Luis Scola es una de las grandes leyendas del básquetbol a nivel global. Su carrera así lo marca. Campeón olímpico y dos veces subcampeón mundial con la selección argentina, 10 temporadas en la NBA tras un exitoso paso por Tau Cerámica de España y segundo máximo anotador de la historia de los Mundiales, detrás del brasileño Oscar Schmidt. Con estos avales, la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) le otorgó una distinción especial.
El ex jugador de 42 años, que en la actualidad es el accionista mayoritario del Varese de Italia y empieza a desandar su nuevo camino como ejecutivo, fue elegido por FIBA como “Embajador Global” de la Copa del Mundo 2023 que se realizará a partir del 25 de agosto en Filipinas, Indonesia y Japón y en la cual no contará con la participación de la Argentina, que quedó eliminada tras la derrota con República Dominicana en Mar del Plata.
“Es algo que me da alegría. Claramente, mi carrera está estrechamente identificada y vinculada a las Copas del Mundo. Tuve la oportunidad de estar en cinco y también jugar muchos otros torneos. Cuando me retiré, pensé en cómo iba a perderme todo lo que representa una Copa del Mundo, unos Juegos Olímpicos o un torneo americano. El papel de embajador, no es lo mismo que jugar -nada es lo mismo que jugar- pero no me perderé la Copa del Mundo porque voy a estar allí de nuevo. Voy a ser un participante con un papel diferente al de un espectador”, expresó Scola en declaraciones al sitio oficial de FIBA.
El gran capitán que tuvo el seleccionado argentino y líder en presencias con la Albiceleste compartirá el privilegio junto a otras estrellas como el español Pau Gasol y el estadounidense Carmelo Anthony. Los tres estarán en el sorteo de los grupos que se llevará a cabo el 29 de abril en Manila y ocuparán ni más ni menos que el rol que cuatro años atrás tenía el fallecido Kobe Bryant.
“Que Kobe haya sido el embajador anterior, valida la importancia de este rol y a mí me da mucho orgullo ocupar el mismo rol que él. Es tremendo. Soy un gran admirador de la historia de su vida y tengo un respeto muy grande por su carrera. Lamentablemente, una persona imprescindible que nos dejó antes de tiempo”, reflexionó el ala pivote que debutó en la Liga Nacional en Ferro Carril Oeste.
Por otra parte, en la entrevista se le consultó a Scola las sensaciones de estar fuera del rectángulo de juego (se retiró con la Selección en los Juegos Olímpicos de Tokio, en 2021): “Transicioné bien a estar fuera de la cancha, no miro los partidos volviéndome loco por entrar a jugar, no me pasa eso. Si un equipo hace un parcial de 10-0 y mete un triple que lo hace ponerse al frente para liquidar el partido y la cancha se cae, ahí digo ‘estaba bueno ser parte de eso’. O cuando veo a un jugador que mete 15 puntos en un cuarto y tiene una racha tan positiva, me pregunto ‘¿cómo habrá sido estar en la tribuna viéndome a mí hacer eso, que en algunos partidos conseguí ese tipo de producciones? ¿Era así lo que se veía?’. Pero no me muero por jugar o por entrenar”.
Al final, Luis habló de su heredero, Tomás Scola, quien ya debutó con la camiseta argentina en el Sudamericano Sub 15 que se disputó en Buenos Aires. “Fue muy loco verlo. Veía a la gente con la camiseta número 4 de Scola y mi hijo me decía ‘mirá, tienen mi camiseta’ y yo me reía. Estar en ese torneo fue un momento especial para mí como padre. Vivir desde fuera una experiencia que siempre tuve desde dentro fue algo completamente distinto”, cerró.
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