a los diez años me subí a mi primera moto de carrera en Rafaela en los óvalos de tierra y ahí arrancó esta aventura que fue como un hobby de cualquier chico de esa edad y en un lapso de cinco años, desde aquella primera moto hasta que salí campeón argentino en la categoría más importante, lo conseguí todo. Ahí llegó la posibilidad de esta aventura y de ir a correr a Europa.

-¿Alguna historia de esa época en Europa?

-Los primeros años fueron momentos duros porque no es fácil para un chico de 15 años agarrarte un bolsito e irte a una aventura cuando uno no está preparado. Estar allá y tomar decisiones, más en aquella época que no había tanta comunicación ni redes. Estar en contacto con la familia era muy difícil y tampoco tenía celular ni nada. De la escuela pasé al mundo desenvolviéndome solo. Pero nunca me desvié de mi objetivo que era correr en motos. Traté de sortear esos momentos lo mejor posible.

Sobre la Aprilia 250 cm3 con la que fue campeón europeo en 1996 (@SebasPorto19)
Sobre la Aprilia 250 cm3 con la que fue campeón europeo en 1996 (@SebasPorto19)

-¿Qué te marcó de tus inicios allá?

-Me tuve que adaptar a un ámbito muy exigente porque era el nivel del Mundial y estábamos los mejores 30 del mundo. Me tuve que hacer a los golpes. Aprendiendo de gente que tenía más experiencia. Yo corría con motos privadas contra equipos oficiales. Pero fui de menos a más. Cuando no tuve moto oficial fui el mejor privado.

-¿Por qué te cambiaste el apellido?

-La gente con la que estaba en ese momento quiso que me cambiara por Porto. Fue raro, extraño, pero en ese momento no me importaba y lo único en que pensaba era ir más rápido en la moto. Quedó y con el tiempo la gente me adoptó. Después cuando me casé también lo tuve que hacer porque a cualquier lugar donde iba presentaba el documento y tenía que andar explicando a cada uno la situación.

Porto recuerda sus inicios, el cambio de apellido y el dulce de leche para Valentino Rossi

-¿Alguna anécdota con Valentino Rossi?

-Somos contemporáneos. Siempre fue un personaje que llamaba la atención, desde su pelo largo, de su vestimenta, de poner él mismo la moto adelante en el box con colores flúor, que en ese momento no era muy normal. Fue el loco que impuso esas cosas. Después compartí algunos almuerzos. La historia del dulce de leche quedó marcada porque en una de las tantas veces que volvía de la Argentina llevé productos lácteos de Rafaela. Llego a mi box para reunirme con mi equipo y estaba Vale. Le doy un tarro y me dice “¿qué es esto?”. No lo quería probar, hasta que lo hizo y se bajó un pote de medio kilo. Fue tremendo, se generó una linda amistad y cada vez que nos veíamos me decía “Seba, no te olvides el dulce de leche”.

-¿Rossi fue el más grande de la historia?

-No me gusta comparar. Todas épocas hubo grandes pilotos que hicieron historia. Pero Valentino ha transformado, más con la actualidad con los medios, las redes sociales, todo este mundo que ha ido para ese lado. El plus que tiene el motociclismo, gran parte es por él que ha trascendido las fronteras del deporte.

a primera victoria de Sebastián Porto en el Campeonato Mundial de Motociclismo de Velocidad. Fue en 250 cm3 en el extinto Autódromo de Jacarepaguá, en Brasil, en 2002

Los primeros años en el Mundial fueron complicados y su mejor resultado fue el cuarto puesto en Argentina en 1999 en 250 cm3, que fue celebrado como una victoria con el apoyo de su gente. Pero en 2002 el panorama cambió con la Yamaha del equipo Petronas con la que logró su primera victoria y fue en el extinto Autódromo de Jacarepaguá, en Río de Janeiro, un circuito muy fuerte en los afectos para los argentinos ya que allí venció dos veces el recordado Carlos Alberto Reutemann en la Fórmula 1. Luego consiguió otros seis triunfos, 19 podios, 11 poles positions (mejor tiempo clasificatorio), 8 récords de vuelta y su mejor temporada fue la de 2004 en la que alcanzó el subcampeonato. Dos temporadas más tarde sorprendió a todos al retirarse con 28 años. Mucho se habló de aquella despedida, pero ahora Seba aclara qué pasó.

-¿Qué recordás del triunfo en Jacarepaguá?

-Muy especial y aparte la primera victoria no se olvida jamás. Hay tantos pilotos que están acá que capaz que ni siquiera un podio pueden hacer, o que están un año y se tienen que ir por falta de resultados. Aquel año hice muchos podios con esa Yamaha y la victoria estaba al caer, era cuestión de esperarla y se dio en un lugar clave. No se corrió en la Argentina y fue en Brasil así que lo disfruté muchísimo. Desde la carrera en sí, la gente la familia.

-¿Cómo se dio el subcampeonato de 2004?

