Francia, subcampeón del mundo, termina de acomodar las piezas de cara a la clasificación para la próxima Eurocopa. Los dirigidos por Didier Deschamps tendrán un difícil debut frente a Países Bajos el viernes 24 de marzo con una gran modificación respecto al último partido oficial en el Lusail Iconic Stadium: sin Hugo Lloris, retirado del combinado nacional, la cinta de capitán la portará Kylian Mbappé.
Una vez que el entrenador notificó que el delantero del París Saint Germain será el líder de la escuadra, automáticamente impactó negativamente en otro referente del plantel como Antoine Griezmann. La Tortuga asistió a su primera conferencia de prensa como la cara visible del equipo y aprovechó la ocasión para aclarar la situación con su compañero. “Un capitán depende de la personalidad de cada uno. Yo quiero estar volcado hacia los demás, dejar que los demás se expresen”, comentó frente a los micrófonos.
El del Atlético de Madrid se mostró “decepcionado” por la decisión según la prensa francesa y Kiki buscó calmar la cuestión: “Hablé con Antoine, estaba triste y francamente es comprensible, es normal, es una reacción que se puede escuchar”. Mbappé acudió a la empatía para charlar sobre el tema. “Le dije que yo habría tenido la misma reacción en su lugar. Tiene 32 años, estuvo 10 años en la selección francesa. Es quizás el jugador más importante de la era Deschamps”, añadió al respecto.
“Lo que le dije es que cuando yo soy capitán y él es vicecapitán, no soy su superior. Él tiene una experiencia en la selección francesa que yo no tengo. Llegó a la selección francesa cuando yo estaba en el centro de formación. Es estimado y querido por todo el grupo. Sería una pena no aprovechar su experiencia y su alegría de vivir. Por supuesto, él y yo trabajaremos codo con codo para intentar que esta selección francesa reine a nivel europeo y mundial. No estaré yo delante y él detrás. Si tiene algo que decir al grupo, me sentaré a escuchar”, continuó convencido en crear una sociedad que ayude al progreso de Les Bleus.
Para cerrar, argumentó que cualquier integrante del plantel puede terminar como capitán en un futuro: “No hay que cerrarle la puerta a nadie”. Y concluyó: “A veces hay líderes naturales, jugadores que quieren hablar. Todo el mundo es libre de expresarse en este grupo, la selección de Francia no pertenece a nadie”.
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