La selección argentina tuvo sus merecidas fiestas en el país para celebrar la tercera estrella conseguida en el Mundial de Qatar 2022 y lo hizo floreándose ante los combinados de Panamá (2-0) y Curazao (7-0), en Buenos Aires y Santiago del Estero, respectivamente. Los aficionados albicelestes pudieron celebrar junto a sus ídolos y pedir, por qué no, un nuevo título para 2026. Razones no les faltan, ya que la Scaloneta cuenta con un plantel lleno de futbolistas talentosos, sumado a la ilusión de que Lionel Messi continúe en el equipo.
Pero hay más motivos que ilusionan a los argentinos con una cuarta conquista a nivel mundial con un dato estadístico que generó expectativa una vez que concluyó el encuentro en el estadio Madres de Ciudades. Es que la Selección logró dos resultados idénticos a los que consiguió Brasil en sus dos primeros amistosos disputados luego de haber alzado la Copa del Mundo que se jugó en Suecia en 1958. El entusiasmo crece si se toma en cuenta que la verdeamarela se coronó bicampeona cuatro años después, en Chile.
El seleccionado de Brasil, que en ese entonces contaba con un plantel de estrellas como Pelé, Didí, Vavá y Mario Zagallo, entre otros, también consiguió imponerse en sus amistosos posteriores a su coronación en el Mundial. Derrotó 2-0 a Inglaterra en el Maracaná el 13 de mayo de 1959 con tantos de Julinho y Henrique Frade y 7-0 a Chile el 17 de septiembre, también en Río de Janeiro, con un hat-trick de Pelé. Otra casualidad histórica, ya que Messi también le metió tres a Curazao con el agregado que superó los 100 goles con la camiseta nacional.
Estos datos enloquecieron a los amantes de las cábalas, que comenzaron a hacer circular la información con mucha efervescencia, en una nueva edición del “elijo creer” y los guiños del destino que acompañaron el camino hacia la gloria en Qatar. Argentina tiene por delante la Copa América de 2024 y dos años más tarde el Mundial, que se disputará en Estados Unidos, Canadá y México. Allí estará depositada una vez más el sueño de alzar el trofeo y llegar a la cuarta estrella. Solamente Italia (1934 y 1938) y Brasil (1958 y 1962) lograron ser campeones consecutivamente. ¿Podrá la Argentina sumarse a este selecto grupo?
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