La estrella NBA que es fan de Messi: su historia de vida y por qué la conexión con Leo

Sus últimos posteos, con fotos usando su camiseta y refiriendo a Dios, hablan de cómo la Pulga lo representa. Las similitudes de las historias, sobre todo las dudas con la talla y el físico que también persiguieron a Lionel. Quién es Trae Young en la elite del básquet

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Trae Young con la camiseta
Trae Young con la camiseta de Lionel Messi

“Hablo con Dios todos los días. Es mi mejor amigo. Están jugando al fútbol en mi patio trasero. Creo que veo a Messi”. Trae Young eligió parte de la letra del famoso rapero Kanye West para acompañar una hermosa foto usando la camiseta del Dios del fútbol -la de tres estrellas que en nuestro país no se consigue- en la previa del partido que su equipo, Atlanta Hawks, jugó ante los Spurs. La estrella de la NBA la había pedido expresamente -y en público- luego de quedar cautivado por el Mundial de la Pulga. Y, cuando la tuvo, la lució con orgullo. No es nuevo el fanatismo del base con Leo. Cuando Argentina fue campeón, hace tres meses, metió otro posteo con dos palabras “Wow, Messi” y el ícono de una cabra, simbolismo que significa The GOAT, el mejor de todos los tiempos. No fue el único, claro. James Harden, Dirk Nowitzki y Donovan Mitchell hicieron posteos similares, pero la debilidad que tiene Trae es especial. Tal vez sea que se siente identificado por Messi, su cuerpo y estilo. Ambos son pequeños para su deporte, pero lucen por su creatividad y determinación. Young es un tirador, un anotador, que toma riesgos y va al frente siempre, con un carácter y temple que se destacan. Algunas de estas virtudes podemos encontrarlas en Messi. Claro, la diferencia es que Leo tiene un perfil mucho más bajo que Trae, quien suele provocar rivales y, sobre todo a los hinchas. Es famosa su disputa con los fans de los Knicks en el Madison. Lo que está claro es la admiración que despierta Messi en el mundo del deporte, no importa el país y ni siquiera la popularidad del fútbol en el lugar.

Young nació el 19 de septiembre de 1998, en Oklahoma, lejos que los pesares de muchos afroamericanos que se han destacado en este deporte. Rayford y Candice, sus padres, tenían un muy buen pasar económico cuando Trae llegó al mundo, básicamente gracias a los trabajos de Rayford, primero como basquetbolista profesional (jugó en Europa tras egresar de la Universidad de Texas Tech) y luego como vendedor de equipos médicos. Pero ambos no habían tenido todo en sus vidas y quisieron que fuera consciente de los privilegios que tenía. Por eso, pese a que tenía una hermosa casa, ropa de vanguardia y las zapatillas de última generación, lo inscribieron en una primaria de menos recursos y el padre se encargaba de llevarlo a jugar picados en ciudades cercanas, para que sacara pecha y aprendiera a competir con los códigos de la calle. También lo levantaba bien temprano, antes de las 6 de la mañana, para hacerlo pasar por todo tipo de ejercicios, de técnica individual y tiros. De hecho, la rutina de lanzar 100 tiros cada vez que pisaba un cancha, era de su padre.

No sorprendió que Trae fuera una figura de la secundaria Norman North. Una lesión le hizo perder el primer año pero ya en el segundo se dio la explosión que el padre esperaba. El armador, haciendo gala de su tiro y recursos para anotar, promedió 25 puntos y el equipo logró el torneo estatal, en 2015. En su tercer año siguió avanzando en su juego hasta trepar a 34.2 puntos, 4.7 rebotes y 4.6 asistencias para ser elegido el mejor jugador de todo el estado de Oklahoma. Las medias de su último año (42.6 puntos, 5.8 rebotes y 4 asistencias) ya impactaron a otro nivel, generando un caos en aquel proceso de reclutamiento universitario. Había que decidir bien dónde seguiría el chico y las propuestas eran demasiadas, incluyendo las más prestigiosas facultades, como Duke, Kentucky y Kansas.

Trae Young a pesar de
Trae Young a pesar de su estatura logró pelearle el premio de Rookie del Año a Doncic

Pero el pibe siempre lo tuvo claro: quería estar cerca de casa y jugar para un buen entrenador. Por eso eligió Oklahoma y a un veterano respetado como Lon Kruger. Ir paso a paso fue su approach. Eligió también una carrera (Psicología) que le ayudara en su futuro en el básquet y su comienzo fue tan bueno, anotando 43 en un partido y dando 22 asistencias en otro, que ya lo compararon con Steph Curry. Su talento y ética de trabajo le permitieron tener una primera temporada de ensueño, promediando 27.4 puntos, 8.7 pases gol y 4.7 recobres. No necesitó hacer más méritos que esos para que creciera su status NBA, siendo uno de los principales prospectos.

Algo que quedó demostrado cuando fue elegido bien alto en el draft de 2018: cayó en la quinta selección, por parte de Dallas, que rápidamente movió el tablero para canjearlo a Atlanta por Luka Doncic, nada menos. Un movimiento que generó polémicas y comparaciones entre los jugadores, aunque ha sido tan bueno lo de ambos que no ha avanzado mucho más que eso. Dudas sobre lo que podía hacer Trae igualmente hubo, básicamente por su talla y físico, algo que también le pasó a Messi. Trae se impuso a las críticas, con su talento y determinación, logrando pelearle el premio de Rookie del Año a Doncic. Promedió 19 puntos, 8 asistencias y 3.7 rebotes, con momentos muy destacados en la segunda mitad de la campaña, en la que llegó hasta los 24.7 tantos y 9.2 pases gol, tras el All Star Game.

Fundamental fue, en el crecimiento del base, haber podido conocer a otro de sus ídolos, Steve Nash, aquel base canadiense que dio espectáculo durante los años 2000, siendo dos veces MVP de la fase regular. Ambos, fanas del fútbol, asistieron a la final de Champions League del 2019 y se encontraron en el medio tiempo para hablar de juntarse a entrenar, semanas después, en un gimnasio de California llamado Shoot 360.

La prensa dudaba de las
La prensa dudaba de las condiciones de Trae Young por su falta de altura

Young le pidió consejos para mejorar su juego de media distancia y también hablaron sobre la importancia de usar ángulos en la cancha, bajar las caderas para ayudar a cambiar de dirección y analizar los enfrentamientos de uno contra uno. “Le pregunté cómo calentaba, la forma en que hacía funcionar las piernas y cuál había sido la fórmula para jugar durante tanto tiempo a un nivel alto. Era más yo interrogándolo, revisando las cosas y absorbiendo lo que veía él cada vez que provocaba un pick and roll”, reveló Young, quien a la siguiente temporada trepó a 29.7 puntos y 9.3 pases gol, convirtiéndose en uno de los mejores bases de la competencia, status que conserva hoy, ya en su quinta campaña como profesional (26.7 tantos y 10 asistencias).

Fue una de las tantas veces que Trae trabajó entre temporadas, lejos de su familia. No había comodidades que lo alejaran de su sueño: ser una figura de la NBA. Young no tuvo los obstáculos de otros colegas, pero ha mostrado el fuego interior que necesita para triunfar. El que ha tenido Messi, su gran referente.

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