Está en Novena División, pero tiene 80.000 seguidores en redes: la transformación del club inglés que preside el biógrafo de Messi

El periodista y escritor Guillem Balagué comanda el Biggleswade United, al que le imprimió una identidad y cuenta con una hinchada de 150 asistentes a los partidos. La inclusión, el fútbol femenino y el futuro del proyecto

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Guillem Balagué, presidente de Biggleswade
Guillem Balagué, presidente de Biggleswade United

El periodista Guillem Balagué, reconocido como el biógrafo oficial de Lionel Messi y el que más conoce a la estrella argentina, ahora tiene un desafío por el que desdobla su actividad como comentarista de medios como Sky, BBC de Londres o La Liga TV: su rol como presidente del Biggleswade United, de la Novena División inglesa.

- ¿Cómo surge la idea de tener un club y cómo fue el proceso de compra?

- Todo empieza con un correo electrónico que me llega desde el que era presidente del Biggleswade United, Chris Lewis, en el que me viene a decir básicamente “Te vimos hablar de fútbol por la TV. ¿Tú crees que sabes? Pues demuéstralo. Aquí hay un club, en Bedforshire, que si quieres participar, ayudarnos, adelante”. De lo que yo no era consciente era de que este presidente era el fisiologista del club y que cuando el presidente anterior se fue, no quedaba nadie. Me dieron la posibilidad de ser presidente y lo que había eran cuatro voluntarios y dos equipos, el primer equipo y la reserva, pero era entrenarse una sola vez a la semana, nada.

- ¿Y cómo fue asumir en un club en esas condiciones?

- Era un club como había muchos. Yo me autodenominé director de Fútbol (estamos hablando de octubre de 2014) y tuve una idea muy clara de cómo comenzar a trabajar para mejorarlo, lo que teníamos para crecer, pero no hay acciones ni nada. Es un club comunitario, como se dice en Inglaterra, un Community Club, donde no hay un propietario. La secretaria, Tracy James, es un poco como el faro del club (lo ha estado cuidando desde casi 35 años) y ella es un poco la que, casi sin hablar, indica por dónde deberían ir las cosas, o al menos, te recuerda la esencia del club constantemente. Es una señora que estuvo en el gabinete del Gobierno laborista durante un tiempo como escritora de discursos de Mo Mowlam, que fue ministra para Irlanda del Norte durante un tiempo y es muy famosa porque fue la responsable de que se acabaran los problemas allí. Tracy, además, era futbolista del club en los años Ochenta y llegó a los cuartos de final de la FA Cup.

-Decís que tenías en claro lo que querías hacer.

-Sí, la idea era abrirnos a la metodología española, con entrenadores españoles. Tuve la suerte de conseguir sponsorización muy pronto, a través de un tweet (yo había escrito “¿le interesa a alguien?”) y “Top Eleven”, que es un juego por computadora muy famoso con 500 millones de jugadores, me propuso ser nuestro sponsor y me dijo que no hablara con nadie más, y acabaron siendo nuestro sponsor durante seis años cuando nos daban un presupuesto que normalmente no se tiene en estas divisiones, y luego con una inversión mía conseguí que vinieran dos entrenadores “UEFA Pro” españoles, Cristian Colás y Fran Constancio, a quienes les di la posibilidad de llevar al primer equipo y luego de un año le pedí a Fran que llevara una academia en el club con nuestra metodología española, y hemos ido creciendo cada año. Acabamos décimos en el primer año, luego novenos, luego octavos, Cristian se fue, Fran estuvo cinco años con nosotros, Cristian (que suele decir que el club es como un abuelo con un nieto, que lo consiente en todo y siempre quiere estar encima y quiere ayudar) volvió, pero a partir de ahí hemos estado disputando la liga con los chicos, hemos estado primeros en un año y segundos en otro, pero el COVID-19 anuló esas dos ligas, tuvimos que comenzar de cero.

-¿Fueron muy importantes, por lo que se ve, los contactos que tú mismo tenías?