-Firmé con Aprilia y se dio una situación muy buena porque sabía que tenía la moto y la herramienta para pelear firme y así fue. Hice un año sensacional. Nos tocó un rival como Dani Pedrosa que es un pilotazo y nos complicó a todos a nivel conductivo y sabemos todos que por su bajo peso sacó un poco de ventaja al resto, pero merecidamente lo ha ganado. Estuve a nada. Quizá en dos o tres carreras en las que hemos fallado hubiese tenido esos puntos y lo habría puesto más en aprietos a Dani. Fueron cinco victorias, un montón de podios, de poles positions (mejor lugar clasificatorio). Fue el año clave en el que di todo y más. Estuve cerca de ponerla la frutilla del postre.

El épico triunfo de Sebastián Porto en el Motódromo de Assen, "La Catedral" de las dos ruedas. En 2005 se impuso luego de una maniobra de antología superando a Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa en el final de la carrera. Fue su segunda victoria en el mítico trazado neerlandés

-¿Cómo fue aquella maniobra de superación en Assen 2005?

-Fue mi última victoria y se dio en Assen, “La Catedral”, la carrera más importante. Fue un carrerón porque fuimos toda la carrera con Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo peleando, aunque él estuvo adelante casi toda la carrera. Fui estudiando la situación y tenía más que ellos. Assen siempre fue una pista que me cayó perfecto, en la que mejor rendía. Se dio una situación particular porque Dani me pasa en la antepenúltima vuelta y ahí me trastocó un poco los papales porque lo quería pasar a Lorenzo en la última vuelta así que llegamos a esa chicana y llegué por dentro a pasar a Dani y se dio una gran maniobra en el que los paso a los dos. Fue histórica porque fue una maniobra que marcó algo importante, sobre todo por el nivel de los rivales y mucho más que fue en Assen. Creo que si no hubiese ganado hubiese desaparecido un poco, pero conjugó todo para que sea la maniobra que todos recuerdan.

Una vez que se retiró de las motos regresó al país y se casó con Cintia Satriano, hija de Emilio, el campeón de Turismo Carretera con Chevrolet en 1990. Formaron una familia y tuvieron dos hijas. Mientras que Seba pasó a correr en autos y compitió en el Top Race con los colores de Boca Juniors, el equipo de sus amores. También corrió y ganó en el TC Pista (segunda divisional del TC). Cuando el Mundial volvió a la Argentina corrió una carrera en 2014, ya en Termas de Río Hondo, en la que resultó 23°. Despuntó el vicio en alguna que otra competencia a nivel nacional. Ahora se dedica a dar cursos y también es comentarista en las transmisiones del Mundial de Superbikes (N. de la R: motos de producción a diferencia del MotoGP que son prototipos).

-¿Te arrepentiste de haberte retirado tan joven?

-No. Sí, uno años después llegué a replantearme que quizá fue un poco apresurado, pero nunca la palabra arrepentimiento. No fue fácil tomar la decisión. Fueron cosas que se dieron, cansancios de viajes, de situaciones, estar fuera de tu país y el deporte también te va desgastando mucho en lo mental y tenía que vivir todo el año pensando en eso. Llegué un momento en el que no lo disfruté más y no tenía esa pasión y adrenalina. No me permitía estar por estar en este mundo tan exigente. Sino estaba enfocado en un objetivo de pelear por ganar y así decidí dejarlo. No tenía sentido estar. Dije “hasta acá llegué” y se cumplió.

Seba con su amigo Valentino Rossi (Facebook Sebastián Porto)
Seba con su amigo Valentino Rossi (Facebook Sebastián Porto)

-¿Te retiraste en tu mejor momento?

-No sé, pero sí en esa época que tenía mucho renombre y el haber estado tanto tiempo en la categoría. Haber tenido dos chances buenas para pasar a 500 cm3 (actual MotoGP) y no se dieron. Se conjugaron varias cosas y la gota que rebalsó el vaso fue que en ese 2006 no tenía “la” moto, que era rara, no era para mí y eso es como que aceleró la decisión.

-¿Qué siente un piloto cuando das el todo y no tenés un medio competitivo?

-Sabés con lo que contás y cuándo no tenés la moto que te permite pelear… En aquel momento ya no tenía más 20 años y ese desgaste ya lo había pasado un montón de años y no quería volver a esa situación de pelear por un puesto 10, 12 ó 15, después de ganar carreras y pelear por un título. No me gustaba para nada. No me banqué esa situación. Mentalmente no quería continuar en un nivel tan exigente y más en una moto de carrera que te exige permanentemente.

-¿Qué se puede hacer para que un chico que tenga condiciones pueda llegar al MotoGP?

-Hay que trabajar fuerte en el campeonato nacional, con la federación, las terminales, hay que armar algo a nivel latinoamericano fuerte porque debemos tener pilotos y en el caso nuestro mucho más ya que tenemos el Gran Premio local. Tenemos que trabajar primero para que nuestro campeonato sea mucho mejor y después armar proyectos para tener más motos, hacer escuela, y si algún día tenemos argentinos compitiendo acá (en el Mundial) sería fantástico.

Seba y sus hijas sobre dos motos en sus inicios a nivel internacional (Facebook Sebastián Porto)
Seba y sus hijas sobre dos motos en sus inicios a nivel internacional (Facebook Sebastián Porto)

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