-Sí, al principio de mi estancia en el club, como director deportivo, Adidas, con la que había trabajado y presentado eventos con Messi, debía saber que tenía buena relación con Leo y su padre, y nos dio equipación gratis durante los dos primeros años. Eso fue la hostia. Llevar Adidas en Novena División, no es algo común, y hasta nos hicieron botines de los que podíamos elegir los colores, poner la bandera de nuestro país y poner el nombre, también gratis. Fue un regalo que nos hizo Adidas. No creo que Jorge Messi metiera mano pero sabe de mi relación con el club y siempre me pregunta cuando nos cruzamos, pero no creo que fuera él, simplemente que Adidas prefirió tirar por ahí.

-¿Cómo es la situación del club ahora, en cuanto a la competición?

-A nivel deportivo, este año nos ha ido bastante bien. En la FA VAS, que es un poco la FA Cup para equipos como el nuestro, donde participan equipos de nuestra división (Novena) para abajo y la final se juega en Wembley, quedamos a cuatro partidos de llegar, que es lo que más lejos hemos llegado jamás en esta competición y ahora estamos disputando los dos primeros puestos de la liga.

-Me decías que también tienen equipos de fútbol femenino...

-Si, desde hace cuatro años tenemos también un equipo de chicas, que van primeras en la liga regional y que en dos años, si nos plantamos a este ritmo, iremos a la nacional. Somos uno de los equipos más fuertes de la zona. Tenemos también dos equipos senior masculinos y dos femeninos, y ahora tenemos una academia con cinco equipos, y no se puede crecer más, por el momento, a este nivel, porque hay una falta alarmante de instalaciones y de campos para entrenar y de campos de césped artificial que permitirían poder explotar más los campos, pero es que en Biggleswade no hay ninguno reglamentario.

-Qué pena...

-Tenemos un campo, que es donde jugamos los partidos, pero también entrenamos con los chicos y las chicas, y luego hay dos campos municipales que también utilizamos para entrenar. Y ahí está el límite. Me gustaría tener más, artificial y de césped, ahí es donde debemos crecer.

-Como periodista que sos, te habrás encontrado con conflictos impensados... ¿Alguno que puedas contar?

-El año pasado, como nos cambiaron de liga y geográticamente suponía trasladarse más, perdimos a todos los jugadores y tuvimos que superar eso, y salvamos la categoría en el último cuarto de hora en el último partido, y los jugadores, ya en octubre, cambiaron el Whatsapp del grupo que tenían, “Vayámonos a Kenston Town”, que es otro equipo, por el de “Vamos a salvar al Biggleswade” y regresaron, por eso nos ha ido tan bien en esta temporada. Muchos de ellos habían estado en las dos temporadas anteriores. Creo que regresaron porque creamos identidad, hacemos las cosas bien, se entrena bien, hay infraestructura, hay plan, se dieron cuenta de que en otro sitio no había tanto y entonces valía el esfuerzo de viajar más para estar con nosotros y ayudarnos, y sobre todo, que a nosotros no nos estaban saliendo las cosas bien porque la Federación nos confirmó que no volvíamos a la liga donde estábamos, es decir, que nos movían definitivamente a otra liga, una semana antes de empezar la temporada y no teníamos jugadores. Fue un poco dramático todo eso. Pero volvieron un poco por pena pero otro poco porque en otros sitios no se hacen las cosas tan bien, básicamente.

Guillem y Alastair Burt, ex
Guillem y Alastair Burt, ex parlamentario conservador

-Más allá de estas vicisitudes, se te nota muy entusiasmado con lo que están haciendo en el Biggleswade United, y estableciendo una impronta.

-Una vez que me convertí en presidente en enero de 2019, la lucha es para conseguir que Biggleswade se establezca como un club de la zona con una metodología diferente, profesional, aunque todos somos amateurs, pero con un acercamiento profesional al fútbol. Es decir, con una infraestructura clara, con unos mínimos exigidos, con una manera de comportarse y con una manera de jugar que tiene que ver con posesión, con control del balón; nos traemos jugadores que son técnicamente buenos, no los más fuertes ni los más altos. En fin, no es un camino fácil porque cuando los campos están fatales tres meses del año, se complica, pero insistiremos y seguiremos en esa onda que ya te digo, a las chicas les está yendo muy bien.

-¿Hasta dónde proyectan llegar? ¿Es sostenible un club en estas categorías en Inglaterra?

-Con los chicos es muy difícil subir de categoría en cualquier división. Con los chicos está costando porque hay que invertir, además. Así como somos el primer club que hemos dejado de cobrar a las chicas por jugar fútbol, a los chicos hay que tener el presupuesto para pagarles un poco de los gastos. Y si no compites fíjate que ya pasa en la Premier, el que más dinero tiene, tiene los mejores jugadores. En estas divisiones, igual. Y yo no pondré nunca el mayor presupuesto en la división porque no estoy de acuerdo en dedicarme el año a recaudar dinero para pagar a los jugadores. Pero bueno, siempre hemos superado las expectativas que da el presupuesto. Es decir, tenemos un presupuesto que nos debería dejar en mitad de la tabla, pero atraemos a través de promoción y contactos, etc., y mi presencia en el club nos ha ayudado a traer buenos jugadores y eso nos deja generalmente por encima de la media del dinero que tenemos. Seguimos en la misma división que cuando llegué, pero somos ahora un equipo candidato a ganar cosas. La idea fue siempre de crecer, no con dinero, como hacen las categorías estas, porque te dan dinero, un tipo que le da por poner dinero, pero cuando desaparece, todo eso desaparece y te hundes. Entonces estamos creciendo orgánicamente.

-¿Tienen hinchas? ¿Se acerca mucha gente a ver los partidos?

-La medida de aficionados son unos ciento cincuenta o así, y somos de los que más nos vienen a ver en estas divisiones también. En cuanto a promoción, somos el club aficionado con más seguidores en redes sociales. Tenemos casi 80.000 seguidores, que eso no es normal en estas categorías, entre Twich, Instagram, YouTube y Twitter y estoy muy contento por eso.

-Decidiste mantener el nombre del club pero en fútbol quisiste traer un estilo determinado de juego.

-El nombre no lo cambié, se llama Biggleswade United. Es un club que surgió en 1959, que era un club como hay muchos. Con mi llegada, intenté hacer un cambio de cara, entrenar más, traer al tipo de jugador que a veces no se quiere en estas divisiones porque se busca siempre a los más fuertes y yo creo que la influencia en ese tipo de juego que es atractivo, aunque como te digo, no se ha trasladado en éxito inmediato en lo deportivo (con los chicos, con las chicas sí), ha sido contagioso, ha tenido un efecto contagioso, y nuestra liga es de las que mejor se juega. En nuestra división, en la Novena (imagínate que es una pirámide, no sé si hay doce divisiones, o sea doce ligas de la Novena división repartidas geográficamente) es donde mejor se juega, eso lo dicen todos. Y es un poco el contagio de querer jugar y que se puede jugar. Los jugadores lo disfrutan y la afición lo disfruta y los patrocinadores lo disfrutan. Es decir, no queremos jugar bien por el placer de jugar bien, sino que tiene una consecuencia inmediata.

-También por tus contactos tuvieron en el equipo a jugadores y DT conocidos.

-Hemos tenido un entrenador de chicas español, un arquero italiano, jugadores importantes que han pasado por nuestras filas también y que, como digo, ofrecen una visión más profesional o una visión extranjera, diferente a lo que conocen. Hemos tenido a Sergio Urbano, que estuvo en el Barça B con Pep Guardiola, que tuvo un efecto brutal en los tres meses a principio de temporada, que es lo que estuvo. Hemos tenido a Quique de Lucas (ex Espanyol), a Nacho Novo, a Brahima Fati, el hermano de Ansu, que vino con la idea de aprender y estudiar inglés y de jugar también, y tuvo que rescindir su contrato profesional con el Barça para venir con nosotros y convertirse en amateur. Hemos tenido entrenadores de Madrid. Gente que nos ha dado un pasito más. Por ejemplo, el fichaje de Quique de Lucas acabó en el gran programa del día último de fichajes que hace Sky Sports TV como uno de los fichajes del día, la presencia de Brahima Fati también estuvo en medios, en Sky, en la BBC, en el Sun, en el Mirror. Ha estado el ex DT del Valencia, Paco Ayestarán, en el vestuario de los chicos, alentando. Eso no tiene precio.

-Ahora que eres presidente de un club y que compite en distintas categorías, te cambió la idea que tenías de los dirigentes desde tu rol de periodista?

-Tienes que explicar un poco cómo soy yo para explicar lo que ha pasado en este club, porque yo siempre quiero más y más y más y más. Nunca me canso de exigir más a la gente que tengo alrededor. Les empujo hasta el límite, intento hacerlo llevándolos de la mano, raramente he tenido que exigir porque si creas unos estándares, una media de exigencia y la gente se apunta, pues las cosas salen. Y en el club ha sido lo mismo. Al principio éramos una junta muy pequeñita de cinco personas, ahora ya somos más, somos nueve (cuatro chicas y cinco chicos), y son gente del club que están comprometidos. Como sabes todos somos voluntarios, gente que sabe y que entiende lo que tiene que hacer y cada uno con sus responsabilidades y obligaciones. Fuimos creciendo conforme iba exigiendo más.

-¿Cambió mucho la estructura?

-Si te digo que cuando llegué éramos cuatro o cinco voluntarios y dos equipos, ahora somos como doscientos cincuenta en el club entre voluntarios, entrenadores, jugadores y gente que nos echa una mano, desde el director de marketing a directores de comunicación, jefes de prensa, de hecho, la oficina de prensa somos ocho que se encargan de todo, desde el programa que hay que hacer cada vez que se juega en casa, que para mí es el mejor diseñado de la división sin duda. Tenemos comentaristas y co-comentaristas, transmitimos partidos por YouTube, hay gente que se encarga del Twitter, otros del Instagram, otros de los gráficos, de hacer vídeos. Yo además me contacto con universidades de la zona para que estudiantes me echen una mano. Si se comprometen durante un año entero y lo hacen bien y tienen iniciativa, yo les hecho una mano, como he hecho con cuatro ya, para llevarlos al mundo profesional. Si demuestran que tienen capacidad, pero además compromiso, que están siempre presentes, que tienen iniciativa, eso lo llevarán al mundo profesional y yo los aconsejo adónde ir, les abro puertas, ya bien sea con gente que se encarga de mis redes sociales o con mi agente que tiene también una agencia de representación que necesita gente. En fin, abro puertas, y para eso está el club.


Guillem y Cristian Colás, director
Guillem y Cristian Colás, director técnico de Biggleswade United

-¿Qué es, en síntesis, el Biggleswade para tí?

-El club, en realidad, para mí es un pequeño mundo de buenos valores en un país en el que se está cerrando al mundo, pues son puertas abiertas al extranjero, al diferente. El entrenador, por ejemplo, Cristian Colás, ha explicado abiertamente que es homosexual y que tiene pareja y así lo pone en su Instagram, una cosa que no he tenido ningún problema con ello. El secretario técnico del departamento de fútbol femenino es italiano, yo soy español. Intento que los jugadores, tanto los chicos y las chicas jóvenes como los seniors, vean que el mundo es muy grande y que hay varias maneras de entender el fútbol y la vida. Y yo creo que el club me sirve para eso, para poder ofrecer otra visión a la gente que participa y muchas veces me lo han agradecido.

-O sea que es toda una filosofía de vida.

-Tenemos además dos murales que representan un poco lo que queremos ser, las referencias para nosotros, que hizo David Nasher, que es el artista número uno de grafitis del país. Hizo un mural de Emma Hayes, la entrenadora del Chelsea, una señora que rechazó ser entrenadora del MK Dons, de chicos, porque dijo que cómo se atrevían incluso a proponérselo cuando ella con las chicas con el Chelsea ha ganado Ligas, ha llegado a final de Champions (me gusta su actitud), otro mural de Marcus Rashford, del Manchester United. Le hemos dado el patrocinio del nombre del estadio a un hospital para enfermos terminales. Nosotros recaudamos dinero para ellos, no les cobramos por tener el nombre del estadio. Se llama Keech Hospice.

-¿Cómo compatibilizas ser un periodista que trabaja en medios importantes (CBS, BBC, La Liga) con llevar adelante un club en el que tienes una presencia tan fuerte?

-Es lo que más tiempo me ocupa, pero lo hago encantado. Hay que sacarle tiempo de donde sea para las reuniones con el comité de fútbol senior y para la junta directiva que nos reunimos cada seis semanas con ambos, y hay que estar presente y hay que estar encima. Viajo dos veces al mes, a veces tres, para ver partidos, para que se me vea la cara. Los sábados, los partidos de chicos; los domingos, los partidos de chicas. Y es como si tuviera dos baterías: una, la profesional, que se me agota, y cuando se me agota tengo que parar, pero cuando paro, suele ser cuando aprovecho para hacer cosas del club que es como otra pila, que también se agota después de dos o tres días allí porque hay mucho que hacer y hay que ver mucha gente, pero yo me alimento de esas cosas, de ir y escuchar la opinión de la gente que me pide cosas o hay que hacer cosas o me apuntan a cosas, sugerencias, en fin, y así vamos creciendo con la ayuda de todos.

-¿Qué planes hacés para el futuro?

-Donde estamos. Como te digo, es difícil crecer, pero quiero que sea lo más profesional posible. Mi idea, y en eso estoy trabajando, es que se pueda lograr un campo de césped artificial que nos dé la posibilidad de hacer negocio con ello y de entrenar todos juntos. Cuando consiga eso, pero para eso necesito tener un presupuesto de un millón de libras y yo nunca me he metido en este tipo de problemas, pero estoy intentando ver la manera de hacerlo porque eso nos garantiza el futuro, los próximos cincuenta años. Y si es así, me gustaría que el equipo de chicas siguiera creciendo, pasara divisiones, y yo creo que nosotros somos un club que debería estar un par de divisiones por arriba a nivel masculino. Así que creceremos.

Celebración del Biggleswade
Celebración del Biggleswade

-¿Y en lo profesional?

-Igual que ahora. Tengo cincuenta y cuatro años, todavía con fuerza para hacer las cosas que estoy haciendo, con la CBS, con la BBC, con la Liga TV, los libros. Se plantea un libro a futuro inmediato y quizá cuando toque abandonar el día a día, me dedicaré más a los libros y, sin duda, seguiré cerca del proyecto porque lo quiero ver crecer y porque lo disfruto mucho y porque cuando escoges un camino y ves tanta gente que te sigue (el esfuerzo es convencerles para que te sigan), pues ver que los chavales de ocho años, quizá de ocho no porque lo que hacen es seguir a la pelota, pero los de diez o doce años que juegan desde atrás, que les gusta mantener la posición, que visten como el primer equipo, que vienen a ver al primer equipo; que somos el único equipo de niñas de 12, 13 años en Biggleswade, que otros quieren juntarse con nosotros, todas esas cosas me dan un placer enorme.

-Contabas al principio de la entrevista cómo fue tu desembarco en el club, que te desafió el ex presidente Chris Lewis a que probaras si estabas en condiciones de manejarlo. ¿Te contactó más tarde? ¿Qué te dijo sobre tu trabajo?

-Chris Lewis está encantado de cómo está yendo todo. Para empezar, hay que pensar que su decisión de incorporarme al club realmente es algo que no es habitual. La primera fase es la suya, que él pensara direrente como presidente de un club de esa categoría, y luego desapareció, decidió dejar el club, pero ha estado encima y me escribe a menudo y está contentísimo de que el club lleve el ritmo al que va y que tenga la repercusión que tiene y que hagamos las cosas que estamos haciendo y y por ejemplo, tener un equipo femenino es muy importante, que nos vaya tan bien y que sea el más representativo de la zona y el que está ascendiendo más, es algo que nos llena a todos de orgullo.

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